Enfado este martes en Moncloa por el cuestionamiento que Alberto Núñez Feijóo ha hecho del Tribunal Constitucional en Onda Cero. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, le ha exigido una rectificación después de que asegurara que el PP "tiene dificultades para aceptar la imparcialidad" del TC por estar "trufado de dos cargos del Gobierno", en alusión al exministro Juan Carlos Campo y a Laura Díez.
Pero más allá del reproche público por cuestionar "la legitimidad de las instituciones", el malestar del Ejecutivo radica en que hace una semana, en el pacto para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, los socialistas aceptaron como nuevo vocal del TC, dentro de la cuota que corresponde al PP, a José María Macías, uno de los miembros del actual CGPJ más activos y críticos con el Gobierno.
Fuentes gubernamentales destacan que el bloque socialista "no ha dicho nada" sobre el perfil de este candidato. Se han mordido la lengua, sostienen. Y por eso han digerido hoy muy mal la andanada de Feijóo contra el Constitucional, que cuenta ahora con una mayoría progresista con el presidente Cándido Conde Pumpido al frente. Feijóo objetó su pasado como fiscal general del Estado de un Gobierno socialista y miembro del CGPJ a propuesta del PSOE pero defendió a Macías porque "no ha tenido ningún cargo en el Partido Popular".
"Se trata de unas declaraciones de extrema gravedad y desde luego muy preocupantes por parte del líder de la oposición que atentan contra el Estado de Derecho", dijo la portavoz. Pero, aunque ella no hizo ninguna mención pública a Macías, sí las realizó la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en nombre de Sumar.
El PP propone al vocal conservador José María Macías como magistrado del TC
Beatriz Parera
La también ministra de Trabajo recordó que el PP lo ha incluido en el acuerdo y que eso choca con "su vocación de no politizar los órganos judiciales". "Es la prueba palmaria de lo que hace el PP cuando designa magistrados y magistradas o juristas de relevancia", señaló.
Pilar Alegría evitó citar directamente al nuevo vocal del TC y fuentes del Ejecutivo precisaron más tarde que las palabras de la vicepresidenta se habían realizado a título personal. La posición de Moncloa es que unos miembros del Constitucional pueden gustar más y otros menos, pero lo que no es tolerable es poner en solfa la legitimidad del tribunal.
A pesar del avance que ha supuesto el pacto judicial con el PP, tras más de cinco años con el CGPJ bloqueado, las relaciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposición no son mucho más cordiales. Ambos prosiguen en "guerra total" pero son proclives a alcanzar nuevos acuerdos para actualizar la cúpula del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y otras cinco vacantes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Y el jefe del Ejecutivo también ha ofrecido a Feijóo renovar el Pacto contra la Violencia de Género, consensuar un reparto de los inmigrantes que llegan a España entre todas las comunidades autónomas y pactar la financiación autonómica.
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