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Su cuerpo apareció desnudo y magullado en el cementerio de Augasantas (Rois), un municipio a las afueras de Santiago de Compostela. Fue el domingo 28 y, entonces, la Policía Judicial de la Guardia Civil de Noia abrió diligencias de investigación.
Tenía distintas heridas en piernas y brazos y su ropa estaba colgada en la puerta de la iglesia de San Vicente, junto al camposanto. Se barajó desde un posible homicidio hasta una muerte por causas naturales a la espera de la autopsia. Fue el alcohol, literalmente, el que lo mató. Fue su última gran borrachera.
José Manuel F. R. era vecino de Rois de Abaixo. Tenía 48 años, mujer y dos hijos. También antecedentes por alcoholemias, según relatan a El Confidencial fuentes próximas al caso. La última vez que lo vieron con vida fue la tarde del sábado 27 en un bar de la misma zona, donde habría estado bebiendo sin pausa durante horas.
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EP
El cadáver estaba amoratado, presentaba varios golpes y tenía distintas lesiones por erosión en las extremidades. Su coche apareció a pocos metros, abollado en el lateral, con una rueda reventada y otras evidencias de haber sufrido un percance. Fue una vecina que acudió al cementerio la que dio la voz de alarma al toparse con el cuerpo de un vecino tirado y desnudo.
Para investigar lo ocurrido, desembarcó en el cementerio el grupo de Delitos contra las Personas de la Comandancia de la Guardia Civil en A Coruña, el mismo que estuvo detrás de los esclarecimientos de los casos de Diana Quer, Elisa Abruñedo o el llamado Caso Asunta, de actualidad por la docuserie de Netflix que revive el asesinato de Asunta Fang Yong, de 12 años, a manos de sus padres adoptivos el 21 de septiembre del 2013.
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La investigación del Instituto Armado apunta a que el hombre estaba completamente ebrio cuando tuvo un percance con su turismo donde se pudo haber golpeado, lo que explicaría los moratones. Su estado no le permitió reponerse y se desplomó en el suelo del cementerio.
El desnudo paradójico
Con respecto a la desnudez, estiman que posiblemente sufrió lo que se conoce como "desnudo paradójico", y que es común en personas que fallecen por hipotermia severa, de frío.
La madrugada del sábado al domingo, las temperaturas mínimas en la zona del Sar rondaron los 5 grados. El alcohol en grandes cantidades produce una dilatación en los vasos sanguíneos y capilares. La sangre fluye hacia las extremidades y al estar notablemente más caliente que venas y arterias provoca una falsa sensación de intenso calor que lleva a la persona a desvestirse irracionalmente aunque el frío arrecie.
Los investigadores consideran que el hombre falleció por causas naturales tras una gran ingesta de alcohol, desnudo bajo un frío helador en la que fue su última gran borrachera. Este martes, su familia le dio sepultura en San Juan de Laíño, en Dodro (A Coruña).
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