Planes para el fin de semana en Madrid: caminos diversos en la danza, un pintor reencontrado y la amistad en Shakespeare


         Planes para el fin de semana en Madrid: caminos diversos en la danza, un pintor reencontrado y la amistad en Shakespeare

Israel Galván; Luz Arcas; retrospectiva del pintor Néstor; Rameau en versión hip hop; Joaquin Phoenix y la IA; el joven Shakespeare y danza disidente

Arte: retrospectiva de Néstor en el Museo Reina Sofía

Néstor Martín-Fernández de la Torre (Las Palmas de Gran Canaria, 1887-1938), fue un pintor tan popular en las Islas que, como ocurre con este tipo de personas, pasa a ser conocido por su simple nombre de pila: Néstor. Son doscientas obras las que conforman una exposición con la que el Museo Reina Sofía trata de honrar su figura, lastrada por un olvido claramente injusto, cuando no viciado por un aprovechamiento de alguna de sus facetas para reivindicar un regionalismo vacío. De su paleta surgieron pinturas de estilos diversos, murales, arquitectura y valiosas escenografías teatrales realizadas para obras de Manuel de Falla o la Argentina. También realizó decoraciones para los salones de teatros como el de Las Palmas.

Néstor navegó entre corrientes como el modernismo, el decadentismo y el simbolismo, y en su obra se advierte una profunda fascinación por la ambigüedad sexual, los cuerpos andróginos, y una sensualidad que desafió los estándares morales de su tiempo.

El lema ‘ex tota vita ut opus faciamus artis necesse est’ / ‘es necesario que hagamos de toda la vida una obra de arte’, preside la vida y la obra de este pintor canario.

Néstor nació en una familia acomodada, vinculada con lo artístico, y fue un artista reconocido internacionalmente en su época, el primer tercio del siglo XX. Murió prematuramente con 51 años y dejó inconclusa su obra más ambiciosa, el Poema de los Elementos, donde trató de plasmar en sendas series el agua, la tierra, el aire y el fuego. En estas pinturas épicas retozan cuerpos masculinos y femeninos, fundiéndose en composiciones fantásticas, cargadas de un erotismo exuberante. Son obras capitales que están presentes en la muestra reunida en el Reina Sofía, expuestas con amplitud.

Su relación con la masonería y el ocultismo o su papel de promotor de la cultura e identidad canaria, son otras de las facetas que se abordan en esta exposición que ocupa diez salas de la primera planta del Edificio Sabatini. Libros, cuadernos, revistas, pósters, postales y fotografías, complementan las pinturas trazando un recorrido apasionante. ¡No se lo pierdan!

  • Del 14 de mayo al 8 de septiembre | Museo Reina Sofía

Teatro: 'Los dos hidalgos de Verona', de Shakespeare

Nuestra sección de alertas para aprovechar últimas oportunidades llama la atención sobre una comedia que, aunque menor, forma parte del catálogo de Shakespeare, en sus primeras intentonas con este género. Los dos hidalgos de Verona narra una historia de intensa amistad vivida por dos muchachos, Valentín y Proteo, que se ven separados por un viaje para más tarde reencontrarse, fraguando una relación de excepcional calado.

Declan Donellan se ha encargado de la dramaturgia y dirección de esta obra, en esta ocasión forzando un acusado subrayado en la gestualidad de algunos personajes, sin alcanzar el destacable resultado conseguido en La vida es sueño hace un par de años, pero manteniendo algunos de los actores que allí brillaron. Es el caso de Alfredo Noval, que aquí vuelve a confirmar sus especiales cualidades para la escena, lleno de ímpetu, al que da la réplica Manuel Moya. Goizalde Nuñez interpreta un par de papeles, Lucetta y Lanza, con su habitual desparpajo, consiguiendo buenos momentos, especialmente aquellas cómicas escenas en las que un perro debería hacer aparición, dirigiéndose al respetable con complicidad.

Cobra más altura esta comedia a partir del acto cuarto, que transcurre en un mágico bosque resuelto con una iluminación penetrante, después de que la escenografía de los tres primeros actos se sustentara en una notable austeridad. El bosque representa para Donellan un lugar donde prima la confusión y el extravío, al que sucede un reencuentro consigo mismo de los personajes principales.

Citaremos entre los intérpretes a Jorge Basante, al que vemos hacer footing en chándal de los años setenta, interpretando al Duque de Milán, protagonizando agudos diálogos. Alberto Gómez Taboada firma como Turio algunas potentes escenas junto a Noval, quizás las de mayor carga dramática de la función, rematadas en un colorista y divertidísimo karaoke shakesperiano que anima el cotarro antes de la resolución.

  • Hasta el 1 de junio | Teatro de la Comedia | Desde 18€

Ópera-ballet del barroco a ritmo de hip hop

La maravillosa música barroca de Rameau se resuelve, en la producción de Las Indias Galantes que se presenta este fin de semana en Madrid, acompañada por danzas urbanas como si de una sesión de hip-hop se tratara. La dirección orquestal la asume el argentin...

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