Leo Villanueva, vecina de Palma, vive en la turística zona del Arenal y trabaja como empleada doméstica en una vivienda del Paseo Marítimo, a unos 15 kilómetros de su domicilio. Cada día tiene que coger dos autobuses para llegar a su destino. “El autobús de la línea 4 está siempre completo porque viene de la playa de Illetes. Después tengo que coger el de la línea 23 o la 25 que también están llenos de turistas porque van a la playa del Arenal. Paso de tardar una hora en hacer el trayecto de vuelta a casa en invierno a más de dos horas en verano”, asegura Villanueva, que denuncia que a lo largo este verano ya son varias las ocasiones en las que el autobús ha pasado de largo en la parada porque va a reventar de gente y no entra un pasajero más. A todo ello esta trabajadora suma los atascos que se producen cuando el autobús pasa por determinadas zonas de Palma atestadas de coches. “Creo que empezaré a ir a trabajar en bicicleta”, dice.
Seguir leyendo
http://dlvr.it/TBT17Q
Seguir leyendo
http://dlvr.it/TBT17Q