El color, peso y textura son los factores que tenemos que tener en cuenta, según explica el experto.
Junto con la sandía, el melón es uno de los protagonistas del verano en España, y es que se trata de una de las frutas más populares en todas las casas en esta época del año.
Aunque se trata de una fruta de origen oriental en la actualidad podemos encontrar su cultivo en países de Asia, África o Europa, siendo Murcia, Andalucía y Castilla- La Mancha las regiones españolas que lideran la producción de esta fruta en España.
Piel de sapo, amarillo canario, cantalupo... existen muchos tipos de melón aunque para disfrutar al máximo de este producto, sea de la variedad que sea, es necesario abrirlo en su punto.
Al tratarse de una fruta grande con una cáscara rigida y dura no es tan sencillo adivinar cuándo es el momento óptimo para consumirlo. ¿Cómo podemos saberlo?
Color, tacto y peso
Dicen que la experiencia es la madre de la ciencia, y por lo que no hay nada como escuchar a los que más saben y aprender de ellos. Tal y como declaraba a El Periódico Mediterráneo Vicent Eixea, agricultor de Xilxes, tenemos que fijarnos en tres cosas cuando vamos a comprar melón al mercado: color, tacto y peso.
Según explicaba el experto, el pezón del melón tiene que estar amarillo: "Hasta que no está amarillo del todo es porque aún le queda tiempo de estar en planta y antes de comprarlo tenemos que comprobar que la parte por la que se corta –aunque mida solo unos milímetros— sea amarilla; eso es lo fundamental".
En cuanto al tacto, Eixea declaraba que cuando cogemos un melón en el mercado podemos saber si está en su punto si dándole unos golpes suenan secos. "Si hay eco es que no está como debe estar".
Por último, el tercer indicador es el peso: "Tiene que pesar porque se tiene que haber alimentado lo suficiente, aunque es cierto que se puede manipular el peso con nitrógenos que dan más tamaño, pero no más sabor", declaraba el agricultor al medio.
Propiedades del melón
El melón es una fruta con un alto contenido en vitaminas A,B,C y E y otros componentes como agua, ácido fólico, fibra, calcio, hierro o potasio que nos ayuda a mantener el cuerpo hidratado durante todo el día.
Es un laxante natural por lo que previene el estreñimiento. Elimina las toxinas y los dolores de estómago, ayuda a mantener la piel sana y a cicatrizar heridas. Previene el cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Por cada 100 g, el melón contiene:
- Agua: 90,15 g
- Calorías: 34 kcal
- Proteína: 0,84 g
- Grasas: 0,16 g
- Carbohidratos: 8,16 g
- Azúcares: 7,86 g
- Calcio: 9 g