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Un "circo", un "esperpento" y un "ridículo". El PP se ha despachado a gusto ante el regreso de Carles Puigdemont. El expresident despejó todas las dudas este mismo martes cuando anunció a través de redes sociales que ya había puesto rumbo a España siete años después de que abandonase el país por el golpe del 1 de octubre. Su retorno anticipa una detención casi segura, lo que podría paralizar el pleno de investidura de Salvador Illa, que estaba previsto para este mismo jueves.
"Vamos a vivir un esperpento, que va a ser la culminación de lo que el sanchismo representa, el caos que Sánchez recoge después de los vientos que siembra", reaccionaba el vicesecretario de Institucional y eurodiputado del PP, Esteban González Pons, durante una intervención a los medios en la sede de Génova. "El guion de lo que va a ocurrir mañana lo podría haber escrito Valle-Inclán, y no se habría ido ni una coma. Es la España cañí llevada a sus últimas consecuencias, un ridículo político, nacional e internacional", sentenciaba.
También Vox ha agitado el avispero ante el regreso del líder independentista. Santiago Abascal ha confirmado que su partido estará presente en las protestas que han convocado varias organizaciones frente al Parlament ante la llegada de Puigdemont. "Hay que dar al prófugo golpista el recibimiento que se merece si se atreve a pisar España (...) que sepa que no olvidamos todo el daño que causó y aún causa a nuestra patria", escribía el líder de Vox en redes sociales.
El único sitio donde tiene que estar un golpista, malversador y prófugo de la justicia como Puigdemont es en la cárcel.MAÑANA, a las 9:30, todos a las Puerta del Parlamento de Cataluña.🔃 ¡DIFUNDE! #PuigdemontAPrisión pic.twitter.com/QflUIGqHfb
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) August 7, 2024
Puigdemont ha convocado a sus fieles en el Passeig Lluís Companys este jueves a las nueve de la mañana, en el Arco del Triunfo de Barcelona. La convocatoria de Ómnium Cultural parece acabar con el intento del expresident de llegar de forma encubierta al Parlament, aunque sí conseguiría que el pleno de investidura de Salvador Illa fuese suspendido unos días. La Mesa de la Cámara está en manos de Junts, por lo que si Puigdemont es detenido todo apunta a que se daría un plazo de unos días para que el candidato socialista pueda resultar investido presidente de la Generalitat.
Más allá del retorno de Carles Puigdemont, el primer partido de la oposición dirige la vista de forma prioritaria al pacto fiscal que han alcanzado el PSC y ERC a cambio de que Salvador Illa sea presidente, y que consiste en ceder a Cataluña su propio concierto económico ajeno al régimen general. "Si se consolida ese acuerdo", advertía Pons, "la caja única de la economía española quedará irremediablemente rota, y los españoles nos dividiremos entre los que pagan siempre y entre los que cobran siempre".
El vicesecretario popular ha deslizado que el polémico cupo catalán es incluso más grave que la amnistía. La medida de gracia, ha dicho, es "inconstitucional", pero la última cesión económica al independentismo supone "la quiebra de la igualdad de España recogida en la Constitución". "La investidura de Sánchez se compró con la igualdad de todos los españoles, y la de Illa con el dinero de todos los españoles", lamentaba. Al mismo tiempo, Pons ha dado por "imposible" la federalización del Estado en caso de extender el cupo a otras comunidades autónomas.
En este sentido, el PP ha registrado la comparecencia urgente de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso de los Diputados, para que explique "qué va a pasar cuando se rompa la caja única que justifica la unidad económica de España" y "cómo se van a pagar los servicios públicos" después de que se apruebe el concierto para Cataluña. Esta petición de comparecencia se suma a la ya exigida por el PP al ministro de Transportes, Óscar Puente, por el "caos" y las incidencias continuas en la red ferroviaria.
Pons ha acusado al Gobierno de haber desaparecido nada más comenzar el mes de agosto y le ha exigido una "prueba de vida" ante todos estos acontecimientos. "Ya que este Gobierno es poco trabajador, que es un Gobierno de perezosos, vamos a intentar hacerles trabajar", lanzaba.
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