Conchita pone música a un cuento infantil: "Los niños viven la discapacidad sin connotación negativa"


         Conchita pone música a un cuento infantil: "Los niños viven la discapacidad sin connotación negativa"

Voy a estar bien, decía la cantante Conchita en un vídeo musical donde además de cantar, bailaba claqué. Para aprender esta disciplina de baile, tuvo que...

Voy a estar bien, decía la cantante Conchita en un vídeo musical donde además de cantar, bailaba claqué. Para aprender esta disciplina de baile, tuvo que apuntarse a clase. Allí conoció a Amparo Fontanet, una trabajadora del sector del marketing y el diseño gráfico. Aprendieron claqué y se hicieron amigas.

Por aquel entonces Amparo dibujaba (casi como afición) personajes dirigidos al público infantil. A Conchita le interesaba mucho el tema, ya que tiene un hijo de 6 años. Amparo compartía lo que iba creando en Instagram y Conchita lo veía y lo comentaba con ella.

“Yo soy de las que creen que las cosas pasan por algo, lo que tenemos que hacer es unir los puntos”, explica Conchita. Así que, un tiempo después le dijo a Amparo: “¿Por qué no hacemos algo juntas?”. Amparo estaba muy ilusionada, “Conchita creía mucho en los personajes y yo siempre he querido hacer cuentos ilustrados”.

Estuvieron mucho tiempo pensando qué hacer. Hasta barajaron la opción de hacer un musical, pero tras muchas horas de investigación y reflexión, decidieron que harían un libro ilustrado acompañado de una serie de canciones. “Esto se hace poco y a mí me parece muy bonito”, dice Conchita. “Yo me fijo en lo que le gusta a mi hijo y los cuentos con música le encantan. Se va al cole escuchando las canciones y así conoce un poco mejor a los personajes. Este formato posibilita que, por ejemplo, personajes sobre los que se pasa de refilón en el cuento, tengan una canción propia que les dedica tres minutos. El cuento y las canciones se complementan el uno al otro”. Para Amparo la música ayuda a crear el universo que ella ha querido desarrollar en su cuento.

Empezamos a pensarlo en la pandemia y a mí me salvó un poco porque al final estás ilusionada con un proyecto nuevo”, recuerda Conchita.

Así nació Trespatas y Olivia. Millones de posibilidades, un libro con su propia banda sonora formada por ocho canciones. El proyecto se dirige a niños de entre 3 y 8 años.

Amparo le mandaba versiones de los personajes y de la historia mientras que Conchita le mandaba propuestas de canciones.

“Es un cuento gracioso y sencillo de leer. Ahora mismo me siento como cuando saqué mi primer disco”, cuenta Conchita emocionada.

“También espero que haya adultos”, añade Amparo, “que saquen un buen significado del cuento. Son historias que entretienen a los niños pero hay un subtexto que llega a los adultos. Los cuentos infantiles más bonitos son los que llegan a los adultos y espero que eso pase con este. Que un adulto lo lea y diga es verdad. Al crecer nos cerramos posibilidades y pensamos que no podemos hacer cosas. Los niños no ven los límites y es importante que los padres no se olviden de eso: recordarles que siempre hay posibilidades. Tú tienes tus recursos dentro de ti para buscar soluciones. El aprendizaje es buscar los recursos dentro de ellos mismos. Esto es lo que experimenta Trespatas durante la historia”, explica Amparo.

“Dentro del libro hay un momento en que dicen se me ocurre una de esas ideas que solo se te ocurren cuando no te rindes”, añade Conchita. “Esa, esa, esa frase”, enfatiza Amparo.

Amparo y Conchita unieron sus habilidades. “Qué mejor que contar con la música para transmitir algo que ya tiene imagen y palabra. La música es una cajita de emociones”, dice Amparo.

Sus creadoras recomiendan primero leer el cuento y luego escuchar la música o viceversa, pero nunca hacerlo a la vez. El libro tiene también actividades para fomentar la creatividad. “Están pensadas para hacer sin móvil, sin pantallitas. Son de dibujar, de escuchar las canciones”, cuenta Amparo.

Como su nombre indica, el perro Trespatas tiene tres patas. “Pero no se habla de ello, se pasa muy por encima y se trata con naturalidad. Se trata de ver que todos somos diferentes pero también parecidos”, explica Conchita. “No es la historia de un perro al que le falta una pata. Es un cuento sobre las soluciones que busca a los problemas, da igual que tenga tres patas”, añade Amparo. “Trespatas hubiera sido igual con cuatro patas y eso ya es una enseñanza. Él tiene soluciones para todo, así que no tiene importancia que tenga tres patas”, apunta Conchita.

Amparo cree que el tema de la discapacidad se convierte en un drama por cómo los adultos la ven. “Los niños la viven de otra manera. La connotación negativa la dan los adultos. Es obvio que este perro tiene tres patas,... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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