Hay que comprar no las más grandes sino las de rojo oscuro y brillante. Con las temperaturas de junio aguantan 2 o 3 días, así que hay que saber conservarlas.
Junio es de las cerezas. Con la llegada a España de las altas temperaturas, comienza la temporada de ciertas frutas que, además, son de proximidad. Las cerezas tienen un fecha de recolección muy concreta (desde finales de primavera hasta principios de verano) ya que es un fruto que una vez cogido del árbol, no madura.
A la hora de comprar, las mejores cerezas son las de mayor peso (no exactamente las más grandes) y de color rojo oscuro o negro, pero brillante. La textura debe ser firme y suave, y la piel tersa y brillante revestida con una ligera capa de cera.
Con las temperaturas de mayo y junio, las cerezas apenas aguantan 2 o 3 días, por eso es importante guardarlas en la nevera. De esa forma pueden resistir hasta dos semanas. ¿Y hay que lavarlas antes de dejarlas en el frigorífico?
A la nevera... ¡sin lavar!
Antes de guardarlas en la nevera hay que eliminar todas las cerezas dañadas o en mal estado. Por cierto, debemos evitar exponerlas al sol directo porque son muy sensibles al calor y la luz solar directa. Tampoco debemos mezclar cerezas maduras e inmaduras.
Y no, no hay que lavarlas. Ocurre que la humedad puede acelerar el crecimiento de moho y reducir su vida útil. A continuación, las metemos en una bolsa de plástico perforada o en un recipiente con tapa en la nevera. Así se mantendrán frescas y evitaremos que se sequen.
Frío, pero en su justa medida. Las cerezas son sensibles al frío extremo, por lo que es recomendable mantenerlas en el cajón de las verduras de la nevera y evitar las zonas más frías. Y, por supuesto, no hay que poner peso encima de las cerezas.
Pero entonces, ¿no se lavan las cerezas? Sí, sí que se lavan. ¿Cuándo? Solo hay que hacerlo justo antes de consumirlas.
¿Se pueden congelar las cerezas?
Para disfrutar de las cerezas fuera de temporada podemos congelarlas. Antes de hacerlo hay que lavarlas bien y deshuesarlas (los tallos deben conservarse). Después se extienden las cerezas en una bandeja y se colocan en el congelador. Una vez que se han congelado las metemos en una bolsa de congelación o en un recipiente hermético, explican en Lazaya Fruits. Así quedan listas para utilizar cuando sea necesario. Pueden durar un año o incluso más.
Propiedades nutricionales
Picotas y cerezas destacan por sus múltiples beneficios para el organismo. Entre sus propiedades nutricionales se encuentran: vitaminas A y C, oligoelementos como el hierro o el calcio y flavonoides como el potasio.
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