
La figura había quedado apartada de las llamas, y el trabajador tuvo que arrojarla a la hoguera.
El fuego purificador de la Cremà ha vuelto a iluminar Valencia para poner el broche final a la que ha sido la edición más solidaria de las Fallas tras la DANA del 29 de octubre. A pesar de haber sido unas fiestas marcadas por el mal tiempo, la lluvia dio tregua en la noche del miércoles, día de San José, para permitir la quema de los 770 monumentos falleros repartidos por toda la ciudad y otros municipios afectados por la riada.
Como cada año, la ironía y la crítica política han estado presentes en varias fallas. Así, uno de los ninots más comentados fue el del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, representado como el icónico personaje de ¿Dónde está Wally?. Pero, durante la Cremà, la figura se resistió a arder, obligando a un bombero a arrancarle la cabeza y lanzarla al fuego.
Esta imagen ha encendido el debate en redes sociales, donde muchos la ven como un símbolo del "descontento" de los valencianos con la gestión de la DANA por parte del president, ya cuestionada en cinco manifestaciones que exigieron su dimisión. "Este bombero representa la dignidad del pueblo valenciano", comenta un usuario de 'X' que ha compartido el vídeo.
Los ninots que se han salvado de arder en la Cremà
Aunque el ninot de Mazón no pudiera salvarse de las llamas, sí que hubo dos excepciones simbólicas. Se tratan de los ninots indultats, que este año han estado estrechamente ligados a la tragedia de la DANA. Por un lado, en la categoría infantil, la comisión Duc de Gaeta logró salvar su escena en homenaje a los voluntarios que ayudaron a limpiar las localidades afectadas.
En la categoría principal, la figura escogida para ser indultada fue la de Convento Jerusalén, que muestra a una pareja de ancianos merendando en un horno de Paiporta, una de las localidades más golpeadas por las inundaciones del 29 de octubre. Sobre el suelo, unos ratones con botellas de agua, botas y escobas simbolizan el esfuerzo de estos héroes anónimos, acompañados de una pancarta con el mensaje "Gràcies voluntaris" y un corazón que refuerza la gratitud de toda Valencia.
El cierre de las Fallas lo puso la quema de la falla municipal, Fauna fallera, una jungla festiva y colorida creada por Alejandro Santaeulalia y Vicente Llácer con un presupuesto de 239.000 euros.