El fascinante monasterio rodeado de cascadas y naturaleza en el que se inventó el chocolate


         El fascinante monasterio rodeado de cascadas y naturaleza en el que se inventó el chocolate

Este convento es uno de los más importantes de todo Aragón y en él se elaboró por primera vez este alimento tanto en España como en Europa. Además, está erigido en un entorno único de espectacular belleza.

Se calcula que en España hay más de 700 monasterios repartidos por toda la geografía, y aunque todos ellos sean dignos de visita, hay algunos que destacan por encima del resto, ya sea por su ubicación, su arquitectura o su historia. El Monasterio de Piedra, situado al sur de la provincia de Zaragoza, ha vivido mil batallas a lo largo de sus nueve siglos, aunque lo más impresionante de este convento no es ni la construcción en sí, medio en ruinas, ni sus ornamentaciones: sino su impresionante entorno y el increíble descubrimiento que se produjo entre sus gruesos muros.

Este conjunto histórico situado muy cerca de la ciudad de Calatayud no está situado en un lugar inverosímil ni destaca especialmente por su diseño, pero el monasterio es uno de los lugares más impresionantes que se puede ver (y donde hospedarse) en Aragón gracias a la gran cantidad de cascadas que lo rodean, y aunque pueda parecer poco creíble, tiene todo un Parque Natural a su alrededor que recibe su nombre.

Un monasterio donado por la realeza de Aragón

En el siglo XII, en plena Reconquista de la Península Ibérica, el rey Alfonso II de Aragón donó a la comunidad monjes cistercienses del Poblet el castillo de Piedra, una fortaleza musulmana para que fundasen ahí un monasterio, el cual se terminó de construir en el siglo XIII y en el que los religiosos vivieron durante más de 600 años. Situado al borde del río que lleva el mismo nombre, es un gran ejemplo de la época de transición artística entre el románico y el gótico.

Estuvo en uso hasta el año 1835, cuando llegó la desamortización de Mendizábal y cayó en ruinas, pero no por mucho tiempo, ya que al poco llegaría su salvador: Juan Federico Muntadas. El nuevo propietario (junto a su hermano) de los terrenos reconvirtió el monasterio en el destino turístico que es hoy en día: convirtió el huerto en un paraíso ajardinado, las habitaciones del convento en un hotel y sacó el máximo partido al la extraordinaria naturaleza que lo rodea.

El Parque Natural del Monasterio de Piedra

Alrededor del convento se encuentra el impresionante Parque Natural del Monasterio de Piedra, un descomunal espacio hidrográfico que está repleto de extraordinarias cascadas, como la de La Caprichosa o la de los Chorreadores, así como apacibles lagos y arroyos que dotan al entorno de una tranquilidad idílica a la par que un paisaje que deja perplejo a cualquiera que lo observe.

Recorrer los caminos hacia los saltos de agua, así como adentrarse en algunas de sus numerosas cuevas o relajarse al lado de sus fuentes es una experiencia única que no se puede vivir en un mismo lugar en ninguna parte de España, por ello este monasterio es tan especial... aunque no es e único motivo.

En el monasterio se hizo el primer chocolate a la taza

Según cuenta la leyenda, el primer cargamento de cacao que cruzó el Atlántico desde México fue a parar al Monasterio de Piedra, acompañado por la receta correspondiente. Los monjes de principios del siglo XVI, fascinados por este nuevo alimento desconocido hasta entonces, quedaron maravillados ante él, ya que además de ser un gran remedio para combatir el frío, no estaba prohibido por la Biblia para tomarlo en las épocas de ayuno. Desde este convento, el chocolate a la taza se fue expandiendo poco a poco por toda la Península Ibérica y Europa.

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