La biografía que alumbra el Madrid "de hueso y barrio" de Almudena Grandes

La biografía que alumbra el Madrid

Mientras se devoran las páginas de Almudena: una biografía (Lumen, 2024), no resulta complicado fantasear con una Almudena Grandes paseando feliz por las calles, callejuelas, plazas y parques de su barrio, Malasaña, donde nació, creció y vivió, hasta su muerte, un 27 de noviembre de 2021. "El Madrid de Almudena es mi Madrid", asiente Aroa Moreno Durán, autora del libro, junto a la dibujante Ana Jarén.

Ese Madrid es un Madrid que se asemeja más a un pueblo que a una gran ciudad, repleto de gente cercana y de distancias donde todo se recorre a pie. Un Madrid entrañable y amigable, lejos de aquel que transmiten la mayoría de ocasiones los grandes medios. "A pesar de la deshumanización que suele estar asociada a la ciudad, Almudena retrata un Madrid de carne y hueso y de barrio. Muchas veces olvidamos que aquí hemos crecido muchos niños y que hemos sido adolescentes", continúa explicando Moreno, que ha escrito una biografía sentimental de la autora madrileña, detrás de novelas como Las edades de Lulú, El corazón helado o La madre de Frankenstein.

La persona de carne y hueso

Al escribir esta obra, Moreno ha descubierto en profundidad tanto a la escritora como a la persona que hay detrás. "Por una parte, me he encontrado con todo lo que tiene que ver con el oficio de escribir, con la documentación, con sus obsesiones de escritora. Con su obsesión, sobre todo en la última parte de su obra, con la memoria de España. Y luego toda la parte de entrevistas, que me han regalado a una Almudena muy con los pies en el suelo", destaca Moreno, que conoció personalmente a Grandes gracias a su primer libro, La hija del comunista, que recibió en 2017 el premio El Ojo Crítico de Narrativa. Grandes fue la persona que la llamó para comunicarle que lo había ganado.

Juanra López

Moreno describe a Almudena Grandes como "alegre, llana y muy inteligente". Una persona donde "la hermana, la madre, la hija y la amiga son siempre la misma". El libro es una obra de iniciación, que va mucho más allá de la descripción de anécdotas o de un perfil al uso. "Acometí el libro con algunas preguntas sobre la escritura y salí de él teniendo respuestas sobre la vida. Eso es lo más bonito que me ha dado escribirlo", añade.

Una escritora a contracorriente

Luis García Montero, Eduardo Mendicutti y otros muchas figuras clave para Grandes van desfilando por las páginas de esta biografía, que deja la nostalgia y la pena a un lado. También ha habido un trabajo laborioso de documentación, de descubrimiento de una mujer que fue a contracorriente en una España que parece cercana, pero que seguía aún anclada en determinados gestos machistas, misóginos y para nada modernos.

Abraham Rivera

"Me dejó alucinada cómo trataban los medios de comunicación a una escritora que iba a sus programas y donde nunca se hablaba del libro que en ese momento estaba presentando", revela con asombro Moreno, que indagó en cientos de entrevistas que Grandes dio a lo largo de los noventas y dosmiles. En ellos, Moreno se da cuenta de que la escritora es dejada de lado y se trata su físico, su atrevimiento o si pesa más o menos. "Y hay una entrevista en Televisión Española, donde en un momento alguien le pregunta ¿cómo haces para escribir tan bien y tener las tetas tan bonitas? La he visto un montón de veces y me sigue dejando muy sorprendida", señala.

Hoy, probablemente, Grandes hubiera respondido de otra manera. En aquella época lo común era sonreír y pasar a otra cosa. Algo que debía ser inadmisible para una escritora que llegó a millones de españoles, haciéndose un hueco dentro de la escritura erótica con Las edades de Lulú, que conquistó el premio La sonrisa vertical en 1989, y fue llevada al cine dos años más tarde por Bigas Luna, o Malena es un nombre de tango, también hecha filme. Esa filiación con la novela sensual sirvió para que muchos críticos y escritores la ninguneasen, pero permitió a un número mayor de mujeres familiarizarse con el sexo y otra forma de contarlo.

Abraham Rivera

Fue el primer libro que Moreno leyó de Almudena, tenía quince años y no lo olvida. "Me acuerdo muy bien del impacto que me produjo que una mujer escribiera así de sexo, con tanta desinhibición", recuerda y se pregunta: "Ahora cuando leo ese libro, pues veo algunas cosas que pongo sobre todo en mi cabeza adolescente y digo, ¿cómo leería yo eso? ¿Qué partes se activan del deseo? ¿Qué parte entendería del retrato social que hace de ese momento en concreto?".

La memoria de Almudena

Enfrentarse a esta biografía también ha tenido mucho de relectura, de volver a leer la obra de Grandes y prestar atención a muchos elementos que habían pasado de soslayo. "Ha sido muy bonito releerla", dice Moreno, que en su haber tiene otras dos biografías, una dedicada a Frida Kahlo y otra a Federico García Lorca. Sin embargo, con Grandes encontró una complicidad diferente. "Lo que nos conectó a las dos en su momento, cuando nos conocimos, fue la memoria. Todo ese compromiso contra el pacto de olvido de nuestro país".

Abraham Rivera

A pesar de haber escrito más de una veintena de novelas, donde se incluye el proyecto narrativo dedicado a la Guerra Civil, Episodios de una guerra, Grandes sorprende a Moreno por su enorme oficio. "La capacidad de escribir, de coordinar todas esas historias, de contar la historia de España y poner en medio de esa historia de España a los personajes a andar, a vivir, a amar, a sufrir, a llorar", concluye.



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