Alcaldes extremeños contra el fin de la central nuclear de Almaraz: "No nos resignamos"

Las puertas de la central nuclear de Almaraz, en Cáceres, tuvieron este martes más afluencia de la habitual. Bajo el lema "¡No nos resignamos!", una treintena de alcaldes de las zonas de influencia llegaban sobre las once de la mañana para reclamar que la central se mantenga abierta. El próximo mes de marzo marca el límite para pedir de forma ordenada este mantenimiento, aunque el cierre de la planta completa no está previsto hasta 2028.

"No se sostiene que siempre se hable de despoblación y que cierren nuestra principal industria", lamentó Fernando Sánchez, el primer edil de Belvís de Monroy (Cáceres, 720 habitantes), a El Confidencial después de asistir a la concentración matutina. Allí se reunían políticos de todos los signos, ya que la central nuclear de Almaraz es el principal motor socioeconómico de la comarca extremeña del Campo Arañuelo. "Es fundamental para nuestros municipios", señaló Sánchez.

El presidente de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares, Juan Pedro Sánchez, también participó en la concentración y defendió que "no existe ninguna razón de peso ni sentido común para que se cierre la central nuclear de Almaraz. Por eso es el momento en el que todos tenemos que luchar en la misma dirección". También pidió "despolitizar" el debate sobre la continuidad de la central. "No es una cuestión política", zanjó. El calendario del cierre apunta a noviembre de 2027 para el cese de la actividad en la Unidad I y para octubre de 2028 el fin del trabajo en la Unidad II.

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Carlos Sánchez

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A través de una declaración conjunta, todos los regidores de los municipios afectados pusieron el acento en que la central es un motor económico clave gracias a su capacidad para crear empleo estable, de larga duración y altamente especializado. Además, los responsables apuntaron a que genera 3.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos. La palabra que escogió Enrique Hueso, el edil de Navalmoral de la Mata (16.900 habitantes), para describir la situación es "incertidumbre": "Hay cientos de jóvenes extremeños que no se van a quedar aquí si no está la central porque arrastra otros muchos negocios y oportunidades de empleo".

Los alcaldes incidieron en que "es una de las mejores centrales nucleares del mundo y un ejemplo en seguridad, fiabilidad y profesionalidad" y que "así ha sido avalado por la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares". "No entendemos que se vaya a cerrar, porque todavía no han dado un argumento sólido. Ningún país está cerrando sus centrales", subrayó Hueso y puntualizó: "Va a provocar un déficit de energía en Extremadura y Andalucía". Por esto, los representantes municipales pidieron "una negociación entre gobierno y entidades privadas para la continuidad de la central de Almaraz".

Los alcaldes de las zonas cercanas a la central nuclear de Almaraz en la concentración de esta mañana (EFE)

Además del empleo, Hueso puso también el foco en la aportación que supone esta central para el PIB y la fiscalidad de la región. "Extremadura no se puede empobrecer más. Por eso pedimos justicia social con este tema", remarcó. El manifiesto leído este martes por el alcalde de Almaraz, Juan Antonio Díaz, apuntaba en este sentido: "El cierre tendría efectos devastadores para los habitantes, provocando su empobrecimiento, pérdida de calidad de vida y, en última instancia, la despoblación de la zona".

Estas reivindicaciones no están únicamente en boca de los alcaldes más cercanos a la central. Las diputaciones de Cáceres y Badajoz, así como la Junta de Extremadura, ciudadanos y trabajadores de la central apoyarán la concentración del próximo 18 de enero, que, según prevén los alcaldes, será "multitudinaria". "Tienen que venir representantes de los 338 municipios que forman Extremadura, porque es la principal industria de la comunidad", reclamó Hueso.

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