El accidente de un tren en el túnel que une las estaciones madrileñas de Chamartín y Atocha ha hecho saltar las alarmas porque el convoy que fue descarrilado...
El accidente de un tren en el túnel que une las estaciones madrileñas de Chamartín y Atocha ha hecho saltar las alarmas porque el convoy que fue descarrilado por técnicos de Adif iba directo contra un tren de pasajeros y pudo haber provocado una gran tragedia si llegan a colisionar. "Los accidentes ferroviarios en túneles son una ratonera", explicaba este martes a 20minutos el coordinador de talleres del sector ferroviario de CGT, Pablo San José, quien recordaba, además, lo ocurrido en Torre del Bierzo, el peor accidente de ferrocarril en la historia de España.
Aquella tragedia ferroviaria sucedió el 3 de enero de 1944, en plena postguerra española y con la Segunda Guerra Mundial aún en llamas. El tren Correo 421 de Madrid a La Coruña, repleto de viajeros en fechas navideñas, acababa de pasar Brañuelas, una pequeña localidad leonesa en lo alto del puerto de Manzanal, a 1.090 metros de altitud, pero durante el pronunciado descenso se quedó sin frenos.
El maquinista no pudo detenerse en la siguiente estación de Albares de La Granja y la cruzó a gran velocidad. El jefe de estación telefoneó alarmado a la siguiente parada, Torre del Bierzo, para que estuviera preparada, pero apenas dio tiempo a montar traviesas para frenar el convoy, que también atravesó esa estación fuera de control y enfiló el camino hacia el túnel de Torre del Bierzo, donde se produjo la tragedia.
En el interior de aquel túnel número 20 de la línea Palencia-La Coruña, que fue desmantelado en 1987, se encontraba una locomotora haciendo maniobras. Su maquinista también había recibido la alerta de que se aproximaba un tren de pasajeros sin frenos e intentó salir de la galería, pero no le dio tiempo y se produjo el impacto.
El fuego y el humo, una trampa mortal en un túnel
La colisión entre la locomotora en maniobras y el tren Correo 421 fue tan violenta que rápidamente comenzaron a arder los vagones atrapados en el interior del túnel, construidos en aquella época en madera, lo que sin duda facilitó la combustión. El virulento incendio y el humo provocaron la mayoría de las víctimas mortales, pero la tragedia pudo ser aún mayor porque también se aproximaba al túnel un tren de mercancías cargado de carbón.
Afortunadamente, el maquinista de la locomotora de maniobras, que había salido ileso de la primera colisión, pudo advertir al mercancías para que frenara antes de llegar al túnel, minimizando así una segunda catástrofe. El mercancías pudo reducir su velocidad y, aunque chocó contra la locomotora de maniobras, el impacto fue menor. Eso sí, en esa colisión perdió la vida el maquinista que había advertido al mercancías.
Aquella triple colisión en el túnel de Torre del Bierzo dejó un trágico balance de víctimas mortales y de heridos. De hecho, todavía existen dudas sobre cuántas personas murieron realmente en aquel accidente. El régimen franquista trató de ocultar la tragedia y habló en un principio de una veintena de muertos, aunque posteriormente Renfe elevó esa cifra a 78 fallecidos y algunas fuentes llegaron a reflejar entre 500 y 800 víctimas (entre ellas, el Libro Guinness de los Récords). Investigaciones posteriores más objetivas han determinado, sin embargo, que murieron más de un centenar de personas.
Pero la de Torre del Bierzo no es la única tragedia ferroviaria que ha ocurrido en un túnel en España. Mucho más reciente, en 1993 chocaron dos trenes FEVE (de vía estrecha), uno de mercancías y otro de pasajeros, en un túnel cercano a la localidad asturiana de Vega de Anzo, un accidente que dejó una docena de muertos y numerosos heridos.
Y saliendo de las fronteras españolas, muchos recuerdan la tragedia de Kaprun, en Austria, cuando un tren funicular se incendió en el interior de un túnel en los Alpes, provocando 155 muertos hace ahora 24 años.
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