"Debe haber un antes y un después en lo que ha ocurrido". Alberto Núñez Feijóo da un giro de 180 grados a su discurso político por la catástrofe de la DANA y apela ahora a evitar la "confrontación partidista". No entrará, dice, a criticar al Gobierno ni al reparto de culpas por la gestión de la tragedia. Y no sólo eso, sino que también ha comprometido hacer un alto en el clima de polarización instalado en el Congreso de los Diputados y ha garantizado a Sánchez que tendrá los votos del PP para todas las medidas orientadas a la reconstrucción de Valencia y a la ayuda y asistencia de víctimas, familiares y vecinos "que lo han perdido todo".
En un tono conciliador, el líder del PP ha solicitado al Gobierno que active una primera "inyección directa y sin burocracia" de ayudas a las zonas más afectadas, y ha pedido la coordinación de una especie de 'Plan Valencia' entre el Gobierno central y la Generalitat. "El Partido Popular facilitará [en el Congreso] cualquier decisión que avance en estas prioridades. Es el momento de arrimar el hombro", insistía. Feijóo ha insistido, además, en la declaración de la situación de emergencia nacional. "Si el Ejecutivo lo decide, tendrá todo nuestro apoyo", reiteraba.
El líder popular ha verbalizado por primera vez la petición de activar el nivel tres de alerta de la Ley de Protección Civil, lo que implicaría despojar a la Generalitat de sus competencias de gestión de emergencias, y que el mando único de la crisis recaiga en el Gobierno central. "Si esto no es una emergencia nacional, ¿qué lo es, entonces?", justificaba Feijóo. Hay que recordar que el popular Carlos Mazón declinó solicitar esta declaración y optó por la fórmula de "cogobernanza" con el Ejecutivo, lo que abulta la descoordinación entre el relato de Génova y el de su presidente autonómico.
"Ante un desastre de esta naturaleza no se espera, se actúa", incidía el líder popular, que pedía dejar atrás la refriega política y escuchar el clamor de una ciudadanía en la que se ha instalado una fuerte desconexión por la respuesta a la crisis, y que marca el deterioro de un sistema arrastrado por años de polarización. En base a esta reflexión, Feijóo ha enterrado su primera reacción a la tragedia. Porque en primera instancia, durante su primera visita a Valencia el pasado jueves, el líder del PP sí cargó contra el Gobierno, al que señaló por su falta de "colaboración".
La gestión de Mazón antes y después de la catástrofe desconcierta al PP valenciano
Marisol Hernández
El relato en Génova es ahora radicalmente distinto, una vez asumida que la gravedad de la situación y el insólito estallido social por la insuficiente respuesta del Estado no entiende de colores políticos. "No importa el PSOE ni el PP", repetía. "Lo que importa es el pueblo español, son nuestros compatriotas valencianos. No caeré en las críticas al Gobierno". Feijóo ha marcado posición una declaración institucional en la sede del partido, sin permitir preguntas de los periodistas.
"La gente no está dividida en partidos, sino en opiniones políticas. Los que ahora despejan las calles no se preguntan a qué partidos han votado. Todos debemos estar unidos ante el dolor como un único cuerpo. Esta tragedia ha golpeado a todos los españoles, no a un partido o a otro", reiteraba. Esa apelación a la unidad vuelve a chocar con la gestión comunicativa del equipo de Carlos Mazón. Hasta ahora el presidente de la Generalitat había huido del choque político contra el Gobierno, pero justo este lunes decidió también cambiar de estrategia y pasar a la ofensiva contra el Ejecutivo, al que culpa de la tardanza de mandar la alerta a la población por las inundaciones.
Feijóo condena la agresión a Sánchez en Paiporta
El cambio de rasante en el discurso del primer partido de la oposición se ha dejado notar también en la reacción a los altercados de este domingo en Paiporta (Valencia). En primera instancia, tanto Feijóo como distintos presidentes autonómicos del partido se volcaron en la defensa de los Reyes, pero obviaron mencionar los insultos y agresiones que también sufrieron tanto Pedro Sánchez como Carlos Mazón. Se da la circunstancia de que el jefe del Ejecutivo fue el único que abandonó la comitiva oficial cuando la tensión estalló.
Fuentes de Génova aseguraron este mismo domingo por la noche que no entrarían a condenar la agresión contra Sánchez —como le exigía el PSOE— para huir precisamente de la "confrontación partidista". "Lo único seguro es que si Feijóo fuera presidente, no se habría apartado del Rey en un momento así", apostillaban. Pero este lunes el tono era muy distinto, y Feijóo sí rechazó expresamente la "violencia contra sus majestades, contra el presidente del Gobierno y contra el presidente de la Generalitat".
Apuntó, no obstante, que los altercados en Paiporta y la tensísima situación que vivió la comitiva oficial no debe "desviarnos" sobre "quiénes son las víctimas de esta tragedia". "Que nadie pretenda que participemos en un relato partidista que señale a los ciudadanos por contar su verdad", incidía el líder del PP, que si lanzó un dardo velado a Sánchez por asegurar que los responsables de los altercados son unos "violentos marginales". "La indignación de los ciudadanos no es marginal ni simulada. Es muy real y entendible".
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