:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fabf%2Fb5d%2F644%2Fabfb5d64434ec15464a97eef6b5d3633.jpg)
Sin una única mención sobre Cataluña y sin un único aplauso por parte de la bancada de los conservadores europeos, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha presentado a la Eurocámara las conclusiones de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Pero todo el mundo sabía, desde hace semanas, que este debate no se limitaría a hablar del semestre europeo de España. Que en los pasillos se afilaban cuchillos, que algunos eurodiputados extranjeros, entre risas, hablaban de preparar las palomitas para una sesión que se sabía que sería dura y difícil.
El momento más esperado ha llegado cuando Carles Puigdemont, expresident de la Generalitat y líder de Junts per Catalunya, se ha dirigido durante sus minutos de intervención a Sánchez, advirtiéndole sobre el riesgo de incumplir la palabra dada. “El problema de Europa nunca han sido las promesas, sino los incumplimientos, porque de ellos nace la desconfianza”, ha explicado Puigdemont, que se ha quejado de no poder hablar en catalán. Las palabras del líder de los independentistas se leen contra la incapacidad de la Presidencia española del Consejo de la UE de cumplir con una de las promesas hechas en el marco de la elección de Francina Armengol como presidenta del Congreso de los Diputados, cuando los socialistas se comprometieron a intentar convertir el catalán junto al euskera y el gallego en lenguas oficiales de la Unión Europea. En el último Consejo de Asuntos Generales, la Presidencia ha decidido no poner esa propuesta a voto porque sabía que no podía obtener la unanimidad necesaria.
"Hoy yo le hablo en su lengua materna, pero no lo puedo hacer en la mía. Millones de europeos que tenemos el catalán como lengua materna no podemos ejercer derechos fundamentales en nuestra propia lengua porque esa 'Europa de las personas' que usted debía defender durante su presidencia no nos incluye si hablamos en catalán. Nuestra libertad de expresión en esta cámara vale menos que la suya", ha señalado Puigdemont en el pleno, siendo la primera vez que el expresident de la Generalitat y el líder socialista se hablan en público y en persona desde 2017. Este martes, cuando se confirmó que la presidencia española del Consejo de la UE no se cerraría con el reconocimiento de la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego, Puigdemont colgó un duro mensaje en redes sociales, señalando que era "un incumplimiento" de lo que se les había dicho que "sería posible".
"Hasta hace pocos días, las únicas dudas que había eran de tipo político y sobre todo vinculadas a la ofensiva del Partido Popular, pero, aunque eran más resistentes de lo que inicialmente se preveía, ya se sabe que en Europa hay muchas formas de convencer a los países reacios", escribió Puigdemont en la red social X, aunque después matizaba su crítica. "Presidente Sánchez, las oportunidades hay que aprovecharlas cuando ocurren. Si se dejan pasar de largo, por miedo o por incapacidad, las consecuencias nunca son agradables", ha explicado Puigdemont en el hemiciclo del Parlamento Europeo para cerrar su intervención. Al final de la sesión, Sánchez se ha dirigido directamente a Puigdemont desde la tribuna, después de una sesión muy tensa en la que se habían expresado críticas duras, se habían utilizado palabras gruesas y se había señalado mucho.
"Al señor Puigdemont le digo que está en nuestras manos lograrlo, y la ley de amnistía es un paso importante. La respalda una amplia mayoría en el Parlamento, es constitucional y solo persigue la concordia. Vamos a continuar promoviendo el uso de lenguas cooficiales de nuestro país", ha asegurado Sánchez, que durante su intervención inicial ha evitado hacer ninguna referencia al asunto. "Hemos retomado la negociación y la política de un problema que heredamos de la anterior gestión del PP. Los indultos han funcionado, la normalización ha funcionado y la amnistía apuntalará ese objetivo", ha añadido el líder socialista.
La sesión ha sido dura especialmente por el cruce de acusaciones entre el Partido Popular Europeo (PPE) y los socialdemócratas europeos. La Eurocámara ha sido uno de los espacios claves utilizados por los populares españoles en su estrategia de "internacionalización" de la oposición a la amnistía, y en el mes de noviembre se celebró una sesión impulsada por el PPE y los liberales de Renew Europe para abordar la situación del estado de derecho en España.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}