:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fe62%2F143%2F51b%2Fe6214351b3fdd5c2ff0e77d8d13f44f2.jpg)
El pasado 6 de septiembre, Feijóo reunió a sus barones en un céntrico palacete de la capital para taponar fisuras en el debate de la financiación autonómica. Todos los presidentes del PP rubricaron un acuerdo por el que se comprometían a vetar cualquier pacto bilateral con el Gobierno en materia de financiación en el marco de la ronda de consultas anunciada por Sánchez con todos los líderes territoriales. Pero Isabel Díaz Ayuso fue un paso más allá anticipándose al acuerdo y azuzando a sus compañeros de filas a dar plantón al presidente del Gobierno.
La llamada de la presidenta de la Comunidad de Madrid a no dejarse "sobornar" ni "caer en la trampa" del Ejecutivo en su intento de "blanquear" el cupo catalán generó malestar entre el resto de dirigentes territoriales, que compartían la sensación de que Isabel Díaz Ayuso había intentado, de nuevo, marcarles el paso respecto a la ronda de consultas con Sánchez. Los barones obviaron la recomendación de su compañera de filas, y todos confirmaron que se verían con el presidente del Gobierno llegado el momento, bien por "respeto" institucional o bien para intentar desatascar asuntos pendientes ajenos a la financiación. Desde Génova dieron vía libre a sus barones, pero puntualizaron que Feijóo siempre ha acudido a este tipo de encuentros por "sentido de Estado".
Dos semanas después del controvertido episodio, y con la ronda de citas en la Moncloa ya inauguradas, Isabel Díaz Ayuso quiso aprovechar la reunión del Comité Ejecutivo Nacional de este lunes para desenmarañar el enredo interno y aclarar a sus homólogos autonómicos que su intención nunca fue marcarles el paso ni dar "lecciones" respecto a lo que debían o no hacer si Sánchez les llamaba, sino más bien exhibir un rechazo frontal al plan del jefe del Ejecutivo para mantenerse en la Moncloa por las continuas prebendas al independentismo, según corroboran distintas fuentes presentes en el cónclave.
La dirigente madrileña fue la única presidenta autonómica que pidió la palabra a puerta cerrada tras el discurso público de Feijóo. Protagonizó una intervención "extensa", en la que quiso hacer una "descripción muy exhaustiva de la realidad" en que se encuentra España bajo el Gobierno de Sánchez, y alertó de la deriva hacia un "cambio de régimen" repasando distintos hitos del mandato del líder socialista. Pero también deslizó su "respeto" a las "decisiones" del resto de barones en el ámbito de sus competencias.
Así lo interpretaron distintos dirigentes que escucharon en directo la intervención de Ayuso. "Ha venido a decir que no era su intención decirle a nadie lo que tenía que hacer", comentan. "Es la forma que ella tiene de decir lo siento", apuntan desde otra baronía. Todas las fuentes consultadas aseguran agradecer el tono de la madrileña, y que aprovechase la reunión para exhibir un "cierre de filas radical" con Feijóo y con el resto de compañeros. Tras ella intervino el exministro de Exteriores y exeurodiputado del PP, José Manuel García-Margallo, a cuenta de la crisis en Venezuela, con la que se puso fin a la reunión.
La incógnita que quedó en el aire es si Isabel Díaz Ayuso seguirá o no el ejemplo del resto de barones del PP y acudirá a la Moncloa cuando Sánchez la llame. No lo aclaró ni en el cónclave ni en la posterior comida que los presidentes autonómicos compartieron con Feijóo y otros miembros de la dirección en el Restaurante De María - Felix Boix, que se ha convertido en un punto de encuentro habitual para el almuerzo de los mandatarios populares. Este encuentro informal sirvió para tratar de forma "distentida" asuntos como la inmigración o el encuentro de Feijóo con Meloni.
Fuentes cercanas a Ayuso dejan en el aire la reunión, pero fijan como condición consensuar antes el orden del día del posible encuentro entre Sánchez y Ayuso. En el equipo de la madrileña creen primordial un contacto previo entre los gabinetes de Moncloa y Sol para pactar los temas y comprobar que se dejará fuera cualquier asunto relativo a la financiación autonómica. En función de eso, ella "decidirá".
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; y el de Galicia, Alfonso Rueda fueron los primeros barones del PP en inaugurar los encuentros en la Moncloa. Aunque acusaron a Sánchez de montar un "paripé" por la ausencia de "compromisos concretos" para sus respectivas autonomías, ambos negaron que el presidente del Gobierno intentase tenderles una "trampa", tal y como se temía Ayuso, para enjuagar el cupo catalán. Ni el andaluz ni el gallego estuvieron presentes en el Comité Ejecutivo Nacional de este lunes, alegando motivos de agenda.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}