Los siete episodios de la nueva entrega del mayor éxito de la historia de Netflix terminan con muchas preguntas.
[Este artículo contiene SPOILERS de 'EL JUEGO DEL CALAMAR' temporada 2]
Fue en 2021 cuando El juego del calamar, una frugal producción coreana que empleaba una brocha gorda de violencia y masacre para pintar su crítica a la desigualdad y la codicia capitalistas, se convirtió en un fenómeno masivo a escala planetaria. En pocas semanas acabó coronándose con más de 265 millones de visualizaciones como la serie (y contenido en general) más vista de la historia de Netflix, con
Un éxito de esa categoría estaba llamado a exprimirse más allá de sus posibilidades. El creador Hwang Dong-hyuk, que también firma el guion y la dirección de todos los episodios, ha explicado que su mayor motivación para hacer la segunda temporada de la serie (y la tercera, con la que concluirá la historia) ha sido, muy en consonancia con lo exhibido en El juego del calamar, el dinero. Su nuevo sueldo debería reflejar más adecuadamente el éxito de la primera temporada.
Así llegamos a esta segunda temporada de siete episodios (frente a los nueve de la primera) cuya conclusión en cliffhanger puede resultar chocante a muchos espectadores que esperaran que la nueva entrega pudiera funcionar como historia cerrada. No. Parece evidente que Hwang ha cogido sus ideas para continuar la historia de El juego del calamar y las ha estirado de tal manera que le den lo suficiente para montar dos temporadas desarrolladas a la vez, de ahí el corte radical en el final de la segunda.
Así acaba 'El juego del calamar 2'
Igual que la primera temporada de El juego del calamar era una idea de largometraje que acabó troceada en forma de serie, su continuación ha sido dividida en dos temporadas pero se siente más como una historia partida por la mitad. El relato ha quedado en pausa hasta la siguiente entrega, dejando por resolver todos los arcos argumentales (de aquellos personajes que siguen vivos, claro está).
Seong Gi-hun, el ganador de la primera temporada interpretado por Lee Jung-jae que ha vuelto a participar en una nueva edición del juego para dinamitarlo desde dentro, acaba la temporada con sus planes de rebelión frustrados por completo. Tras dirigir a su grupo de seguidores en una lucha sin cuartel contra los guardias y liquidar a unos cuantos, están siendo acribillados y masacrados por quienes les superan en número.
Los jugadores rebeldes han conseguido llegar al cuartel de los organizadores, pero allí aparece el Líder (Lee Byung-hun), que se ha estado haciendo pasar por el Jugador 001 para sabotear la rebelión, dispuesto a echarle un contundente jarro de agua fría a su revolución. Gi-hun asiste a la ejecución de su amigo Park (Lee Seo-hwan), el Jugador 390, de un tiro en la cabeza a manos del Líder enmascarado.
Más guardias armados entran en el dormitorio donde se han quedado los jugadores que no habían tomado parte en la rebelión, con lo que el juego se reanudará de inmediato. La escena postcréditos ya adelanta cómo será la prueba que Hwang considera "la más emocionante de la tercera temporada".
¿Y qué pasa con los del barco?
Aunque la mayor parte del tramo final de la temporada se centra en los participantes del juego y los intentos de Gi-hun por orquestar el derrocamiento de los organizadores, de forma paralela se desarrolla la subtrama del policía Hwang Jun-ho (Wi Ha-joon) y su equipo a la búsqueda de la misteriosa isla donde tiene lugar el juego.
La línea narrativa no ha dado mucho de sí en estos episodios, pues sus pesquisas se han visto distraídas por varios impedimentos y pistas falsas de los organizadores, pero al menos hemos descubierto que detrás de tanta traición se encuentra el capitán del barco, a las órdenes de los organizadores del juego, así que es de suponer que en l... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}