No solo es Canarias. Más de 600 personas han llegado hasta las costas baleares en la última semana. En total, este 2024 han alcanzado el archipiélago más de 5.470 migrantes, más del doble que el año pasado, cuando llegaron 2.278 personas, según datos de la Delegación del Gobierno en las islas. Una cifra récord tras varios años batiendo marcas. Las condiciones favorables del mar propician el aumento de llegadas durante los últimos meses del año. Además, fuentes del Govern también apuntan a "la ruptura de las relaciones con Argelia" como motivo del incremento de embarcaciones. De hecho, que España "dé un giro" en las relaciones con este país ha sido una de las reivindicaciones recientes de la presidenta Marga Prohens para "evitar que Baleares se convierta en Canarias".
Estas llegadas coinciden con un nuevo intento del Gobierno canario para que PP y PSOE cierren un acuerdo para el reparto de los menores migrantes. También, con la ruptura de las negociaciones entre PP y Vox para aprobar los presupuestos de la Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón, Baleares, Extremadura y Castilla y León. El argumento utilizado por los de Abascal para frenar los acuerdos es, precisamente, un supuesto acercamiento entre populares y socialistas en materia migratoria. Este jueves, el Ejecutivo central, el de Canarias, el de Ceuta y el PP se reúnen para intentar cerrar una postura común, si bien los populares han alejado la posibilidad de rubricar un pacto. En estas comunidades la gestión de la migración ya pasó factura a los Gobiernos autonómicos el pasado mes de julio, cuando Vox hizo saltar por los aires los acuerdos de coalición por el reparto de menores.
Aunque el foco resida principalmente en el archipiélago canario, a las islas del mediterráneo han arribado ya 190 pateras más que en todo 2023, según los datos recopilados por EFE. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Baleares señala que "están desbordados" y que "los agentes están dejando de hacer sus actividades diarias para atender a las personas que llegan". Manuel Pavón, el portavoz de esta organización, subraya que "es un problema que reivindican desde después de la pandemia". En esos años, el número de migrantes que llegaba al archipiélago rondaba los 500 anuales, una cifra que ahora prácticamente se ha alcanzado en un fin de semana. "Falta mucho personal y además también agentes especializados", puntualiza Pavón y remarca que "es generalizado y ocurre en todas las islas".
El miércoles pasado fue la primera jornada de casi una semana de goteo incesante de embarcaciones arribadas a la costa. Ese día llegaron 97 personas en cuatro pateras, tres de ellas a distintos puntos del sur de la isla de Mallorca (puerto de Cabrera, Llucmajor y Mallorca) y una que se encontraba cuatro millas al sur de Formentera, según informó la Delegación del Gobierno en Baleares. Las personas auxiliadas eran principalmente originarias del norte de África.
El jueves y viernes las llegadas se produjeron principalmente a Formentera e Ibiza, al ser las primeras islas que los migrantes se topan en la ruta. La Guardia Civil y Salvamento Marítimo rescataron en el mar a más de 238 personas entre ambos días en 16 pateras. Los cayucos se encontraban próximos a Formentera y a la isla de Cabrera. También localizaron a ocho migrantes que alcanzaron la isla a bordo de una pequeña embarcación y que ya se encontraban en tierra cerca de una gasolinera de Ibiza.
Esta llegada continuada de embarcaciones ha hecho que el Consell de Formentera tuviese que retirar el pasado viernes 15 pateras abandonadas en el litoral de la isla tras la “negativa” del Gobierno a hacerse cargo de las que se encuentran en el agua, según informó este organismo en un comunicado. Para esta tarea, la entidad ha tenido que contratar "de manera urgente" a una empresa para retirar los cayucos ante el riesgo que pueden suponer para el medio ambiente. Por ello, la institución insular baraja la posibilidad de licitar el servicio de retirada para 2025. Además, el Consell de Ibiza, ante el aumento de llegadas de menores no acompañados ha tenido que habilitar un nuevo espacio. Este año, el Consell ha contabilizado la entrada de 88 menores, más del doble que hace un año y el cuádruple que en 2021.
El fin de semana, la Guardia Civil localizó en Formentera tres pateras en las que iban a bordo un total de 48 personas de origen magrebí y una cuarta en Mallorca con 21 personas subsaharianas. Todas las personas se encontraban en buen estado de salud, según detalló la Delegación del Gobierno en las islas.
Este lunes la situación no ha sido distinta. La semana ha comenzado con siete pateras localizadas en las islas más occidentales del archipiélago. En total fueron 153 migrantes los que arribaron a baleares. También este martes alcanzaron suelo balear 34 personas que llegaban en dos pateras a Formentera y a la isla de Cabrera y el miércoles Salvamento Marítimo rescató una patera con 19 personas subsaharianas en aguas de Formentera.
A pesar de los datos, la semana pasada Fernando Grande-Marlaska, el ministro del Interior, remarcó en el Senado que la ruta migratoria entre el norte de África y Baleares "no está consolidada". Marlaska sacó pecho y aseguró que, España, en colaboración con Argelia y otros países de tránsito, evita que el 40% de las salidas se produzcan al desarticular los "grupos criminales dedicados a la trata de seres humanos".
La lectura del ministro dista de la difundida el pasado viernes desde el Consell de Formentera. Este organismo puntualizó que "no hay previsión de que esta avalancha de embarcaciones vaya a disminuir, sino todo el contrario", porque la ruta entre el norte de África y Baleares está "totalmente consolidada". También fuentes regionales apuntan en esta dirección y afirman que "todo el mundo -salvo Marlaska- coincide en que hay una ruta migratoria consolidada" y que "el fenómeno está teniendo numerosas derivadas que tensionan a los Consells por la acogida de menores".
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