El truco para tener garbanzos siempre listos, sin recurrir a los botes de conserva


         El truco para tener garbanzos siempre listos, sin recurrir a los botes de conserva

Ensalada, cocido, guiso... El garbanzo es un alimento que se puede incluir en muchas recetas, y lo más cómodo es comprarlos de bote. Este truco te permitirá tenerlos preparados para su posterior uso.

No existe cocido madrileño en España sin un buen puñado de garbanzos. Este alimento, al igual que la patata, está muy presente en varias recetas de nuestra cultura gastronómica, además de la anteriormente mencionada. Ya sea en guisos, ensaladas o sopas calientes que sientan genial en esta época del año, nunca está de más tener un bote con este producto en la despensa.

A la hora de comprar garbanzos, hay dos formas. Una es obtener el alimento seco, lo que implica un proceso para ablandar el producto que debe iniciarse, como mínimo, la noche de antes de cocinarlo. La otra manera es obtenerlo directamente de bote, cuya ventaja principal es que estaría el garbanzo listo para usar.

En el caso de comprar los garbanzos secos, hay muchas maneras de ablandar el producto y que obtenga la calidad de siempre. Algunas son las que te explicamos aquí, pero hoy venimos con otra alternativa para conseguir los mismos resultados.

Cómo tener garbanzos listos

En este truco, debemos tener en cuenta la necesidad de un remojo nocturno e ir cambiando el agua constantemente. Para ello, meteremos un buen puñado de garbanzos en un bol con agua y los dejaremos durante toda la noche.

La parte difícil viene ahora, y es que habría que cambiar el agua cada tres horas. Sabemos que es un paso poco apetecible, pero asegura quitarle a los garbanzos todos los elementos nocivos que provocan los incómodos gases propios de las legumbres.

Al día siguiente, escurriremos los garbanzos y separaremos el puñado en pequeñas porciones, las cuales se meterán en bolsas para congelar. A continuación, dejaremos la legumbre en el congelador.

Este electrodoméstico viene genial para este truco ya que, debido a las bajas temperaturas, interrumpe el proceso de hidratación de los garbanzos. Lo siguiente que hay que hacer es sacar una de las bolsas, meter los garbanzos en agua caliente para que se descongelen y ya estarían listos para cocinar.

Se trata de una manera muy hábil para tener siempre a mano un buen puñado de garbanzos y utilizarlos en cocidos, guisos, sopas, ensaladas o hasta platos de inspiración oriental. Asimismo, seguirán conservando tanto el sabor como la textura de siempre. Un truco más a tener en cuenta para ser un experto 'foodie'.

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