El fin a la crisis de la mutualidad parecía cerca cuando el Gobierno ha anunciado una subida de la prima, pero Adeslas y Asisa no tienen claro todavía si acudirán a la licitación. En CSIF, hasta que esto no pase, siguen pensando en los paros.
Muface vive hoy un día crítico. En Consejo Ministros el Gobierno ha aprobado la nueva licitación en la que se sube hasta el 33,5% las primas a las aseguradoras. Ahora son ellas las que tienen que decidir si optan a seguir prestando asistencia sanitaria a 1,5 millones de funcionarios. El Ejecutivo ha movido ficha al adelantar parte de los datos de la nueva oferta a falta de conocer el pliego, que verá la luz antes de fin de año, pero tanto las aseguradoras como los mutualistas por ahora piden prudencia. La nueva Muface que Función Pública pone sobre la mesa parece ceder ante las exigencias de Adeslas Asisa y DKV, pero ¿qué pasará ahora?
Adeslas, DKV y Asisa, las tres aseguradoras que actualmente prestan la asistencia sanitaria a los funcionarios en el marco del concierto con Muface, han expresado cautela sobre la nueva propuesta del Gobierno y esperarán a ver los pliegos de la licitación. Esto hace que la solución a la crisis de Muface se haga esperar.
Asisa asegura no haber adoptado ninguna decisión sobre si acudirá a una licitación que en un primer momento quedó desierta. Eso sucedía el pasado 5 de noviembre, momento en el que estalló una crisis que hoy se acerca a un final que los mutualistas esperan sea feliz para continuar con su asistencia sanitaria concertada tal y como la tenían hasta que por primera vez en la historia de la mutualidad desde el ministerio de Sanidad se haya abierto la puerta a su desmantelamiento.
Asisa, la más esperanzadora
Así, en Asisa se esperarán a conocer los pliegos condicionados de la licitación. Los quiere estudiar "para valorar todos los factores a tener en cuenta y poder tomar una decisión sobre su continuidad en el modelo". "En todo caso, estamos convencidos de que la pervivencia y la estabilidad del mutualismo administrativo es necesaria para el correcto funcionamiento del conjunto de Sistema Nacional de Salud", ha afirmado para alivio de los funcionarios afectados.
Adeslas cuestiona los plazos
En el caso de Adeslas, su posición es también esperar para "estudiar en detalle" los supuestos y decidir su postura sobre presentarse o no a la licitación. Pero da un paso más al asegurar que esa subida del 33,5% "está bastantes puntos porcentuales por debajo de la propuesta" al Gobierno. Este mensaje es menos tranquilizador y la fricción está en los años. El Gobierno habla de tres años, "cuando las aseguradoras planteaban dos máximo, para evitar imprevistos y costes sobrevenidos".
A la espera de conocer la decisión sobre presentarse a la licitación de DKV -sin haber comentado la oferta lanzada hoy desde el Gobierno-, en el caso de Adeslas estudiarán la propuesta pero dejan clara su posición: "Que el convenio sea sostenible para, al menos, dejar de incrementar las pérdidas tan lesivas que hemos sufrido con este último convenio".
CSIF sigue adelante con posibles paros de funcionarios
De las tres aseguradoras están pendientes ese 1,5 millones de funcionarios que han denunciado ante el Defensor del Pueblo que desde que surgió la crisis han visto canceladas o retrasadas algunas de sus citas médicas. Desde CSIF por ahora prefieren no lanzar las campanas al vuelo y piden también prudencia para conocer el posicionamiento de las aseguradoras. CSIF ha declarado que espera que se llegue a un acuerdo cuanto antes para "terminar con la incertidumbre y la desatención que actualmente sufren los mutualistas, aportándoles tranquilidad y seguridad".
Una de las exigencias de CSIF al Gobierno era que presentara una licitación a la que se pudieran presentar las aseguradoras una vez conocidas sus exigencias. Y aplaude que así haya sido. Temían que la respuesta del ministro de Función Pública, Óscar López, de que se publicitaría la nueva licitación antes de que finalizara el año fuera mentira, pero por ahora el Gobierno ha cumplido con su guion. En el aire quedan todavía las amenazas de paros de los funcionarios que seguirán manifestándose hasta que la nueva licitación quede sellada.