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Los abogados del Reino de Marruecos han ampliado la demanda por "acción de jactancia" contra el periodista Ignacio Cembrero (El Confidencial) aportando al Juzgado una nueva prueba documental, un informe aprobado por el presidente Pedro Sánchez el 19 de marzo.
Sánchez dio su visto bueno ese día al informe anual 2023 del Departamento de Seguridad Nacional, un órgano de presidencia del Gobierno. En él se señala que países como Rusia o China han espiado a España, pero no se menciona a Marruecos.
Se trata, según el escrito de los abogados recién remitido a la Audiencia Provincial de Madrid, de "un extenso y exhaustivo" informe que "excluye cualquier suerte de espionaje por parte del Reino de Marruecos en territorio español". Queda claro, prosiguen, que al denunciar haber sido espiado con el malware Pegasus, Cembrero "se coloca nuevamente, ante el público, en una inventada posición de víctima del Reino de Marruecos".
La iniciativa de los letrados coincide con la publicación de artículos en la prensa de Marruecos en los que se descalifica a la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y a los periodistas Cembrero y Ali Lmrabet, marroquí exiliado en Barcelona, por afirmar públicamente que los servicios secretos de Marruecos espiaron a titulares de móviles españoles con el programa malicioso Pegasus. El ciberespionaje al periodista de El Confidencial afloró en julio de 2021 en el marco de la investigación desarrollada por el consorcio Forbidden Stories que reagrupa a 17 medios de comunicación. Más tarde, el diario británico The Guardian afirmó que eran más de 200 los números de móviles españoles infectados con Pegasus.
El espionaje marroquí en España: de Pegasus a inventar líos de faldas a Aznar
Ignacio Cembrero
Desde cuentas anónimas en redes sociales se puso además en circulación hace unos días un vídeo, en árabe y español, en el que se acusa a los periodistas de desempeñar "la tarea de manchar la reputación de Marruecos (...) difundiendo informaciones infundadas". "Parece que hay quienes prefieren vender su conciencia a cambio de un puñado de dólares o unos momentos de falsa fama adoptando la mentira y la difamación como profesión", concluye el vídeo.
Justo un año después de la exclusiva de Forbidden Stories, en julio de 2022, el Reino de Marruecos puso una demanda civil contra el periodista por "acción de jactancia", después de que publicase artículos sobre el espionaje con Pegasus por los servicios de espionaje marroquíes que aseguró haber sufrido. El Juzgado de 1º instancia 72 de Madrid desestimó la demanda el 10 de marzo de 2023.
Las manifestaciones de Cembrero, reza el auto, "se vierten tras la difusión de una investigación periodística de un grupo internacional (Forbidden Stories) sobre personas que habían sido objeto de espionaje a través del programa informático Pegasus y justificadas por la gravedad de los hechos que han dado lugar, además de una investigación penal, a solicitudes de explicaciones en otros ámbitos como el Parlamento español y el Parlamento europeo (...)".
Al mes siguiente, los abogados de Marruecos interpusieron un recurso contra la sentencia absolutoria ante la Audiencia Provincial de Madrid. Si lo pierden, es probable que lo recurran ante el Tribunal Supremo, como hicieron sus colegas franceses, que demandaron por difamación a cuatro medios de comunicación (Le Monde, L’Humanité, Médiapart y Radio France) así como a la ONG Amnistía Internacional. La acción de jactancia, una reminiscencia del derecho medieval, no existe en el código civil francés.
Los informes anuales, que el Departamento de Seguridad Nacional de Moncloa elabora desde hace más de una década, son siempre sesgados para evitar señalar a potencias consideradas amigas por el Gobierno español. El publicado el 19 de marzo no menciona, por ejemplo, a EEUU pese a que dos agentes del CNI fueron detenidos en septiembre pasado por espiar para la CIA. El informe que hace balance del año 2013 tampoco recogía la expulsión de España del agente marroquí Noureddine Ziani a instancias del general Félix Sanz Roldán, entonces director del CNI.
Peor aún, en las 284 páginas del informe que se hizo público el 19 de marzo no aparece la palabra Pegasus. El juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, archivó en julio de 2023 la denuncia que el Gobierno puso en abril de 2022 tras comprobar que los móviles del presidente y de, al menos, dos ministros fueron infectados con Pegasus. El teléfono de Sánchez fue espiado durante 14 meses, según el auto de Calama, y la mayor descarga de información se produjo el 19 de mayo de 2021, horas después de que más de 10.000 inmigrantes marroquíes irrumpieran en Ceuta.
Los dispositivos de los ministros Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska fueron además pirateados a partir de la misma cuenta de correo (linakeller2203@gmail.com) que se utilizó para infiltrar los móviles del representante del Frente Polisario en Bruselas, la esposa francesa de un intelectual saharaui encarcelado y un periodista marroquí exiliado en París.
Cuatro veces a los tribunales
Cembrero ha sido llevado a los tribunales cuatro veces, desde 2014, por las autoridades de Marruecos, dos por la vía penal y dos por lo civil. La primera denuncia se la puso, en enero de 2014, el primer ministro marroquí, Abdelilá Benkirane, por enaltecimiento del terrorismo. Fue archivada por el juez instructor de la Audiencia Nacional.
El pleno del Parlamento Europeo aprobó por amplia mayoría, el 19 de enero de 2023, una resolución instando a las autoridades de Marruecos a poner en libertad a tres influyentes periodistas encarcelados y a poner fin al hostigamiento a Cembrero. Solo los eurodiputados socialistas españoles y los de la extrema derecha francesa, en total 32 votos, se pronunciaron en contra.
Preguntado horas después por la prensa, en Barcelona, sobre el voto de los eurodiputados socialistas españoles, el presidente Sánchez explicó: "No hemos compartido alguno de los elementos" de la resolución. No dio más detalles. Durante su tramitación en el Parlamento Europeo, los socialistas españoles no presentaron ninguna enmienda, a diferencia de otros grupos parlamentarios.
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