El mundo de los movimientos antisistema y de los colectivos okupa está indignado por el encarcelamiento en Francia de Enric Duran, en su día conocido como el Robin Hood de los Bancos. Duran fue detenido el pasado junio y acusado de blanqueo de dinero como integrante de una banda dedicada a estafar por Internet. El pasado 21 de noviembre, el Ministerio del Interior francés le entregó un escrito de expulsión de Francia por dos años, acusándole de ser "un peligro para el orden público". La orden se cumplirá cuando Duran abandone la cárcel de Osny-Pontoise, donde una jueza lo mantiene recluido desde el pasado junio. Duran ha presentado una apelación, mientras niega que pertenezca a alguna banda y asegura ser el trader de criptomonedas "más prestigioso, transparente y ético".
Enric Duran protagonizó en 2008 uno de los episodios más curiosos y rocambolescos del activismo barcelonés. Vinculado a movimientos de ultraizquierda, Duran pidió 68 préstamos a 39 entidades bancarias diferentes, creando para ello una empresa fantasma y falsificando documentos para justificar ingresos. El monto del fraude ascendió a 498.000 euros.
Una vez conseguido el dinero, anunció que no pensaba devolverlo y que con él había financiado algunas campañas anticapitalistas, entre ellas la publicación de la revista Crisi, de la que distribuyó gratuitamente 200.000 ejemplares. Acto seguido, anunció su huida a "otro continente" para evitar las denuncias, llevándose solo 8.000 euros del dinero expropiado. En 2009, volvió a Barcelona y fue detenido durante un desalojo de la Universidad de Barcelona, en medio de las protestas del movimiento antiBolonia. Dos días más tarde, ingresó en la cárcel sin fianza. El Observatorio DESC, donde entonces trabajaba Ada Colau, fue la principal asociación que salió en su defensa. Tras intentar aplazar su juicio en 2014 con varias artimañas, finalmente no se presentó a la vista y optó por el exilio en Francia.
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M. H. G
En esa fecha, ya había creado la entidad Cooperativa Integral Catalana, que desarrolló FairCoop como una cooperativa abierta de ámbito mundial para crear un nuevo sistema económico más equitativo. Ahí entró en contacto con el mundo de las criptomonedas y fundó Faircoin para reflotar su propia moneda virtual en un proyecto en el que fue apoyado por las plataformas P2P Foundation y Dark Wallet, basadas en la ética hacker para fomentar el cooperativismo.
Blanqueo de dinero
El experimento acabó con sus huesos en la cárcel parisina de Osny-Pontoise el pasado junio. La acusación que pesa sobre él es blanqueo de criptomonedas Bitcoin a través de banda organizada. Según las plataformas que le defienden, "presuntamente realizaba intercambios entre euros y criptomonedas para clientes que estaban realizando, sin su conocimiento, un fraude comercial". Ese fraude consistía en vender productos por Internet que luego no enviaba a los compradores. Pero, paralelamente, Duran le daba bitcoins a su cliente y recibía a cambio euros contantes y sonantes y de ahí la acusación de blanqueo de capitales.
En un escrito del pasado mes de octubre que envió al juzgado, el Robin Hood catalán acusa que "el cliente intercambió con muchos traders diferentes y soy el único que ha sido acusado hasta ahora de colaborar con blanqueo de dinero. Como podríamos esperar, tampoco el banco que facilitó la circulación de los fondos ha sido acusado. De hecho, probablemente sin mi historial como el Robin Hood de los Bancos no habría pasado estos meses en prisión".
En otro escrito fechado el pasado 12 de noviembre, el activista explica que su vinculación con el fraude se debe a sus relaciones comerciales con dos tiendas virtuales, Stockwan, y Relaxsoria.com. Esa relación permitió descubrir que Duran opera internacionalmente en el mercado de las criptodivisas. "Stockwan, la primera de las dos tiendas relacionadas con mis transacciones, se inauguró en noviembre de 2023 y la segunda, Relaxsoria.com, abrió sus puertas en febrero de 2024. Pero, erróneamente, los investigadores dedican 20 secciones del expediente a la investigación de las transacciones bancarias de las empresas vinculadas a esta tienda, realizadas entre enero y junio de 2023 e, indirectamente, relacionadas con mi cuenta bancaria de IPP en Francia y mi negocio en Inglaterra", alega Duran en su descargo.
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"Solo soy una de las docenas de proveedores de criptomonedas que el estafador hizo servir en sus 3 años de estafas y, también, el más prestigioso, transparente y ético", le dice a la juez en la carta, donde le exige "una rectificación tan pronto como sea posible, porque vuestro trabajo de investigación —que es muy necesario para las víctimas y los intereses de los consumidores— está siendo confundido por el tiempo y por los recursos públicos que se pierden con una persona, la que escribe, que es inocente, y que también comparte el objetivo de llevar justicia y soluciones con usted y con la parte civil".
Pese a que hace dos semanas presentó una demanda de puesta en libertad, la jueza lo mantiene en prisión. Curiosamente, la respuesta fue la decisión del Ministerio del Interior de expulsarle de Francia, lo que a él le permite colgarse una medalla: "Aunque sea casi un honor ser considerado un peligro público en un estado seudofascista como el de la Francia actual, no se trata de una decisión individualizada contra mí, ya que muchos otros detenidos sin pasaporte francés han recibido la misma orden estos últimos días, independientemente de ser preventivos o condenados. Se trata, de hecho, de una acción propagandística del ministro del Interior, Bruno Retailleau, en su campaña de tolerancia cero hacia la inmigración para mantener el apoyo de la extrema derecha", se ufana en una carta pública que lleva fecha de 27 de noviembre.
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