Era la línea roja de la Junta de Andalucía para llegar a un acuerdo con el Gobierno en Doñana. El visto bueno de los agricultores que iban a beneficiarse de la ley para ampliar regadíos se hizo de rogar, pero llegó horas antes de la fotografía entre el presidente andaluz, Juanma Moreno, y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Tras varias semanas de negociación, los regantes apoyaron por unanimidad el documento. Entre otras cuestiones, por la lluvia de millones que supondrá para la comarca.
Las administraciones aportarán hasta 100.000 euros por hectárea a los propietarios de la Corona Norte de Doñana que retiren los cultivos de fresa y reforesten el terreno. Podrán recibir ese dinero los agricultores de los cinco municipios incluidos en la ley de regadíos —en el resto la cantidad será menor—: Moguer, Bonares, Almonte, Lucena del Puerto y Rociana del Condado. Eso incluye a los sancionados por cultivar fresas en suelos de secano tras quedar fuera del Plan de la Fresa de 2014, el origen del conflicto.
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José Luis Losa
La ayuda para la renaturalización de superficies es la más cuantiosa de todas, con una aportación cuatro veces superior que para los regantes que pasen a secano y diez veces superior para los que cambien a cultivos ecológicos. El objetivo es acabar con las plantaciones en el entorno de Doñana, reduciendo a golpe de talonario las captaciones de agua del acuífero. Pese a la elevada inversión, los beneficiados no perderán la titularidad, aunque deberán retirar los invernaderos durante los próximos 30 años y reforestar el terreno.
"Van a coger todos el dinero y a quitarse de en medio", resume un político que conoce bien la zona. Muchos agricultores han visto en el acuerdo una buena salida para pagar las sanciones que arrastran y "vivir tranquilos". En el mercado, la hectárea de regadío ronda entre los 80.000 y los 140.000 euros, pero hay que tener en cuenta que las 700 hectáreas que se iban a regularizar con la polémica ley seguían teniendo calificación de secano. La aprobación de la norma habría multiplicado el valor de esos suelos, aunque finalmente no ha sido necesaria.
La medida tendrá un gran impacto en la zona, donde el 40% de los puestos de trabajo forman parte del sector primario
J., que prefiere no revelar su identidad, es uno de los beneficiados por el acuerdo. Junto a sus dos hermanos, cuenta con 7,8 hectáreas en la comarca, todas dedicadas a plantaciones de regadío, aunque 0,7 de ellas se habían quedado fuera del Plan de la Fresa. Ese trozo de tierra, que aspiraba a ser regularizado con la norma, no tenía calificación de suelo regable, pero seguía con cultivos de regadío "como toda la vida".
La familia facturaba cada año entre 1,5 y 1,8 millones de euros, aunque el margen de beneficio era muy inferior y, como el resto del campo andaluz, vive las dificultades de la sequía. Además, en estos momentos acumula 70.000 euros en sanciones. Según sus cálculos, la ayuda a la reforestación del plan le permitiría recibir 780.000 euros. "Prefiero coger el dinero e irme a otra finca que tengo en otro pueblo y pagar mis deudas", afirma. Tiene 43 años y ahora solo contempla la retirada, una especie de jubilación anticipada. "Es triste, pero sí. Estoy cansado de pelearme con todo el mundo", concluye.
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José Luis Losa
"Es la salida más rápida para todos, pero afectará mucho a pueblos como Lucena del Puerto, donde todo el mundo se dedica a esto", resume otro agricultor de la comarca, que también prefiere ocultar su identidad. En su caso, traspasó hace tres años una finca de canon —cedida por el Ayuntamiento en monte público— tras la presión de Fiscalía. Tenía diez hectáreas, la mitad sin permiso de riego, y decidió invertir lejos del Parque Natural para que dejaran de llegar sanciones. Ahora no podrá beneficiarse de las ayudas, a pesar de que él sí abandonó sus cultivos tras los avisos. "Esto es como si te toca el último número de la lotería: por un número, pero no te ha tocado", bromea.
La conclusión entre los agricultores más pequeños es que "no compensa seguir trabajando". Aunque habrá que esperar a conocer los detalles, algunos dan por hecho que la mayoría se acogerá a las ayudas y apuntan a que acabar con este sector será "el fin" de los pueblos en la zona. En los catorce municipios beneficiados por el plan, el sector primario concentra un 38,3% de los empleos, un porcentaje ocho veces superior a la media nacional. En los municipios de la Corona Norte la reconversión tendrá un efecto aún mayor.
Los agricultores más jóvenes recibirán un dinero para invertir en zonas más alejadas de Doñana
Desde el gobierno andaluz esperan que un número destacado de los afectados se acoja, aunque desde la plataforma en defensa de los regadíos del Condado de Huelva, que representa a los agricultores afectados, no lo dan por sentado. "Que hayan votado a favor no significa que vayan a acogerse", apuntan. Sí esperan que los propietarios más jóvenes aprovechen el dinero para invertir en otras zonas con plantaciones de berries, como Cartaya o Lepe, lo que en la práctica sería alejarlos del Parque Natural.
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