"Son mujeres de armas tomar y muy persistentes. Siempre están pensando. Como los pilotos de avión, que van diez millas por delante, ellas ya van por delante del Arzobispado de Burgos. Es muy difícil luchar contra ellas. Son muy carismáticas". Francisco Canals, desde octubre jefe de prensa de las monjas cismáticas del monasterio burgalés de Belorado y encargado de "internacionalizar" ese contencioso jurídico y eclesial con ribetes surrealistas, está convencido de que este no será el último año que las religiosas excomulgadas por el Vaticano se coman el turrón en el histórico edificio. Sobre el inmueble pende una demanda de desahucio en precario que tenía en principio fijada para el 23 de enero la fecha para la práctica del lanzamiento, es decir, el desalojo de las religiosas.
Lejos de amilanarse, las exclarisas que en mayo hicieron público un Manifiesto católico por el que rompían la comunión con el Papa Francisco, no reconocían la autoridad emanada de la Iglesia católica posterior al pontificado de Pío XII y abominaban abiertamente del Concilio Vaticano II de los años 60 del pasado siglo, que supuso un intento de aggiornamento de la institución, se lanzaron al contraataque y denunciaron al arzobispo de Burgos Mario Iceta.
De esta manera, el mismo juzgado de Briviesca que dirimirá sobre su desahucio -tras la demanda interpuesta por Iceta-, será el encargado de sentenciar sobre la validez y eficacia civil de la separación de la Iglesia católica ratificada en aquel Manifiesto por las religiosas. También de la "ineficacia en España" del nombramiento por parte del Vaticano de Iceta como comisario pontificio, de tal manera que le condene a "cesar en toda actividad de representación y administración" de los monasterios de Belorado y Derio según la autoridad que le confiere tal designación.
Y que ellas tienen intención de dilatar al máximo la judicialización que evite un desalojo que las fuentes -tanto civiles como canónicas- dan por seguro, lo avalaría el hecho de que la primera vista sobre el desahucio, prevista para el 19 de diciembre, tuvo que posponerse ante la incapacidad de notificar dicha demanda a todas las exmonjas. Hubo un par de ellas que no pudieron ser localizadas, al parecer por haberse trasladado a otro monasterio que tienen, el de Orduña, "al que van de vez en cuando para vigilar", apunta su jefe de prensa en conversación con El Confidencial.
"Como un Gran Hermano"
"Tiene una actitud de energía máxima, de hípervitalidad", asegura Canals. "Esto es como un Gran Hermano. Al principio había 19 monjas y ahora quedan 13, y es como que las que quedan al final, estas 13, son las activistas, las convencidas, las que no parará nadie, las de seguiremos adelante… Son conscientes de las dificultades, porque día a día van hablando con el abogado, pero, como dicen, Dios proveerá, y continúan con su día a día, y de manera muy optimista y convencida".
Y, atendido el frente jurídico por su abogado Florentino Aláez, a difundir ese día a día se ha consagrado Canals, porque, según sostiene, "se ha dado tanta mala imagen, se las caricaturizó tanto con aquello del cura coctelero…". Y la imagen que él pretende ahora presentar es la de unas rebeldes con causa contra un ente todopoderoso, el Vaticano, y punta de lanza de un movimiento que podrían seguir otros monasterios también en España, aunque no haya ningún atisbo por el momento de esto y sí incredulidad tanto en la Conferencia Episcopal como en la Conferencia de Religiosos (CONFER) de cómo se ha llegado a una situación que por veces roza lo esperpéntico.
"Son monjas rebeldes que no están viviendo esto como con un lamento y una tristeza, sino que son mujeres que irradian energía. Siempre contentas, alegres, emprendiendo, eso sí, muy ocupadas ahora porque, como son menos, y ya no tienen empleados, tienen que trabajar por tres: cuidar a las mayores, la horticultura, el corral doméstico, intentar producir chocolates para generar recursos… Realmente puedo decir que son mujeres hiperactivas. Desde las 8 de la mañana hasta las 11 o 12 de la noche están súper ocupadas", señala Canals, quien periódicamente visita el monasterio para grabarles videos y hacerles entrevistas para difundir a través de una lista de distribución en donde hay inscritos unos 150 medios de comunicación. Entre ellos, The Times o The New York Times, "que ya han entrado con reportajes y artículos", cabeceras que Canals exhibe con orgullo y que, admite, "responde a varias estrategias".
"Primera, la de internacionalizar el debate del cisma y buscar apoyos. ¿Por qué? Porque estamos en un momento en el cual hay muchas diferencias dentro de la Iglesia tradicional, la Iglesia oficialista, y hay diferencias en Francia y en Italia y en Estados Unidos y en tantos sitios. Por tanto, el ejemplo de las clarisas de Belorado se podía internacionalizar", argumenta.
La segunda estrategia ideada desde Belorado apunta directamente a Roma: "Hay alguien en el Vaticano, en la Santa Sede, que está sentado en una mesa, que está siguiendo día a día, hora a hora, este tema. Que ellos vean que las monjas saben plantar cara y que pueden recoger apoyos internacionales y lograr que todo el mundo participe en esto", razona el jefe de prensa. "Soy del convencimiento -dice animosamente Canals- de que toda esta presión internacional acabará surtiendo efecto, que el Vaticano acabará moviendo su ficha porque ahora mismo lo que sí que podemos decir es que al Vaticano este tema se le está yendo de madre, se le está yendo de la mano, con medios internacionales, con The Times, con The New York Times… Llegan ya correos electrónicos del extranjero, emails de apoyo, entrevistas de aquí, de allá, de Alemania, de Bélgica, etc".
El deseado ‘efecto dominó’
"La Santa Sede es experta en diplomacia, en relaciones internacionales, y al final tendrá que darse cuenta de que el obispo -un obispo local de Burgos-, ya no es capaz de gestionar esto, porque ya ha pasado de ser un problema local a ser un problema internacional, porque obviamente otras comunidades [religiosas] van a ver en lo de Belorado un ejemplo, y sería un efecto dominó", señala Canals.
Lo que probablemente Canals tampoco ignore (y sabe a ciencia cierta el abogado Aláez) es que la Santa Sede tiene también gran pericia en el manejo del tiempo. Y este sigue jugando a su favor, además de unos convenios internacionales como los Acuerdos Iglesia-Estado entre España y el Vaticano, de 1979, que regulan, entre otras cuestiones, sus relaciones jurídicas y que estipulan, por ejemplo, que "el Estado reconoce la personalidad jurídica civil de la Conferencia Episcopal Española, de conformidad con los Estatutos aprobados por la Santa Sede", o que, "a los efectos de determinar la extensión y límite de su capacidad de obrar, y, por tanto, de disponer de sus bienes, se estará a lo que disponga la legislación canónica, que actuará en este caso como derecho estatutario".
Pero mientras se dirime esa batalla, las exclarisas (la excomunión canónica las priva del nombre de la orden fundada por santa Clara) se enfrentan a las del día a día, donde afrontan la merma de ingresos y el pago de las deudas que han ido contrayendo y de las que el comisario pontificio, que accedió al control legal de las cuentas, no quiso hacerse cargo, aunque las sigue proveyendo de fondos para manutención y también para el cuidado de las cinco monjas ancianas, las únicas que generan ingresos fijos a través de sus pensiones.
Las campañas de crowdfunding ideadas por las religiosas no han aliviado sus penurias, como tampoco parece que la campaña de apadrinamiento de gallinas puesta en marcha (han conseguido una veintena de suscripciones) vaya a enderezar las deudas que mantienen, entre otros, con el Ministerio de Hacienda. Las negociaciones con un proveedor para que las vuelva a surtir de materias primas a cambio de un porcentaje en las ventas han posibilitado que hayan puesto de nuevo en marcha el obrador para fabricar el chocolate RqueR, "la marca que han lanzado con esta expresión española, que significa ser persistente y seguir adelante, pese a las dificultades", apunta Canals, quien señala que están recibiendo peticiones "de toda España e incluso del extranjero".
"Por eso esta semana de Navidad están desbordadas de trabajo", indica el jefe de prensa, quien, junto con ellas, está ideando "nuevas iniciativas" que se darán a conocer las próximas semanas.
Voluntarios y familias de acogida
"Quieren plantar cara a la adversidad y emprender", incide Canals, y asegura que eso se está traduciendo "en muchas llamadas desde todos los rincones de España, de gente que las quiere ayudar, colaborar como voluntarios… Incluso han recibido llamadas de familias diciendo, "si os desahucian podéis venir a dormir a casa, aunque sea en un dormitorio compartido"". ¿Han llamado familias del pueblo para ofrecerles alojamiento? "No, no, no, del pueblo no, de diferentes lugares de España", responde. En el pueblo hace tiempo que están cansados de la exposición mediática y la mala imagen que creen está causando este asunto.
Mientras, un obispo sedevacantista brasileño se ha instalado en la hospedería del monasterio de Belorado, donde también se alojan las familias de las religiosas que constantemente entran y sale para visitar a sus hijas, hermanas o tías. Cada día, a las 7 de la tarde, el obispo Rodrigo Henrique Ribeiro Da Silva les preside la misa. Treinta o cuarenta minutos y después, regreso a la hospedería. También él parece estar esperando una oportunidad, como antes otros falsos obispos y curas.
"Da Silva no las tiene secuestradas ni les ha lavado el cerebro, como han dicho algunos medios", refuta Canals, quien tampoco sabe decir cuánto tiempo tiene previsto permanecer en el monasterio este personaje. "Silva no es que se vaya a quedarse para siempre. Es un colaborador externo, está temporalmente, hasta que a las religiosas les parezca y digan, pues hemos colaborado hasta aquí, sea un mes, seis meses…". Monjas rebeldes a la fuga o a la deriva, según a quien se pregunte. "De armas tomar", apostilla su jefe de prensa. Y sin atarse a nadie.
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