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Díaz logra imponer su reducción de jornada: por vía de urgencia y sin ayudas a empresasGonzalo Bernardos revela las causas por las que el alquiler turístico en España representa un riesgo para el mercado del alquiler: "se ha hecho mal"
El Gobierno sigue avanzando en la implementación de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, un cambio que se llevará a cabo sin afectar los salarios de los trabajadores. Tras el acuerdo alcanzado con los sindicatos CCOO y UGT, el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el anteproyecto de ley el 4 de febrero de 2025, dando inicio al proceso legislativo necesario para su entrada en vigor.
Una vez aprobado el texto por el Ejecutivo, la propuesta deberá pasar por los órganos consultivos y posteriormente ser debatida y votada en el Congreso de los Diputados. La intención del Gobierno es que la normativa esté plenamente en vigor antes del 31 de diciembre de 2025, permitiendo un periodo de transición para que las empresas se adapten a la nueva jornada laboral.
Además de la reducción de horas, la reforma contempla la obligación de que las empresas lleven un registro digital de la jornada de cada trabajador, accesible para la Inspección de Trabajo y los representantes sindicales. Con esta medida, se busca evitar incumplimientos y garantizar que la nueva normativa se aplique correctamente.
A pesar de las reticencias expresadas por la patronal, que considera que esta medida puede afectar a la productividad, el Gobierno y los sindicatos defienden que la reducción de la jornada mejorará la calidad de vida de los empleados y favorecerá un modelo laboral más eficiente. De cumplirse los plazos previstos, la nueva jornada de 37,5 horas semanales podría aplicarse de manera generalizada a partir de 2026.
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