Qué pasó el 14 de abril en España y cómo se proclamó la Segunda República

Qué pasó el 14 de abril en España y cómo se proclamó la Segunda República

El día 14 de abril siempre es una fecha muy simbólica para el republicanismo español, pues es el día que se conmemora la proclamación de la Segunda República en nuestro país, que tuvo lugar en 1931. Por lo tanto, en este 2024 ya se cumplen 93 años de aquel momento tan trascendental para la historia de España.

Décadas antes, la Primera República había sido muy fugaz (1873-1874), y la Segunda tampoco lograría consolidarse muchos años, pues en 1936 llegó el golpe de Estado y la Guerra Civil, y en 1939 la Segunda República llegaría definitivamente a su fin con la victoria final del bando franquista. Pero para entender cómo España llegó a establecer este régimen democrático el 14 de abril de 1931, hay que tener en cuenta ciertos factores históricos y sociales que desembocaron en aquella experiencia republicana.

El Confidencial

La más importante de ellas es la enorme debilidad y desprestigio que había sufrido la monarquía borbónica, personificada en la figura del rey Alfonso XIII. Es fundamental recordar que el país venía de la dictadura de Miguel Primo de Rivera entre 1923 y 1930, la cual había sido ejercida en connivencia con el rey. Tanto la clase política como gran parte de los ciudadanos se sintieron traicionados por el apoyo del rey a la dictadura, y sus posteriores intentos de restablecer la normalidad democrática no funcionaron ante una sociedad que ya le había dado la espalda, no solo por esta cuestión sino también por sus sonadas polémicas y sus escándalos de corrupción.

Las elecciones que acabaron con la monarquía

Dos días antes de la proclamación, el domingo 12 de abril de 1931, tuvieron lugar unas elecciones municipales que fueron interpretadas por los partidos políticos y los ciudadanos como un plebiscito entre monarquía y república, en el ya comentado contexto de enorme desgaste y descrédito institucional del rey. Aunque la Corona y su Gobierno de aquella época (encabezado por el almirante Juan Bautista Aznar, que sucedió a la fallida "dictablanda" de Berenguer) confiaban en una victoria de la coalición monárquica que fortaleciese su frágil poder, ocurrió todo lo contrario.

Los monárquicos ganaron en gran parte de la España rural, pero perdieron con mucha contundencia en las ciudades: las candidaturas de la Conjunción Republicano-Socialista (formada por el PSOE y varios partidos republicanos) lograron la mayoría de concejales en 42 de las 50 capitales de provincia, y también en la mayor parte de ciudades medianas y pequeñas del país.

Julio Martín Alarcón

La resaca electoral del lunes 13 de abril fue muy intensa, y rápidamente se multiplicaron las presiones hacia Alfonso XIII para que renunciase a la Corona y dejase paso al sistema republicano que había reclamado el país mediante el voto, con voces en esa dirección incluso desde algunos de sus más estrechos colaboradores. Hubo quienes pusieron sobre la mesa ideas como convocar para mayo unas elecciones generales que sirviesen como segundo y definitivo plebiscito, o que el rey abdicase en favor del príncipe Alfonso, pero muchos otros insistían en que ya era tarde para esas fórmulas.

Durante aquel lunes, las calles de Madrid fueron llenándose de republicanos que celebraban el resultado de las municipales con banderas tricolor, y que exigían que la Segunda República se materializase. Muchos de ellos se concentraron en la Puerta del Sol, y Alfonso XIII reaccionó con la intención de disolverlos, ya en la madrugada del martes 14 de abril. Pero el capitán al mando no estaba dispuesto a seguir esas órdenes "porque los soldados no le obedecerían", y fue en ese momento cuando el rey tomó definitivamente la decisión de abandonar el país.

La enorme presión política y social, tras las elecciones municipales, forzó al rey al exilio

Aunque no renunció a sus derechos dinásticos, el rey empezó a preparar su exilio, que le llevaría a París (fue a Cartagena en coche y desde allí en barco a Marsella), y justificó públicamente su salida del país asegurando que lo hacía para evitar una guerra civil: aunque decía que podría ganarla pero que no quería "lanzar a un compatriota contra otro", lo cierto es que sus apoyos eran cada vez más reducidos y no tenía ya mucho margen de maniobra. Mientras él emprendía ese viaje, diversos ayuntamientos españoles alzaban la bandera tricolor y proclamaban la República.

14 de abril: nace la Segunda República

El primer ayuntamiento en el que hay constancia de que se produjo el izado de la bandera republicana fue el de Vigo, a la 1 de la madrugada de aquel 14 de abril. Sin embargo, el acto fue llevado a cabo por simpatizantes que se colaron en el consistorio para llevar a cabo esta acción, y la Guardia Civil retiró la bandera 45 minutos después.

Eibar fue reconocida como la primera ciudad en la que ondeó de manera oficial la bandera tricolor ese martes de 1931 para que permaneciese en el balcón de su casa consistorial, y el primer municipio del país que proclamó la Segunda República. Este primer izado institucional, que se produjo a las 6:30 de la mañana, fue personalmente llevado a cabo por el concejal Mateo Careaga, de Grupo de Acción Republicana, el más joven de los recién elegidos ediles en Eibar. A lo largo del día, escenas similares se repitieron en otras ciudades, con sus propias proclamaciones de la República.

Eibar fue la primera ciudad en la que se proclamó de manera oficial la Segunda República Española

En Madrid, durante la mañana del 14 de abril, el director de la Guardia Civil acudió a la casa del líder republicano-conservador Miguel Maura, que se encontraba reunido con otros destacados políticos republicanos de diferentes ideologías y partidos, conocidos como el "comité revolucionario", y se puso a sus órdenes. Por la tarde fueron a la Casa de Correos de Puerta del Sol, que en aquella época acogía al Ministerio de la Gobernación, y Maura pidió "paso al Gobierno de la República" a los guardias civiles de la entrada, que se pusieron a su servicio.

A las 20:00 de ese mismo martes designaron a otro de los principales miembros del comité revolucionario, Niceto Alcalá-Zamora, como presidente del Gobierno Provisional de la Segunda República Española. Alcalá-Zamora era el líder de Derecha Liberal Republicana (que se había fusionado con la formación de Miguel Maura), y en el pasado ya había ocupado carteras ministeriales durante la monarquía, antes de la dictadura de Primo de Rivera, la cual le produjo un enorme rechazo y le llevó a oponerse al rey, que había avalado aquel régimen.

Julio Martín Alarcón

En este gabinete provisional y de concentración republicana que encabezó Niceto Alcalá-Zamora, le acompañaron ministros que también habían formado parte del comité revolucionario y que representaban a formaciones como PSOE (Indalecio Prieto, Francisco Largo Caballero, Fernando de los Ríos Urruti), Partido Republicano Radical (Alejandro Lerroux, Diego Martínez Barrio) o Grupo de Acción Republicana (Manuel Azaña), entre otros, además del propio Miguel Maura, que asumió la cartera clave de Gobernación.

Las primeras elecciones generales de la Segunda República serían celebradas dos meses y medio más tarde, el 28 de junio de 1931. Los diputados que fueron elegidos aquel verano tuvieron la responsabilidad de elaborar la nueva Constitución, pero esa ya es otra historia.



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