En tiempos en los que la desinformación reina en las pantallas, las redes sociales se han convertido en el principal moldeador de la opinión política de la gente. Así lo indica el último estudio sobre tendencias sociales que realiza el CIS anualmente. En tres años, las redes e internet han pasado de ser el tercer factor más influyente en el criterio político de los españoles, a ser el primero.
“Todo mi entorno se informa principalmente a través de redes sociales; desde mi hermana de 15 años hasta mi abuela, aunque te cueste creerlo, que se cree todo lo que le sale en el móvil”, expone Claudia Díaz, una joven universitaria estudiante de Sociología. Y advierte que lo que ve en casa “es sin duda un fiel reflejo de la sociedad española”.
Es lógico pensar que existe una relación directa entre la información que lee diariamente una persona de lo que ocurre en el mundo y la percepción política de la misma. “Antiguamente, todo el mundo se informaba a través de la prensa, radio o televisión. Podía haber diferentes connotaciones políticas, pero eran informaciones contrastadas, diferentes enfoques de un mismo hecho real que conocía la gente que ayudaban a tener un conocimiento sobre el mundo. Ahora, las personas se informan menos en los medios y pasan a hacerlo en las redes, donde todo es humo y no queda claro cuál es el hecho real y cuál la interpretación”, opina Felipe López, un empresario cercano a la jubilación.
Sin embargo, aunque pueda parecerlo, los jóvenes no son el único sector de la sociedad que deciden informarse en X (la nueva Twitter), Instagram, TikTok o canales de Telegram, sino que este es un fenómeno que llega, cada vez más, hasta edades avanzadas. Según los datos del CIS, las redes sociales son el factor que más influye en las opiniones políticas en la franja de edad entre 18 y 24, entre 25 y 34, y entre 35 y 44. Y, en la mediana edad que va desde los 45 a los 54 años, se ha consolidado como el segundo factor más relevante, a sólo un 1,7% del primero, que es aquello que dice un “candidato” político.
Las redes sociales se han convertido en un vertedero; esta española sabe cómo arreglarlo
C. Otto
“Yo lo reconozco, me creo todo lo que me mandan”, cuenta con cierta resignación Maribel Hernanz, una funcionaria de mediana edad, madre de dos hijas de 18 y 24 años. “Mira, yo no tengo tiempo de andar verificando si algo es real, si es media verdad o si directamente es mentira. Simplemente, hay personas a las que sigo en redes sociales que entiendo que dicen la verdad y yo me fío de ellos”, esgrime la mujer.
Ante la pregunta de ¿por qué no se informa a través de medios de comunicación? Se repite la misma respuesta: “No tengo tiempo para leer los periódicos”. ¿Y si se puede pasar uno horas haciendo scroll en diferentes redes sociales? Y, justo aquí, Maite, otra mujer de mediana edad, da una respuesta, que, en esencia, era muy parecida a la de la mayoría de personas preguntadas por este medio: “Leer un periódico es más denso, tienes que poner intención y hacer un esfuerzo por saber qué lees. Las redes sociales son ligeras, en forma y fondo; porque son pocos caracteres, con mucho vídeo corto y se van intercalando cosas de diferentes temáticas, tanto cosas chorras como historias políticas”.
"Leer un periódico es más denso, tienes que hacer un esfuerzo por saber qué lees. Las redes sociales son ligeras, en forma y fondo"
Otra de las variables que hacen de las redes sociales un lugar “sencillo” donde crearse una idea del mundo es que son espacios donde “refuerzas fácilmente tu opinión política porque casi todo es pura opinión de los usuarios y todo es sesgo, por lo que es fácil adherirse a eso”, dice Francisco Alonso, un joven de 25 años que trabaja como community manager. Además, “el algoritmo es clave en esto, ya que sabe los perfiles, los temas y las opiniones que vas buscando y es lo que te pone delante de tus ojos, por lo que es fácil retroalimentarse en unas mismas ideas”, añade.
“Yo soy consciente de que mi idea sobre la política se forma en redes sociales”, afirma Alonso, que argumenta que “si al final es donde pasamos gran parte de nuestro tiempo a lo largo del día en nuestros ratos libres, es inevitable que sea el principal lugar que nos genere una opinión acerca de las cosas”. "Nuestra ideología la están moldeando Twitter, TikTok, Instagram, Telegram o YouTube", concluye el joven.
Un "gran mar para pescar votos"
Si los datos del CIS revelan algo es que las redes sociales se han convertido para los partidos políticos en “un gran mar para pescar votos”, tal y como lo define la politóloga y socióloga Raquel Jiménez.
“Esto es peligroso y preocupante”, alerta Jiménez, ya que “las redes no informan de forma completa a una persona, sino que dan pinceladas de las cosas que llevan a una falsa sensación de estar informado”.
Precisamente en ese horizonte, son los partidos políticos los que intentan “imponer su discurso”. Interpelan directamente a un “grupo concreto de personas” con un lenguaje “cada vez más radical”, ya que es la “tónica en la que se mueven las personas en las redes sociales”, explica la politóloga.
"Se busca tener impacto, muchos likes, muchas reacciones, mucha difusión. No un mensaje clarificador, sino uno que mueva a la gente"
Esto lleva a una “clara polarización”. “Se busca tener impacto, muchos likes, muchas reacciones, mucha difusión, no tanto un mensaje clarificador, sino uno que mueva a la gente”, afirma Raquel Jiménez. “Cada vez son más trascendentes las campañas en redes sociales de los partidos políticos, y los estudios sociológicos demuestran que cada vez influyen más en el votante”.
Ejemplos claros de la importancia de la estrategia de los partidos políticos en las redes sociales son Vox, o el fenómeno que vivió el partido creado por Alvise Pérez, Se Acabó La Fiesta, en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo. “Son casos en los que se ve que con un mensaje muy claro o radical, como quieras llamarlo, dentro de un ecosistema que tiende a la polarización, tienes un mayor éxito”, explica la politóloga, y apunta que “por eso, partidos que de inicio tienen mensajes más complejos, como los partidos clásicos (PP y PSOE), no tienen tanto éxito como Vox, y ahora buscan más simplicidad y cierta radicalidad en sus mensajes porque ven que ahí es como se consigue llegar a la gente”.
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¿Qué tiene que hacer el ciudadano para estar bien informado y poder discernir con conocimiento de causa su postura política? "Informase en los lugares destinados para ello que son los periódicos, en los que trabajan profesionales de la información y se deben al servicio de la sociedad", contesta Jiménez. Aunque apunta que "pasar tiempo en las redes sociales y enterarte ahí de cosas no es algo malo y tampoco hay que demonizarlo, sino que debe ser complementario a informarse en los medios de comunicación".
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