Londres percibe una "degradación" de los efectivos aéreos rusos después de cuatro ataques exitosos de Ucrania
La Inteligencia militar británica estima que los ataques ucranianos contra posiciones rusas en la península de Crimea acabarán provocando la "dispersión" de los efectivos aéreos de Rusia desplegados allí, y que ya se encuentran bastante "degradados".
En su última evaluación publicada este sábado, el Ministerio de Defensa británico recuerda un último ataque ucraniano ocurrido el 14 de mayo que provocó la destrucción de dos aviones de combate MiG-31, una batería de misiles rusa SA-21 y un radar modelo Grave Stone en el aeródromo de Belbek.
El ataque ha sido el cuarto de los últimos 30 días que ha provocado pérdidas a la Defensa Aérea rusa en Crimea después de los efectuados en la instalación antirradar de Ai-Petri, el 12 de mayo y los dos en el aeródromo de Dzhankoy, el 16 y el 29 de abril.
"El efecto acumulativo de estos ataques ha provocado una degradación general de la capacidad de Rusia para defender el espacio aéreo alrededor de Crimea; y al mismo tiempo demuestra la capacidad de Ucrania para impactar las operaciones de defensa aérea rusa", destaca el Ministerio de Defensa.
Por ello, Londres ve "muy probable que esto lleve a que Rusia tenga que dispersar sus activos aéreos para garantizar la supervivencia o correr el riesgo de perder más aviones, al tiempo que tendrá que reubicar los activos de defensa aérea desde otros lugares".
En consecuencia, la reducción de la cobertura de los aviones de reconocimiento A-50U y la dispersión de los aeródromos de Crimea "probablemente aumentarán las horas de vuelo y las salidas de las patrullas de aviones de combate para llenar los vacíos de cobertura, lo que conducirá a mayores problemas de mantenimiento para sus flotas".
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