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El pacto entre el Partido Socialista de Navarra y EH Bildu para desalojar a UPN del Ayuntamiento de Pamplona ha impactado con fuerza este miércoles en el Congreso de los Diputados. Minutos antes de que arrancase el pleno, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, cargó en los pasillos del Cámara Baja contra este "pacto encapuchado", que supone "dar a un partido heredero de ETA lo que no consiguió en las urnas". A la denuncia de ese acuerdo "encapuchado" se unió después Cuca Gamarra, en la primera sesión de control al Ejecutivo desde mayo, hace siete meses, sin la presencia de Pedro Sánchez en el hemiciclo.
El presidente se ha ausentado de la Cámara Baja para comparecer en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, donde estaba citado para hacer balance de la Presidencia española de la UE. No rendirá cuentas ante el Congreso hasta la próxima semana. La amnistía estará más que presente en esa comparecencia, en la que previsiblemente también le afearán el pacto con Bildu en Navarra. En Madrid, el PP ha salido a degüello contra ese trato. Lo hizo primero Feijóo, pero no tardaron en seguirle el nuevo portavoz parlamentario, Miguel Tellado; su predecesora, Cuca Gamarra, y otros dirigentes de la formación.
Según el líder del PP, el precio a pagar para que Sánchez vuelva a ser presidente "no solamente es la amnistía", y calificó de "indignante" que el PSOE entregue la alcaldía de Pamplona a un partido "que lleva asesinos en sus listas electorales". Feijóo incidió en el mismo mensaje durante un acto posterior en el Teatro Real junto a Jorge Azcón. Allí reiteró su sospecha de que el trato con EH Bildu es sólo la primera parte de un acuerdo global con los abertzales, y enfrió además la posibilidad de un acuerdo con Sánchez. Importante recordar que aún está pendiente de concretar una reunión entre Sánchez y Feijóo que Moncloa quiere celebrar antes de fin de año.
La amnistía salva el primer examen en el Congreso con Sánchez ausente
Ana Belén Ramos
"Él ha elegido un bando, yo elijo estar acompañado por la mayoría responsable de los españoles. Jamás estaré al lado de los que llevaron asesinos en las últimas elecciones municipales (...). Si las posibilidades de entendimiento entre el Gobierno y el PP no eran muchas, hoy son muchas menos (...). Mientras Sánchez continúe por ese camino elegido y con esos acompañantes, quizá sea imposible recuperar la normalidad", afirmó el líder popular. Antes de él, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, elevó también los decibelios contra los socialistas y calificó de "asco político máximo" la decisión de desalojar a UPN de la alcaldía de Pamplona para dársela al partido de Otegi.
En las elecciones del 28-M, UPN ganó las elecciones municipales con 9 concejales y logró mantener el consistorio con el apoyo del PP (dos ediles) y el voto en blanco de los socialistas. Pero el partido regionalista no ha conseguido blindar la alcaldía de la moción de censura de EH Bildu, que cuenta con un rol nacional privilegiado por su alianza con Pedro Sánchez.
Asistimos a otro capítulo del pacto encapuchado del PSOE con Bildu.Es difícil imaginar mayor indignidad que darle la alcaldía de Pamplona al partido que llevó a asesinos en sus listas en las elecciones.No es la primera cesión ni será la última. pic.twitter.com/fpMHU70PET
— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) December 13, 2023
El primer partido de la oposición ha salido a degüello contra la nueva cesión de Sánchez a sus aliados. Y el Congreso ha sido el campo de batalla. De Tellado a Esteban González Pons, pasando por el candidato conservador a la Lehendakaritza, Javier de Andrés, la mayoría de los portavoces del PP este miércoles han traído a colación el pacto en Navarra, conocido a primera hora de la mañana. "¿Tiene usted la conciencia tranquila?" espetaba Pons al Ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
El propio de Andrés se ha estrenado también en el Congreso censurando los “pactos ocultos” del PSOE con Bildu, agitando la tesis de que el apoyo de los abertzales a la investidura de Sánchez nunca fue gratuita pese a que no trascendieron en primera instancia las contraprestaciones.
La sesión de control de este miércoles ha servido también de debut de los nuevos vicesecretarios de Génova, entre ellos la leonesa Ester Muñoz, que ha sacado también a colación la polémica en Pamplona para interpelar en este caso al ministro de Transportes, Óscar Puente. “¿Qué progresismo es poner de alcalde de Pamplona a alguien que defiende que son presos políticos aquellos que también asesinaban a sus compañeros?”, incidía, al tiempo que entraba en el cuerpo a cuerpo con el exalcalde de Valladolid y le calificaba de “personaje circense”.
Con excepciones como la del propio Óscar Puente -que sí ha defendido el acuerdo-, el grueso de integrantes del Gabinete evitaban esta materia. A su entrada en el hemiciclo, el portavoz socialista, Patxi López, justificó que el Ayuntamiento estaba "paralizado", "con un equipo de gobierno incapaz de llegar a ningún tipo de acuerdos con nadie". "Sin presupuestos durante tres años, y supongo que eso habrá influido", apostilló. López negó también la tesis defendida por el PP: que el acuerdo para presentar esta moción de censura llevaba tiempo pactado con Bildu, y que está entre las cesiones asumidas a cambio de su apoyo para la investidura de Sánchez.
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