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El Parlamento de Andalucía abordará un posible cambio en las normas de funcionamiento de las sesiones plenarias y del acceso a la tribuna de invitados. El presidente de la Cámara autonómica, Jesús Aguirre, ha planteado informalmente a la Mesa del legislativo andaluz la posibilidad de restringir el acceso a las zonas que recorre el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en su llegada al salón de plenos antes de la sesión de control. También ha aludido a la entrega de una tarjeta con las normas de comportamiento dentro de la tribuna de invitados después de varias protestas registradas en las últimas fechas en la antigua iglesia que hace las veces de hemiciclo en el Hospital de la Cinco Llagas, que alberga a los parlamentarios andaluces desde 1992.
Según fuentes de la reunión de la Mesa, el jefe del legislativo andaluz ha informado a los miembro del órgano de estas decisiones, que entrarán en vigor en septiembre, cuando se retome el periodo de sesiones tras el mes inhábil de agosto. No ha habido debate al respecto y tampoco sobre el borrador que Aguirre ha remitido a los grupos parlamentarios que incluye normas más profusas. Fuentes de la Presidencia del Parlamento expresan que esta propuesta más completa se abordara en el próximo periodo de sesiones.
La decisión de Aguirre, que fue consejero de Salud y Familias en el primer Gobierno de Juanma Moreno, llega justo después de un pleno especialmente bronco y donde hubo incidentes en los dos puntos que ahora quiere regular. En el acceso del presidente al salón de plenos, un recorrido de varios metros que suele caminar acompañado de algunos de sus colaboradores, hubo una protesta de un grupo de madres de Sevilla Este, que se quejaban por la suspensión del servicio de pediatría del centro de salud de este populoso barrio de la capital andaluza. La protesta dificultó la atención a medios que el barón popular suele ofrecer en este pequeño trayecto para abordar asuntos de actualidad.
Horas más tarde, durante los debates de las proposiciones no de ley, un grupo de personas de Cazorla que habían accedido al salón de plenos inició una sonora protesta por el traslado del centro de salud de esta localidad jiennense desde el casco urbano al nuevo hospital que la Consejería de Salud ha inaugurado a 2 kilómetros del centro del pueblo. Está prohibido protestar y también hacer gestos de celebración en este espacio de la antigua iglesia, por lo que los servicios de la Cámara tuvieron que desalojar a estas personas con no pocas dificultades.
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EP
El portavoz del PP en el Parlamento, Toni Martín, ha confirmado estas propuestas del jefe del legislativo en la Mesa y ha justificado su aprobación. Sobre la protesta dentro de la tribuna de invitados, el dirigente popular ha asegurado que hubo quien incluso arrojó algún objeto a la bancada popular. Y respecto al perímetro en torno al paseillo del presidente de la Junta ha aludido a motivos de "seguridad" para justificar la acotación de una zona cuando en el antiguo hospital hay personas ajenas a la vida parlamentaria. "No se trata de ponerles una etiqueta y que estén andando por el interior de este edificio durante todo un día de pleno, por la seguridad de todo el mundo", ha abundado Martín.
Las dos propuestas de Jesús Aguirre van de la mano del borrador que el Parlamento ha remitido a los grupos y que profundiza en algunas de sus ideas. Es llamativo el apartado que alude a los castigos que sufrirán los grupos parlamentarios que hayan invitado a las personas que incumplan las normas. El escrito contempla que estos partidos no podrán invitar a nadie durante los tres plenos posteriores a cualquier incidente. Esto encaja con los pronunciamientos que Aguirre ha lanzado desde la Presidencia de la Cámara después de las protestas, que consisten en recordar al PSOE o Adelante Andalucía que ellos son los responsables del comportamiento de los ciudadanos que invitan.
El escrito, que no se ha abordado aún en la Mesa, regulará el reparto de las acreditaciones para invitados, que dependen del número de diputados de cada grupo. También deja claro que los invitados no podrán acceder a la tribuna de público "con prendas de vestir u otros objetos susceptibles de ser utilizados para dar muestras de aprobación o desaprobación, para perturbar el orden propio de los debates parlamentarios o para faltar a la debida compostura". Actualmente no está prohibido el uso de camisetas con mensaje y no es raro ver a miembros de las mareas verdes de la educación o profesionales del Infoca en los debates relacionados con ellos.
Esta propuesta de Jesús Aguirre llega sólo un par de semanas después de que se aprobase una reforma restrictiva del uso de la sala de prensa del Parlamento andaluz. En adelante estará prohibido que los diputados de los distintos grupos parlamentarios comparezcan en la sala de prensa acompañados por miembros de colectivos ajenos a la Cámara andaluza. Sólo podrán usarla los parlamentarios, miembros del Consejo de Gobierno y de organismos de extracción parlamentaria, como el Defensor del Pueblo Andaluz o la Cámara de Cuentas.
Hasta ahora era una práctica hasta cierto punto habitual, aunque eran los grupos de izquierda los que más se servían de esta fórmula. El último caso registrado fue el de Adelante Andalucía con un médico, mientras que Por Andalucía no recibió el aval para comparecer con unos representantes de una entidad del Sáhara Occidental. Esta práctica, por ejemplo, la ha utilizado Albert Rivera, que compareció acompañado del entonces líder regional de Ciudadanos, Juan Marín.
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