Los protagonistas de la campaña electoral de Podemos Madrid al 28-M ya se han borrado de la foto. En poco más de dos meses, la candidata a la presidencia de la Comunidad, Alejandra Jacinto; el aspirante a la alcaldía de la capital, Roberto Sotomayor, y la que fuera su número dos en las listas, Carolina Alonso, han abandonado sus cargos. También lo ha hecho Jesús Santos, líder autonómico hasta la pasada semana. El partido lleva más de un mes descabezado en la región que le vio nacer y a un paso de la lista de territorios sacudidos por una profunda crisis, con cuatro gobernados ya por gestoras.
Los tres últimos, además, han dimitido entre duras críticas a la estrategia de la dirección para con Sumar. Tanto Sotomayor como Alonso lo hicieron después de la decisión del núcleo duro de Ione Belarra de romper con el grupo parlamentario, que además critican haber conocido por los medios de Pablo Iglesias. Jacinto, reincorporada a su actividad profesional como abogada desde hace semanas, reaccionó al divorcio político decidido por los morados recordando cómo lograron salvar los muebles el 23-J. "Juntas en julio es como se consiguió frenar un Gobierno de derecha y ultraderecha", escribió en su perfil de X, antes Twitter.
Juntas en julio es como se consiguió frenar un Gobierno de derecha y ultraderecha. A partir de ahí que cada uno saque sus propias conclusiones. Lo que tengo claro es que todas las decisiones deben estar guiadas por el bien común.
— Alejandra Jacinto (@AleJacintoUrang) December 5, 2023
Desde la cúpula de Belarra aseguran que hoy no está previsto convocar al Consejo Ciudadano Estatal (CCE) para tratar estas dimisiones, aunque tampoco pueden descartar que haya otras nuevas próximamente. De hecho, distintas fuentes moradas apuntan a este escenario, mientras se suman a las críticas al ninguneo del máximo órgano de dirección política del partido, verbalizadas este lunes por Sotomayor y Alonso.
Tampoco la convocaron para decidir sobre su ruptura con Sumar. Ni se trató formalmente en su última reunión (25 de noviembre), un par de semanas antes de volar los puentes con Yolanda Díaz, el debate sobre la posibilidad de salirse del grupo parlamentario en el Congreso para pasar al mixto. Esta decisión apenas fue abordada en la ejecutiva morada, el mismo martes, en un momento en el que la crisis madrileña estaba bajo todos los focos. El movimiento de los morados contuvo en parte la hemorragia, hasta este lunes.
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Marisol Hernández
Si bien en la dirección hay varias figuras que consideran que el exlíder autonómico y teniente de alcalde en Alcorcón estaba de facto fuera del partido y le reprochan que haya saltado del barco por su propio interés —recuerdan que en su día era fiel a las tesis de Iglesias—, las deserciones de Sotomayor y de Alonso plantean otros componentes. El primero, hasta hoy miembro del CCE, secundó las tesis del núcleo duro de Belarra en la campaña, y arremetió con más dureza contra Más Madrid que su compañera Jacinto, como planteaba su dirección.
La abogada y excandidata a repetir en la Asamblea compatibilizó su cargo en la dirección morada con su puesto como portavoz de Sumar en materia de Vivienda. Decidió dar un paso atrás un par de semanas después de que la secretaria general anunciase que su núcleo duro —sin consulta previa a la dirección— había hecho un borrador de la nueva hoja de ruta que querían consultar y complementar con las bases. Y que reforzaba el veto a la doble militancia. Lo cierto es que los de Díaz tampoco querían aclarar qué rol jugaría en esa etapa.
Alonso, por su parte, fue portavoz en el Parlamento autonómico junto a Jacinto, tras las elecciones en las que Iglesias encabezó la lista y después abandonó la política institucional. Había criticado que la noticia de la ruptura con Sumar fuera anunciada por Canal Red, y este lunes cuestionó junto a Sotomayor que la dirección no haya tenido voz ni voto en esta decisión. Incluso metió el dedo en la llaga, al criticar que su partido se centrase únicamente en revalidar el Ministerio de Igualdad, en lugar de apostar también por mantener el de Derechos Sociales, en las conversaciones para dar forma al nuevo Ejecutivo.
Para una parte del partido, Santos puede ser tildado de "traidor" sin dificultad, pero los roles jugados hasta ahora por Sotomayor y Alonso dificultan replicar este esquema. Pablo Fernández, coportavoz del partido, intentó quitar hierro a las dimisiones y a la situación en la que deja al partido que las estrellas de su cartel electoral al 28-M, hace menos de seis meses, ya le hayan dado un portazo.
Rebajó las dimisiones, no solo en Madrid, a "tres casos particulares", y afirmó que los suyos ya han hecho un "enorme trabajo de reflexión" con la estrategia política avalada por 33.000 militantes. En lugar de convocar un Congreso, Podemos optó por revisar el mandato de su última Asamblea Ciudadana, en 2021, endureciendo así las condiciones para volver a pactar con Díaz.
Hoy, las miradas están puestas en el resto de territorios, a la espera de la posible onda expansiva de estas deserciones. En junio, antes de que Díaz y Belarra sellaran el pacto para el 23-J, desde algunas direcciones presionaron por el pacto con Sumar. El partido de Díaz contaba con estos movimientos desde mucho antes, en la víspera de la presentación de su candidatura a la Moncloa, en abril. Entonces esperaban dimisiones y presiones a la cúpula que tuvieron una intensidad claramente inferior a la prevista.
No me interesan los que se van a otros partidos haciendo cálculos ni los que son desleales por intereses mezquinos. Llevo diciendo meses que @sumar ha hecho demasiadas cosas mal. Y lo dije cuando @PODEMOS decidió integrarse en la coalición. No me interesan los oportunistas. Me…
— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) December 11, 2023
Ahora, la paralización de las negociaciones para concurrir juntos en Galicia, o las dificultades en Euskadi, pueden volver a cohesionar al partido, afirman fuentes moradas. Ni en sus filas ni en las de Díaz confían realmente en un pacto electoral en estas regiones, pero nadie quiere pagar el peaje de ser considerado responsable de un nuevo desencuentro.
Alejandra Jacinto deja sus cargos en Podemos para volver a su actividad como abogada
Europa Press
Entre medias, Juan Carlos Monedero, cofundador del partido y hoy distanciado del núcleo de Belarra, volvía a reclamar a su dirección que se plantee convocar un congreso. "Tengo claro que, o nos renovamos, o nos morimos. Y si nos morimos, la izquierda se va por el desagüe", escribió en su perfil de la red social X. Ninguno de los dirigentes en activo está hoy dispuesto a hacer suyo un llamamiento similar en público. Y son muy minoritarios los que lo asumen en privado.
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