La tarea del nuevo Gobierno de Moreno: listas de espera y la salud del pacto en Doñana

La tarea del nuevo Gobierno de Moreno: listas de espera y la salud del pacto en Doñana

Juanma Moreno conectó mucho con Javier Imbroda en la etapa que ambos compartieron en el Gobierno andaluz y algo se le ha debido pegar de su condición de entrenador de baloncesto. El presidente de la Junta ha ejercido de míster en su segundo gabinete y, a mitad de partido, ha decidido mover las piezas, aunque sin dejar a nadie en el banquillo. El barón popular no quiere problemas en la gestión de su plantilla, pero sí ha optado por fichajes estrella para intentar llegar al minuto 90 sin temor a perder la ventaja que acumula desde la mayoría absoluta que logró en junio de 2022. Así hay que entender los cambios en Salud y Educación, con dos incorporaciones muy técnicas, pensadas para encauzar los conflictos abiertos en la primera mitad de la legislatura.

El movimiento de Moreno en Salud es muy parecido al que hizo Susana Díaz en 2017, cuando desalojó a Aquilino López para colocar a una profesional que llegaba directamente de la gestión diaria. Entonces fue Marina Álvarez, doctora del hospital Reina Sofía de Córdoba, quien recibió el encargo de apagar el incendio provocado por el modelo de fusión de hospitales. Aquella idea, junto con los recortes derivados de la crisis económica, encendió la chispa que acabó en un descontento sanitario que tuvo su traslación a los resultados de las elecciones de 2018, cuando el PSOE perdió la Junta después de 37 años.

El líder del PP andaluz ha optado por una doctora experta en Atención Primaria, Rocío Hernández Soto, para acabar con las carencias que sufre ese ámbito de la sanidad pública, un mal endémico con difícil solución al que debe añadir el estallido de las listas de espera. Los últimos datos indican que hay más de un millón de andaluces aguardando para ser operados o para someterse a una prueba diagnóstica. La ya exconsejera de Salud, Catalina García, pilotó en el primer semestre del año un plan de choque muy criticado por la oposición porque apuesta por las derivaciones para aligerar la carga de operaciones de aquí a diciembre. Pero no era el único problema que acumulaba, ya que atesora un rosario de choques con los sindicatos, sobre todo con el Sindicato Médico Andaluz (SMA), que ya puso en duda su idoneidad por su condición de enfermera y no de médica.

En San Telmo confían en que el plan de las listas de espera sea efectivo y rebaje la presión, pero Moreno también es consciente del problema en materia de personal que hay en la sanidad pública. Así se entiende que el Consejo de Gobierno celebrado este jueves también haya nombrado a un nuevo director general de personal en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). El nuevo responsable, José Luis Sedeño, era el responsable de recursos humanos del Centro de Emergencias Sanitarias 061 ha ocupado puestos en el mismo ámbito desde 2000 en hospitales públicos y agencias sanitarias. El SAS cuenta con 120.000 profesionales y la Junta tiene en la falta de médicos a uno de los asuntos más preocupantes.

Carlos Rocha. Sevilla

Catalina García dejará atrás estos dolores de cabeza para asumir un departamento en el que no tiene gran experiencia, Sostenibilidad y Medio Ambiente, ocupado hasta ahora por Ramón Fernández-Pacheco. El exalcalde de Almería se ha quedado solo con las competencias de Agricultura y Agua que tenía Carmen Crespo, ya que también ha dejado la portavocía en manos de Carolina España, que sí tiene el perfil incisivo que él no tenía. Fernández-Pacheco ha hecho una gestión muy reseñable de las políticas medioambientales, sobre todo en lo que tiene que ver con el parque de Doñana y es ese el peso que recae ahora sobre la extitular de Salud.

El almeriense ha cosechado una muy buena relación con Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, después de dos años de conflicto por el humedal onubense que heredó del anterior mandato. La polémica ley de regadíos del entorno de Doñana generó un choque mayúsculo que tuvo su respuesta incluso de Bruselas. Fernández-Pacheco se reunió con el comisario de Medio Ambiente, Virjinius Sinkevicius, para exponer el relato que mantenía entonces la Junta: que la norma no afectaba a la conservación del parque. El asunto acabó con un acuerdo histórico entre el Gobierno andaluz y el Ministerio de Transición Ecológica que enviaba la ley al cajón a cambio de una lluvia de millones que debe todavía desplegarse. La duda es si García será capaz de mantener engrasada esa relación con el ministerio de Teresa Ribera, que también dejara la cartera en cuestión de meses, cuando se forme el nuevo ejecutivo europeo.

En medio de la duda sobre los posibles efectos perniciosos de la marcha de Fernández-Pacheco en esa entente, Juanma Moreno ha dado al almeriense un premio de consolación al hacerlo vicesecretario general del PP andaluz. Este movimiento hay que entenderlo en ese empeño del presidente de la Junta de no pisar demasiados callos, sobre todo en un dirigente en el que muchos veían un posible delfín, aunque es cierto que la salida del malagueño de San Telmo aún se ve muy lejana. Además, la política de aguas ha sido una clave para Moreno en esta primera mitad de mandato a causa de la dura sequía que vive la comunidad, en parte paliada por las lluvias de Semana Santa.

"La vuelta de Patricia del Pozo a Cultura, ahora con las competencias de Deportes, es una apuesta segura de Moreno"

Si la marcha de Catalina García a Medio Ambiente tiene ciertas incógnitas, la vuelta de Patricia del Pozo a Cultura, ahora con las competencias de Deportes, es una apuesta segura de Moreno. El reto que tiene la sevillana es apagar el fuego que encendió Arturo Bernal en el sector cultural, pero tiene credenciales de sobra. Del Pozo, de la escuela de Javier Arenas, ya se encargó de estas políticas en la primera legislatura de Juanma Moreno y ha vuelto a nombrar a su equipo de confianza. Macarena O'Neill será su viceconsejera y Mar Sánchez Estrella ha sido nombrada directora general de Patrimonio Documental y Bibliográfico e Innovación y Promoción Cultural.

Sánchez Estrella fue una de las damnificadas por las decisiones del ahora consejero de Turismo y Andalucía Exterior en el ámbito cultural y ahora vuelve para aplicar las políticas que ya le funcionaron a Del Pozo en su primer mandato y que ahora irán encaminadas a calmar a un sector muy contestatario con la gestión de estos dos últimos años. Su sustituta en Educación, Carmen Castillo, tiene la misma tarea que la titular de Salud, sobre todo en lo que se refiere a las relaciones con los sindicatos. Es algo que ya ha hecho antes, ya que fue viceconsejera de Javier Imbroda y la responsable de tender los puentes que había roto el exseleccionador de baloncesto.



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