Cada año, operarios del ayuntamiento de Pamplona retiran la figura de San Fermín de su hornacina.
Durante todo el año, la imagen de San Fermín puede ser vista en su hornacina de la cuesta de Santo Domingo, en el centro de la ciudad de Pamplona. Sin embargo, antes del inicio de las celebraciones de los Sanfermines, la estatuilla es retirada por operarios municipales junto con la puerta de cristal que la protege.
En realidad, esta imagen es una réplica de la original, que permanece guardada durante todo el año y se coloca en su lugar al inicio de cada encierro sanferminero. La imagen auténtica, que preside el primer tramo del encierro desde el año 1978, es propiedad de las peñas de la ciudad y se conserva en un domicilio particular durante el resto del año.
Así, todas las mañanas del 7 al 14 de julio, la figura original se traslada a la hornacina, donde los mozos entonan tres cánticos en castellano y en euskera a las 7.55 horas, a las 7.57 horas y las 7.59 horas. Además de la imagen, durante las fiestas se colocan candelabros, velas, un panel con el escudo de las peñas, la traducción al euskera del cántico de los mozos y flores.
¿Cuándo empezó esta tradición?
Esta tradición de colocar la imagen del santo comenzó en 1970, en un ventanal del ya desaparecido Hospital Militar y donde se ubica actualmente el departamento de Educación. En los Sanfermines de septiembre de 1978, se cambió la imagen por la que ahora se instala y en 1981 el Ayuntamiento de Pamplona habilitó la hornacina en el lienzo de la muralla para su instalación.
Al acabar las fiestas, el sábado 15 de julio, se volverá a montar la puerta de la hornacina y se colocará la imagen del santo que preside la calle durante el resto del año.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}