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La reunión se ha hecho esperar, pero este martes Alberto Núñez Feijóo ha tenido finalmente su fotografía con Edmundo González en el Congreso de los Diputados. Desde su llegada a España, el líder opositor ha visitado la Moncloa para reunirse con Pedro Sánchez y, en representación del PP, se citó con los dos expresidentes del Gobierno, Mariano Rajoy y José María Aznar. El mandatario gallego pospuso la instantánea por problemas de agenda —el pasado viernes viajó a Grecia y este lunes, a Alicante—, pero la cita se encuadra en una semana clave para el PP, que se lanza a retratar la "soledad" del Gobierno con la crisis de Venezuela no sólo a nivel nacional, sino también en Europa.
Feijóo tiene la oportunidad de adelantarse a la posición del Gobierno y forzar a que la Eurocámara ratifique su posición sobre el reconocimiento de Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela y la solicitud a la Corte Penal Internacional que investigue todos los "crímenes" de Nicolás Maduro. El Parlamento Europeo debate este martes una dura resolución liderada por el PP, con la que se alinean sus colegas del Partido Popular Europeo y a la que espera que se unan otros grupos para que salga adelante.
El líder del PP asegura tener total confianza en que la propuesta saldrá adelante, mientras que fuentes del PP en la Eurocámara aseguran que el partido ha abierto negociaciones con "todos" para asegurarse la victoria, desde los socialistas a los liberales de Renew Europe —donde se encuadra el PNV—, pasando por Patriotas por Europa —familia a la que pertenece Vox—, con el objetivo de que se adhieran a la propuesta y reciba luz verde. La resolución no tiene carácter vinculante, pero implicaría una importante victoria política de los conservadores después de que el Congreso de los Diputados ratificase su apoyo a Edmundo González la semana pasada, en contra del criterio del PSOE y de los grupos de izquierda, que votaron en contra.
Hay que recordar que en 2020, populares, socialdemócratas y liberales pactaron también una resolución de condena contra Nicolás Maduro, texto que sirvió también para refrendar su apoyo a Juan Guaidó como presidente interino. El debate arranca este mismo martes, pero la votación no se producirá hasta el jueves, lo que permite a los populares cierto margen de maniobra para conseguir los apoyos.
Como publicó El Confidencial, el Alto Representante de la UE de Asuntos Exteriores, el socialista Josep Borrell, ha sido invitado a participar en el debate, y su posicionamiento se ve clave para que el Parlamento Europeo avale la propuesta del PP. El pasado domingo, Borrell dio un paso más en su condena al régimen de Maduro calificando su Gobierno como una "dictadura", en línea con el discurso de la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El Gobierno de Sánchez se arriesga así a recibir doble ración de presión si la Eurocámara avala la resolución del PP. Por el momento, desde el Ejecutivo evitan sumarse al reconocimiento de Edmundo González como presidente electo. Sí exigen la publicación de las actas y se suman a la condena de la represión ejercida por el régimen chavista, pero consideran que existe aún cierto margen de maniobra para encontrar una "solución negociada" con Maduro antes del próximo 10 de enero de 2025, fecha en la que debe producirse la toma de posesión del nuevo presidente de Venezuela.
Desde Génova avisan que no darán tregua a Sánchez en política exterior hasta que éste no se abra a apoyar su planteamiento sobre la "dictadura". La tensión ha escalado tras la detención de dos ciudadanos españoles. En el PP denuncian que no han recibido "ni una sola comunicación" por parte del Gobierno sobre las condiciones de su detención o los cargos de los que se les acusa. La interlocución entre Génova y Moncloa en este asunto es nula.
El eje de la resolución del PPE es el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo, pero el texto va más allá y pide a la UE que "apoye" las investigaciones de la Corte Penal Internacional contra el régimen chavista. Además, reclama a todos los Estados miembros que soliciten una "orden de detención internacional contra Nicolás Maduro por "crímenes contra la humanidad" y las "violaciones de derechos humanos", así como restablecer las "sanciones" en el seno de la UE tanto contra el líder venezolano como contra su "entorno íntimo", incluyendo al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez.
Más presión en Congreso y Senado
Junto con la inmigración o la financiación autonómica, el PP ha convertido la causa de Venezuela en uno de los grandes caballos de batalla contra el Gobierno en el arranque del curso. Génova llegó a sugerir incluso al Gobierno que retirase al embajador de España en Caracas y rompiese totalmente las relaciones con el Gobierno, una petición que hizo el vicesecretario de Institucional del partido, Esteban González Pons.
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El asunto seguirá impregnando la vida parlamentaria nacional. Esta semana, el Senado debate otra moción del PP para seguir los pasos del Congreso y que reconozca también a Edmundo González, una iniciativa que en este caso saldrá adelante por la mayoría absoluta de la que gozan los populares en la Cámara Alta. La semana pasada, Feijóo consiguió hacerse la foto con el PNV en el Congreso y acentuar, con ello, las grietas en el bloque de Gobierno.
La bronca política continuará en el Senado, donde la portavoz del PP, Alicia García, ha solicitado la modificación de su pregunta en la sesión de control al Ejecutivo para interpelar al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, por Venezuela. El objetivo es retarle a calificar el régimen de Maduro como "una dictadura", en línea con el discurso de los últimos días de Margarita Robles o Josep Borrell.
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