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¿Qué había antes en el edificio del museo Thyssen-Bornemisza? La historia detrás del palacio de VillahermosaDicen que es mejor que Arco: la feria de arte contemporáneo que debes visitar en Madrid con intervenciones efímeras en la calle y en el metro
Pasear por Madrid es tropezar con la historia en cada esquina, pero algunos lugares encierran un pasado tan sorprendente que cuesta creerlo. Entre los edificios que han sabido reinventarse sin perder su esencia, hay uno que aún conserva las cicatrices del tiempo, fusionando su legado con una nueva vida dedicada al conocimiento. Lo que un día fue un refugio para los más necesitados y, más tarde, un colegio de renombre, hoy se alza como una de las bibliotecas más impresionantes de la capital, donde las ruinas conviven con el saber en un espacio único.
Las Escuelas Pías de San Fernando, situadas en el barrio de Lavapiés, se asientan sobre lo que en su día fue la ermita del Pilar, un refugio que ofrecía ayuda a los más necesitados. Posteriormente, el lugar fue cedido a los Padres Escolapios, quienes lo convirtieron en un colegio con una gran labor educativa. Sin embargo, la Guerra Civil dejó el edificio en ruinas, y su historia pareció quedar en el olvido hasta que, décadas después, un ambicioso proyecto arquitectónico lo rescató para convertirlo en lo que es hoy: la sede de la UNED.
El arquitecto José Ignacio Linazasoro lideró la rehabilitación de este conjunto histórico, conservando las ruinas de la antigua iglesia y fusionándolas con un diseño moderno. Las paredes originales, junto con elementos contemporáneos como el vidrio y el acero, generan un ambiente único que evoca la solemnidad de su pasado y la funcionalidad de su presente. La imponente cúpula semiderruida se ha mantenido como testimonio de la historia, aportando una atmósfera inigualable al espacio.
De ermita y colegio a biblioteca "Hogwarts"
Desde su apertura en 2004, la biblioteca ha ofrecido un entorno ideal para el estudio y la investigación, con amplias mesas de trabajo y un diseño que favorece la concentración. Su valor arquitectónico y su historia llevaron a que fuera declarada Bien de Interés Cultural en 1996, un reconocimiento que destaca su importancia dentro del patrimonio madrileño.
Ubicada en la calle Tribulete, número 14, esta biblioteca que recuerda al universo de Harry Potter no solo es un lugar de estudio, sino un símbolo de transformación y resiliencia. Su fusión entre lo antiguo y lo contemporáneo la convierte en uno de los espacios más fascinantes de Madrid, una joya arquitectónica que pocos conocen y que merece ser descubierta.
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