Laki, un perro abandonado que vagaba por Pontevedra, ahora vive en Escocia. Es una de esas historias de adopción de mascotas con final feliz que enjuagaron los pasos de los peregrinos por Galicia. Anna, su nueva dueña, se encariñó de un animal que caminaba a su vera durante la ruta portuguesa e hizo lo posible por adoptarlo legalmente a través de la asociación Os Palleiros para llevárselo a Glasgow. No muy lejos, en Inglaterra, también vive Hope. Las secuelas del maltrato la dejaron atada a un carretillo y, con todo, lograron que una familia se hiciese cargo y asumiera su traslado desde el refugio municipal de Mougá (Ferrol) y su rehabilitación. "Aquí la llamábamos Duna y todavía nos mandan videos de sus nadadas por el río", recuerda una de sus antiguas cuidadoras desde Ferrol. En Mougá, junto a un viejo polvorín de Defensa elevado sobre la costa, está el refugio de animales. Unas instalaciones renovadas donde se ocupan de la recogida y atención de los animales abandonados en toda la comarca.
Luki y Hope son la cara A entre los numerosos casos de abandono que se registran cada año, desbordando las capacidades de refugios y protectoras cuando asumir la responsabilidad y el cuidado de una mascota no resulta lo que uno esperaba. ."Las familias de acogida tienen 15 días de prueba y adaptación y es un proceso que no siempre sale bien. O no se adapta la familia o no se adapta el animal", reconocen. Algunos llegan muy maltrechos, perros cazadores o de razas potencialmente peligrosas (PPP) más complicados de reintegrar en acogida. Cuentan que cada año pasan por sus instalaciones muchos animales e incluso los envían a Alemania, Suiza.. ". ¿Por qué? "Porque hay menor tasa de abandono y mayor demanda de adopción", exponen.
Con todo, las protectoras gallegas se siguen llenando cada verano -cuando es más habitual el abandono- o se ven obligadas a poner en marcha intervenciones por casos de maltrato. La Xunta se ha propuesto ponerle freno y la política ha llegado (también) a las mascotas. Y con incentivos económicos: hasta 150 euros por cada animal abandonado que se adopte. El primer Consello de la nueva Xunta de Alfonso Rueda de esta semana dio luz verde a una medida, cuando menos curiosa, para tratar de combatir el abandono de animales de compañía errantes que, a menudo, desbordan los refugios gallegos y sus capacidades.
El Gobierno gallego abonará "hasta 150 euros" para cubrir el 100% de los primeros gastos veterinarios y así "desparasitar, vacunar y esterilizar a los ejemplares", además de colocarles el microchip preceptivo. En la letra pequeña, habrá un límite de dos animales por persona y se estima que el presupuesto consignado -125.000 euros para 2024- será suficiente para, más o menos, un millar de animales. El anuncio también tiene otra condición: la persona que se comprometa a la adopción -y cobre la ayuda- no puede cederlo a un tercero mientras el animal viva, salvo en casos "debidamente justificados" que la Xunta circunscribe a "enfermedad, incapacidad sobrevenida o vulnerabilidad económica del adoptante".
Compromiso de campaña
Fue uno de los acuerdos que salió de la nueva Xunta y también una de las primeras cita de agenda de su presidente, que este jueves visitó una protectora en Meis junto a la Consellería de Medio Ambiente y Cambio Climático. La premura en empujar esta medida la atribuye Rueda a que fue uno de los compromisos que adquirió durante la campaña electoral "para los primeros cien días del nuevo Gobierno" y desde el Ejecutivo gallego la quieren activar en mayo con el reto de promover un millar de adopciones.
Y es que políticos y partidos de todo signo han tenido que meter en las agendas de campaña el bienestar animal en un país con más perros que niños menores de 14 años. Concretamente, son 9,3 millones de canes frente a 6.5 menores de 14, de acuerdo a los datos del INE (2023) y de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC). También estiman otros 7 millones de gatos, lo que nos da un total de 16 millones de perros y gatos viviendo en los hogares españoles como uno más de la familia. En Galicia, están registrados entre 700.000 y 800.000 mascotas, pero pueden ser muchas más.
Cierta sorpresa
La ayuda de 150 euros por mascota -hasta 150 euros un perro y 125 euros por gato- de la Xunta será un complemento a otras líneas de colaboración económica con ayuntamientos y protectoras, conforme a la Lei de Protección e Benestar en Galicia (4/2017). En total, son 39 las asociaciones y centros de recogida autorizados en toda Galicia -Registro Gallego de Núcleos Zoológicos- donde se podrá implementar esta medida y que, a menudo, como ofertan un catálogo fotográfico donde las personas interesadas pueden buscar el flechazo virtual con su futura mascota.
Entre las entidades animalistas gallegas hay cierta sorpresa y valoraciones dispares entre quienes ven esta ayuda autonómica a la adopción como un incentivo positivo y quienes opinan que el refuerzo debería ponerse en evitar los abandonos antes que en bonificar la adopción o en dotar de más y mejores recursos a los centros que los cuidan y los acogen. Les preocupa, también, cómo se gestiona y un posible efecto rebote que termine en un doble abandono con picaresca, aunque son prudentes hasta ver el articulado de unas ayudas todavía por desarrollar.
"Desde el refugio de Ferrol, los animales ya salen vacunados, esterilizados y con microchip", señalan, pero entienden que el coste de adoptar sí puede ser elevado en otras protectoras más humildes y el incentivo "ayudará a hacerlo correctamente con las garantías sanitarias". La Xunta argumenta que también destinará 450.000 euros este 2024 en campañas de sensibilización contra el abandono y para sufragar los gastos de municipios y protectoras.
El refugio de animales de Mougá, en Ferrol (A Coruña) es uno de esos centros de acogida y cuidados que guía a los adoptantes. En 2023 acogieron 822 animales y gestionaron 322 adopciones, además de asistir a 925 gatos de distintas colonias y realizar 1.140 intervenciones quirúrgicas. Por su centro también han pasado caballos, cabras, burros y dos ponis, entre otras especies, y según indican a El Confidencial. Animales que fueron rápidamente demandados por personas que están inscritas en una lista de espera.
Actualmente, tienen 12 gatos, de Sue a Puma pasando por Moncho y Bartolo, y 33 canes listos para su adopción, cada uno con su ficha, raza y rasgos de carácter y necesidades específicas en función del estado en el que fue encontrado o de su edad. Victoria adoptó allí a sus dos gatas en 2017 y cuenta que la primera vez accedió por su hijo pequeño, pero que esas mascotas son hoy su pasión. "Es el dinero mejor gastado", destaca sin reparos, y se deshace en elogios hacia sus animales de compañía. Su afecto, su lealtad y su compañía la ayudaron en un trance complicado y ella se lo devuelve en cuidados. "No tienen precio", repite.
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