La Guardia Civil mantiene abierta una investigación para tratar de discernir las circunstancias que rodean la caída desde una tercera planta de un hombre que supuestamente trataba de entrar en la casa de su expareja por la terraza. Ocurrió este domingo en Manilva (Málaga) y, según fuentes del cuerpo, no existían denuncias previas por violencia de género. El herido, al parecer, quería retomar la relación.
Los hechos ocurrieron sobre las 17:30 horas en un edificio ubicado en la calle Utopía, cuando el hombre trató de llegar a la terraza de la vivienda en la que reside su expareja después de que supuestamente no le hubiese abierto la puerta. Saltó desde una ventana que se encuentra en el rellano de la tercera planta, pero no logró alcanzar la barandilla y se precipitó al vacío.
Fuentes de Emergencias 061 explicaron que, según los testigos, cayó de pie y sufrió traumatismos severos. Hasta el lugar, junto con las patrullas del Instituto Armado, se desplazó una ambulancia de urgencias de Atención Primaria de Estepona y un helicóptero medicalizado del 061 de Málaga. Los facultativos, tras estabilizar al herido, lo llevaron a la zona de aterrizaje de la aeronave, que lo trasladó al hospital Regional de la capital malagueña.
Las citadas fuentes explicaron que, durante el vuelo, el hombre fue sometido a una transfusión de hemoderivados. Un protocolo de asistencia fuera del ámbito hospitalario que se está aplicando en Andalucía y que para este tipo de pacientes politraumatizados puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. El herido, de 41 años de edad, permanecía este jueves hospitalizado en estado grave.
Los agentes de la Guardia Civil, por su parte, intentan reconstruir lo sucedido a través de los testimonios recabados de los testigos. Desde este cuerpo señalaron a El Confidencial que no constan episodios previos de maltrato en la pareja y añadieron que la mujer —en primera instancia— no tenía pensado denunciar lo acontecido el domingo. No obstante, precisaron que esta circunstancia no cierra el caso y confirmaron que sus agentes mantienen abierta una investigación para aclarar lo ocurrido.
Otras personas consultadas señalaron que el individuo estuvo llamando con insistencia a la puerta de su excompañera sentimental mientras presuntamente portaba un martillo y un destornillador. Motivo por el que, al parecer, esta no le abrió.
El hombre, según señalaron fuentes del Instituto Armado, quería retomar la relación después de romperse y en este contexto se produjeron los hechos que acabaron con su caída y posterior hospitalización. Para el transcurso de las pesquisas era clave escuchar su declaración, diligencia pendiente de la evolución de su estado.
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