
El organismo alerta de que el empeoramiento en el acceso a la vivienda puede desembocar en riesgos para la estabilidad financiera, aunque descarta una sobrevaloración en el precio.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que los problemas de competencia derivados de la opa de BBVA sobre Banco Sabadell se pueden mitigar con los 'remedies' -como se conoce en la jerga a los compromisos- propuestos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Por tanto, defiende que éstos son suficientes para evitar daños en los consumidores. El organismo se pronuncia así en un informe que elabora de forma periódica en el que aborda la situación de la economía española.
En concreto, en el apartado sobre el sector bancario recoge su opinión sobre la operación, que en el momento actual está siendo analizada por el Consejo de Ministros bajo el argumento del interés general. Un mensaje que acompaña con el aviso de que las "posibles implicaciones adversas" para la estabilidad financiera de esta fusión debe ser "evaluadas cuidadosamente". No obstante, el Banco Central Europeo (BCE) ya mostró su no oposición a la misma el pasado septiembre.
Precisamente, el regulador, que dio luz verde a la opa a finales de abril, ha publicado este viernes la resolución en la que asegura que el Sabadell "no es un operador fundamental e insustituible" para el crédito a las pymes "ni puede aceptarse que los operadores medianos y pequeños supongan una presión competitiva limitada". Una conclusión a la que ha llegado después de once meses de análisis y tras la que acordó con BBVA medidas "suficientes y proporcionadas" para atajar los problemas de concentración que pudieran darse.
Ahora el FMI apela expresamente a la oferta hostil en el marco de un análisis al sector financiero español, que se mantiene "saneado" y con un riesgo "sistémico bajo". "La rentabilidad sigue fuerte, respaldada por unos sólidos márgenes de intereses, que se han beneficiado de unos tipos de interés aún elevados y de una transmisión incompleta de los tipos de interés a los inversores", exponen. En este sentido, señala que este indicador puede experimentar caídas ante la rebaja del precio del dinero, si bien prevé que se mantenga por encima de la media de los países de la eurozona.
Riesgos en el mercado inmobiliario
De forma paralela, menciona la mejora de la calidad de los activos como consecuencia del menor apalancamiento de hogares y empresas. No obstante, insta a extremar la cautela ante la escalada del precio de la vivienda en España, que puede llegar a entrañar efectos adversos para el sistema financiero, "lo que justificaría una estrecha vigilancia", aunque no detecta indicios de sobrevaloración, a diferencia del Banco de España (BdE). "El acceso a una casa ha empeorado, y si no se controla, podría llegar a tener consecuencias".
Por último, el organismo encabezado por Kristalina Georgieva también hace alusión al nuevo impuesto a la banca, cuyos efectos adversos considera que serán "escasos", posición que contrasta con la del BdE, desde el que aseguran que pueden reducir la capacidad de resistencia del sector frente a perturbaciones y puede generar efectos económicos adversos.
El tributo se caracteriza por su progresividad. Así, se ha establecido el 1% para ingresos de hasta 750 millones, porcentaje que se eleva al 3,5% para un rango de entre 750 y 1.500 millones. A partir de este umbral y hasta los 3.000 millones será del 4,8%, y del 6% para todos aquellos que abarcan desde los 3.000 hasta los 5.000 millones. Por último, se aplica un 7% si rebasa los 5.000 millones.