Vecinas de Ribarroja hablan del hombre que 'murió dos veces': "Parecía que pagaba por una pena del pasado"


         Vecinas de Ribarroja hablan del hombre que 'murió dos veces': "Parecía que pagaba por una pena del pasado"

El hombre vivía en una chabola bajo un puente en Ribarroja, en Valencia.

Hace solo unos días, El programa de Ana Rosa desvelaba el caso de Miguel, un hombre que desapareció en Granada en 1994 y, tras diez años sin dar ningún tipo de señal, la justicia lo dio oficialmente por fallecido. Sin embargo, el pasado 29 de octubre de 2024, la DANA sorprendió a Miguel y acabó 'por segunda vez' con su vida.

Fueron sus familiares quienes recibieron la noticia por parte de las autoridades que descubrieron el cuerpo sin vida de Miguel en un campo de naranjas de Quart de Poblet, en Valencia. Ante esta historia, el matinal de Telecinco ha ahondado en la historia de Miguel y en cómo ha sido su vida durante estos 30 años.

De esta manera, un equipo del programa se ha desplazado a Ribarroja, el municipio valenciano en el que vivía Miguel y donde sus vecinos han señalado que era un hombre cariñoso. Además, Miguel ayudaba en un bar de la localidad recogiendo ramas y encendiendo el fuego a cambio de algo de dinero.

Tal como han apuntado las vecinas, Miguel era un indigente que se había construido una chabola bajo uno de los puentes de Ribarroja que tampoco soportó la fuerza del agua. "Lo conocemos desde hace bastantes años. Lo vimos un día paseando por donde vivía y a partir de ahí empezó a trabajar en el bar", ha señalado una de las vecinas de Ribarroja.

"Tocaba a la puerta y nos decía 'buenos días, familia', salíamos, le poníamos un café con tostadas o magdalenas y un bocadillo para que pudiese comer. Todos le teníamos mucho cariño", han agregado las mujeres, que han recalcado que no sabían mucho de su vida personal: "Él no hablaba de ello. Solo nos dijo que había vivido en Andalucía y que se había tenido que ir".

Respecto a la actuación de las autoridades, otra de las vecinas ha apuntado: "Hubo quien sí se interesó por él porque era una persona completamente normal, pero él no quiso. Daba la sensación de que estaba pagando una pena o una culpa de algo que había hecho en el pasado. Los del Ayuntamiento nunca le han querido sacar de ahí, si hubieran querido, le habrían sacado".

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