Joseba García, hermano de Koldo García que también está siendo investigado por la Audiencia Nacional, ha presentado un escrito en el que acusa a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de realizar una interpretación "arbitraria y selectiva" de sus movimientos patrimoniales para concluir que el incremento de su patrimonio se debe a una actuación común de la familia para ocultar el mismo.
En este escrito, presentado ante el juez instructor Ismael Moreno, la defensa de Joseba García sostiene que su patrimonio se debe a "su sueldo legítimamente obtenido mediante su trabajo y las indemnizaciones por accidente laboral", al divorcio de quien fuera su esposa entre finales de 2020 y principios de 2021, y "a operaciones de compraventa de inmuebles anteriores a los hechos objetos de investigación, y de otros que se hicieron mediante la correspondiente hipoteca".
Subraya que se trata en todo caso de "un patrimonio declarado ante la Agencia Tributaria, como corresponde, y cuyas operaciones se han hecho mediante transferencia bancaria, sin ningún ánimo de ocultación". Lamenta que los agentes hayan obviado "una explicación lógica a los movimientos patrimoniales" y se hayan abrazado a "un relato lleno de incorrecciones".
Ingresos e inmuebles
El escrito realiza un recorrido pormenorizado por su patrimonio y explica en relación con su sueldo que siempre ha tenido rentas altas desde antes de la pandemia. Suma que ha cobrado indemnizaciones por accidentes laborales y tiene "una pensión a causa de una minusvalía" que no le impide trabajar, pero que le da derecho a esa paga.
En este sentido, explica que en 2019 y 2020, además de un salario de 50.000 euros, recibió una pensión de 20.000 euros. "Esto supone una elevada capacidad de ahorro por parte de mi representado. A ello se suma que en el año 2020 recibió una indemnización, también reflejada en su renta, lo cual hizo que los ingresos ese año se elevasen aún más", explica.
Añade que esta situación "acomodada" antes de 2020 —cuando ocurrieron los hechos por los que se le investiga— "le permitía, con sus correspondientes ahorros, realizar las compraventas" de inmuebles, como la compra en diciembre de 2020 por 225.000 euros de una casa de recreo —segunda vivienda— en Polop, sujeta a una hipoteca.
A este respecto, explica que no supuso un incremento patrimonial por esa cantidad, dado que la hipoteca de BBVA fue de 191.250 euros. "El verdadero incremento patrimonial es únicamente de 33.750 euros, muy lejos de lo maliciosamente reflejado por la unidad investigadora", añade.
La vivienda de Benidorm
Sobre otra de las compras que la UCO calificaba de sospechosa, la vivienda de Benidorm que adquirió en 2021 por 140.000 euros, la defensa de Joseba García explica que la adquirió tras separarse de su mujer y usando el dinero que le aportó ella al quedarse con la casa común de Bilbao (112.000 euros).
Apunta que, ese dinero reinvertido, la UCO lo señala como incremento patrimonial, pero explica que si bien destinó esa cantidad a entre otras cosas, comprarse una vivienda, en realidad también tuvo que pedir una hipoteca de 115.000 euros.
Así, sostiene que en esa operación el único incremento patrimonial fue de 25.000 euros. Y matiza que la plaza de garaje que se queda en 2021 y que la UCO contabiliza como incremento de su patrimonio, no es más que consecuencia del reparto de bienes entre la pareja divorciada.
El patrimonio mobiliario
Al igual que hiciera su hermano en el escrito que presentó sobre su incremento patrimonial, Joseba García califica de "poco riguroso" el análisis que hace la UCO sobre sus vehículos. "Se llega a la absolutamente falseada conclusión de que mi representado y su entorno son propietarios de una especie de flota de vehículos que pasa de tener un valor de mercado de 920 euros a 63.186 euros", explica.
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Beatriz Parera
Y añade que esto es "cuanto menos, inexacto, dado que de los 10 primeros vehículos no se pudo encontrar su valor medio en la citada Orden Ministerial, motivo por el cual no se pueden tener en cuenta para ningún tipo de comparativa de precios".
En su caso, detalla, antes de marzo de 2020 contaba con dos motocicletas, una Suzuki y una BMW, y que después de esa fecha adquirió una Harley-Davidson, un Volkswagen Passat y un Mercedes. Resalta que el Passat se lo compró a Víctor de Aldama de segunda mano y con 15 años de antigüedad, y que lo vendió al año porque le daba problemas de averías. Y en cuanto a la Harley, mantiene que la adquirió con el dinero obtenido de la venta de un inmueble a uno de sus hermanos. "Se vendió un bien para poder comprar el otro", comenta.
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