Esta pequeña parroquia se ubica dentro del Parque Natural de Redes, reconocido como reserva de la Biosfera por la UNESCO.
El norte de España esconde lugares espectaculares envueltos de naturaleza y el Principado de Asturias bien es ejemplo de ello. En toda su extensión, pequeños pueblos destacan con historias únicas como la de Tanes. Esta pequeña parroquia está enclavada en el Concejo de Caso, en pleno Parque Natural de Redes y es ahora testigo del embalse que nació como un proyecto de abastecimiento. No obstante, fue esta construcción de ingeniería la que hizo sepultar bajo el agua las casas que formaban el pueblo, viéndose obligados a trasladar los hogares a la ladera montañosa.
Un enorme embalse de abastecimiento
El embalse de Tanes, en el río Nalón, se inauguró en el año 1979 y en ese momento el paisaje cambió. Los habitantes que originariamente habitaban en la zona vieron como si hogar tenía que ser trasladado por la ambición de este proyecto hidráulico. Este desarrollo tuvo su origen por un objetivo aparentemente beneficioso, ya que este embalse garantiza suministro de agua a casi todos los centros urbanos.
Este depósito de agua se encuentra dentro del Parque Natural de Redes, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2001. Y es, a día de hoy, un entorno natural protegido lleno de rica fauna y flora y valorado por los amantes del senderismo e incluso de la observación de aves. Desde hace relativamente poco, el embalse de Tanes se ha convertido en lugar recreativo en la que se pueden hacer deportes acuáticos como piragüismo.
Una ciudad sepultada y un nuevo resurgir para el pueblo
Así como la construcción del embalse fue un proyecto monumental, el resurgir de Tanes también necesitó de una planificación rigurosa. Los restos de la antigua parroquia se encuentran en las profundidades del embalse. Fueron muchos los que lucharon y protestaron porque sus hogares resistieran, pero el embalse ganó. Esto llevó a crear el nuevo Tanes ladera de la montaña arriba, siendo ahora el mirador testigo.
Por encima de las casas típicas asturianas, destaca un lugar singular que sobrevive a día de hoy en el borde del embalse. Se trata de la Colegiata de Santa María la Real de Tanes, construida en el siglo XV. En su puerta conserva la Cruz de los Caballeros de Santiago, la orden religiosa que dominaba el concejo hasta el siglo XVI.
Frente a ella se puede apreciar un histórico tejo, el árbol sagrado de los celtas que más tarde también se convirtió en símbolo cristiano. Por las zonas del norte de España, es habitual encontrar este tipo de árbol cerca de iglesias y cementerios.
Cómo llegar a Tanes
El trayecto para llegar a Tanes desde Oviedo es de aproximadamente 60 kilómetros. Desde la A-66 en dirección sur y luego la AS-17 se tarda 1 hora y 10 minutos.
Si por el contrario viajas desde Gijón son aproximadamente 80 kilómetros dirección sur por la A-8 en dirección sur y la AS-17 se tarda 1 hora y 20 minutos.
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