Navegar por ARCO en busca de El Dorado


         Navegar por ARCO en busca de El Dorado

La Feria de arte contemporáneo ARCO 2025 gira en torno al Amazonas, muy presente en una propuesta de recorrido por galerías de Brasil, Colombia y Perú

Una expedición comandada por el extremeño Francisco de Orellana consiguió surcar el río Amazonas hasta su desembocadura, atravesando prácticamente el continente americano de oeste a este, del Pacífico al Atlántico. Fueron siete meses de penoso trayecto en el que unos cincuenta hombres sufrieron calamidades y fueron atacados repetidamente por las tribus de la zona -aunque no siempre los encuentros fueron hostiles- hasta completar 4.800 kilómetros de navegación por el río más caudaloso del mundo. Corría el año de 1542.

La Feria de Arte Contemporáneo ARCO ha elegido como proyecto central del año 2025 el Amazonas, a través del programa Wametisé: ideas para un amazofuturismo. Las influencias de ese mundo natural en el arte actual pueden encontrarse en las obras agrupadas en dicho apartado, pero también en los otros dos programas comisariados de la feria: Opening. Nuevas galerías, para galerías de menos de cinco años, y Perfiles | Arte latinoamericano, centrada en nuestros países hermanos.

Así como aquella expedición de hace casi cinco siglos nació de la ilusión desbocada por encontrar el País de la Canela y El Dorado, lugares míticos que jamás se hallaron, este recorrido por las galerías de ARCO pretende hallar detalles de ese universo selvático, colorista y ancestral, en las obras expuestas. Nuestra ruta parte del Perú, donde se inició aquella epopeya española, continúa por Colombia y finaliza en Brasil, en la desembocadura del Gran Río. No serán 4.800 kilómetros los que haya recorrer para captar lo que ARCO esconde, pero tampoco andará lejos.

Nos atiende Denilson Baniwa, quien junto María Wills comisaría el programa Wametisé: ideas para un amazofuturismo. "Wametisé significa los lugares nombrados y sagrados en el inicio del mundo -comenta-. El deseo de este programa es contribuir a que haya un nuevo vocabulario en el arte contemporáneo; mostrar en ARCO un Amazonas no comprendido, en tránsito entre fronteras, estableciendo conexión con el arte occidental". Al fondo del pabellón 7 se agrupan obras de diferentes galerías en torno al auditorio, en un entorno que está marcado por materiales reciclados, menos frío que el blanco imperante en el resto de stands.

Comenzamos el periplo por algunas galerías asentadas en Perú, teniendo en cuenta el territorio del que partió Orellana con un precario barco llamado San Pedro, que más adelante debió sustituir por otro nuevo, con un nombre que seguro contribuyó a sortear las adversidades: Victoria.

En la galería CRISIS, ubicada en Lima, expone sus creaciones Rember Yahuarcani. Él forma parte de la comunidad de los uitoto, antiguos pobladores del Amazonas peruano. "Los uitoto fueron desplazados de sus zonas donde habitaban por la explotación del caucho -nos comenta el responsable de la galería-. Su pintura refleja los mitos que surgen de una cueva donde nacen los conocimientos. De ahí el fondo negro que se repite en todas ellas. Su obra conecta lo ancestral, con una narrativa visual que reivindica las tradiciones indígenas, por ejemplo con los trabajos con la hoja de tabaco". Precisamente así se llama la obra que aquí vemos: Tabaco.

En la galería LIVIA BENAVIDES, también limeña, encontramos el delicado trabajo sobre tela de Chonon Bensho (Pucallpa, 1992), una artista multimedia que pertenece también a una población del Amazonas peruano: los Shipibo Konibo. Su interés se centra en recuperar la tradición ancestral del Kené, un estilo que se plasma tanto en el cuerpo de los indígenas, como en las cerámicas, los textiles o las coronas de los chamanes.

Siguiendo el curso del Amazonas, entramos en territorio de Colombia, desde donde llega la galería ESPACIO CONTINUO. Allí encontramos la obra de dos artista bogotanas: Linda Ponguta y Juliana Góngora. "Ambas comparten el interés por el conocimiento ancestral, la relación con la tierra y las comunidades indígenas", nos comentan en la galería.

En una pared de taller encontramos muestras de los elementos que se emplean para elaborar sus creaciones: la leche, el adobe, la sal, el maíz…. "Juliana presenta unos pequeños cuencos elaborados con leche y cal, porque ese objeto es la manera primaria de dar y recibir. La leche es también el inicial contacto del ser humano con el alimento, y la artista separa la caseína de la leche para moldearla y tejerla". Como se entere Cristina Pedroche les encarga un vestido corto.

Una estética influenciada por la costa caribeña de Colombia se ofrece en la obra de Ofel... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto