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Alberto Núñez Feijóo insiste en exigir la dimisión de Pedro Sánchez. Y ve en el Congreso Federal que el PSOE celebra este fin de semana en Sevilla una oportunidad de oro para que el presidente del Gobierno anuncie su "retirada" y abra "una nueva etapa en España". Pese a agitar ese mensaje en público, en la dirección de Génova asumen que el fin de ciclo está lejos, y que el gran volumen de causas judiciales que acechan al Ejecutivo no han hecho más que empezar.
Con todo, el líder del PP no pierde ocasión de denunciar en público "la situación límite" que vive Moncloa por la acumulación de casos de presunta "corrupción" alrededor del presidente del Gobierno. De todas ellas se ha hecho eco este jueves durante una intervención ante los medios de comunicación en Galicia, a dónde se ha desplazado para participar en el Congreso de Directivos CEDE que se celebra en A Coruña, y cuya clausura corre a cargo del Rey.
En las últimas 24 horas, enumeraba Feijóo, el comisionista Víctor de Aldama "se ha reafirmado en sus declaraciones"; ha trascendido la imputación del hermano de Sánchez y del presidente del PSOE en Extremadura; se ha citado al ya defenestrado líder del PSOE de Madrid, Juan Lobato, ante el Tribunal Supremo para "aclarar si hubo filtraciones ilegales" por parte de la Moncloa y de la Fiscalía General del Estado en el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso; y la asesora de Moncloa señalada por trabajar en los negocios privados de Begoña Gómez pese a su sueldo público también ha sido llamada a declarar como testigo. A todo ello se suma que, según ha adelantado El Español, la empresaria Carmen Pano ha asegurado que llevó 90.000 euros por indicación de Aldama a la sede de Ferraz.
"Nunca hemos vivido una situación de degradación tan fuerte como esta", reiteraba Feijóo, que insistía en la necesidad de que Sánchez anuncie su "retirada" este mismo fin de semana en un congreso, dice, que "va a estar mucho más pendiente de los sumarios, de las diligencias, de las citaciones y de las imputaciones que de su propia ponencia política". A juicio del líder popular, todos los casos que rodean al presidente del Gobierno provoca que España esté ante "la mayor degradación de la política española vivida desde la Constitución del 78".
"No hay tregua. Todos los días un escándalo. Todos los días una imputación en un juzgado o una citación", se lamentaba también el líder popular durante su intervención en el cónclave de empresarios. Feijóo mostró su "profunda preocupación" por la "presunta corrupción de las instituciones del Estado", y advirtió que "ni a trabajadores ni a empresario" les "favorece la inestabilidad y el sobresalto" de la situación política en España. "Ocurren cosas todos los días, y se aborda por sus responsables con una ligereza y con una frivolidad que pagaremos todos".
Pese a la ingente agenda judicial del Ejecutivo, que ha ocupado la mayoría de los mensajes públicos de los portavoces del PP, Feijóo ha querido dejarse ver esta semana ante los agentes sociales. Si este jueves participa en un cónclave de empresarios en Galicia, el pasado lunes acudió a Barcelona para participar en el congreso de la UGT. Se trata de la primera vez que un líder del PP participa en un cónclave de estas características. Y lo hizo, dijo, para defender su agenda social, su ley de conciliación —que continúa bloqueada en el Congreso— y su compromiso con la subida de las pensiones, pese a no aclarar en este punto si apoyará o no la última parte de la reforma de las pensiones pactada entre el Ejecutivo, sindicatos y patronal.
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