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El presidente catalán, Pere Aragonès, se ha comprometido este martes en su tradicional mensaje del día de Sant Esteve a que “2024 debe ser el año en que la ley de amnistía se aprueba, se aplica plenamente y permite recuperar la libertad y el retorno a Cataluña de las personas represaliadas por su compromiso con el referéndum”. Aragonès ha marcado como prioridad de gestión la lucha contra la sequía y por eso ha hecho el discurso desde una infraestructura hídrica, el Depósito del Rey Martí, un antiguo depósito de agua medieval en el barrio de Sant Gervasi, Barcelona.
Sorprende este plazo marcado por Aragonès en discurso tan solemne para implementar la amnistía, ya que los expertos consideran de manera mayoritaria que será más largo y proceloso, por la complejidad jurídica en el despliegue concreto de la nueva ley.
“Este año hemos alcanzado el acuerdo para la ley de amnistía, que hace poco nos decían que era imposible. Y que permitirá el fin de la represión y recuperación de derechos. Un paso necesario para abordar la siguiente fase de la negociación con el Estado: que Cataluña decida su futuro en libertad, votando sobre la independencia”, ha insistido el presidente de la Generalitat en una idea que ha puesto repetidamente sobre la mesa: que después de la amnistía viene el referéndum.
Sobre el referéndum, no parece que vaya a ser a corto plazo. “2024 debe ser el año en que enfocamos el camino de hacer de esta década la década de la prosperidad y de la libertad”. De modo que Aragonès propone como mínimo un largo camino de 10 años.
La Generalitat atribuye el mérito de la ley de amnistía a Pere Aragonès
Marcos Lamelas. Barcelona
En el discurso oficial, Aragonès ha evitado referirse al discurso de Felipe VI, que no ha gustado al independentismo, por entenderse un cuestionamiento implícito de la amnistía. Sí que lo hizo en su cuenta de X, antes Twitter. Allí, Aragonès afirmó: “En Cataluña, el discurso del Rey no nos representa. Tampoco la monarquía. Una muestra más del nacionalismo español aplaudida por la derecha y la extrema derecha. Continuador del discurso del 3 de octubre de 2017. Nosotros seguimos luchando por la libertad y por la república catalana”.
Sin embargo, en el discurso Aragonès ha preferido centrarse en cuestiones más mundanas, desde el traspaso de Cercanías hasta el futuro del catalán en el nuevo audiovisual del siglo XXI, pasando por la reforma del sistema educativo catalán, puesto en evidencia por el informe PISA, por poner algunos ejemplos destacados.
Pero tanto por el escenario como por el contexto general, la prioridad en términos de gestión del día a día ha sido la sequía, que en este momento amenaza con importantes recortes para esta primavera a seis millones de personas del área metropolitana de Barcelona en su sentido más amplio.
Aragonès la ha definido como “la sequía más intensa jamás registrada”, la cual “ya ha supuesto un compromiso extraordinario para campesinos y ganaderos, y que requerirá de un esfuerzo del resto de la sociedad”. En otras palabras, Aragonès ha anunciado sacrificios para otros sectores más allá del agrario, si como parece la sequía continúa.
Más inversiones
El compromiso de Aragonès y la Generalitat en este aspecto será “continuar con las inversiones en infraestructuras hídricas para superar los efectos y convertirse en más resilientes ante un cambio climático que es una realidad más palpable que nunca”.
Aragonès propone que Cataluña salga del régimen común de financiación
Marcos Lamelas. Barcelona
También ha puesto el énfasis el presidente de la Generalitat es que "2024 debe ser el año en que acordamos una financiación singular con el Estado que ponga fin a un déficit fiscal insoportable que nos priva de destinar los recursos que ya pagamos —pero que administran otros—".
Entre los grandes objetivos de 2024, Aragonès ha incluido la nueva financiación
Aragonès ha evitado cifrar la mejora a la que aspira la Generalitat en términos numéricos en esta negociación que aún no ha empezado, pero se ha comprometido a que estos nuevos ingresos sirvan para “mejorar la sanidad, fortalecer la educación, ayudar a autónomos, trabajadores y emprendedores o a las personas con dependencia, y luchar contra las violencias machistas”.
Llamamiento a los grupos
Pero Aragonès no ha podido mantenerse al margen de la realidad política más inmediata. ERC gobierna con solo 33 diputados. Está muy en minoría. Y en ese contexto, Aragonès ha reivindicado que se puedan utilizar todas las palancas, “también los presupuestos de la Generalitat para 2024, imprescindibles para seguir avanzando, y que requerirán de la responsabilidad y el compromiso de una mayoría del Parlament de Cataluña”.
“Estoy decidido a construirla para que sea posible. Así se lo pido a los grupos parlamentarios y tengo el convencimiento de que todos estaremos a la altura”, se ha mostrado esperanzado el presidente catalán.
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