La Fiscalía del Tribunal Supremo se ha hecho cargo de la denuncia que el PSOE ha presentado contra el presidente de Vox, Santiago Abascal, por un presunto delito de incitación al odio. Al gozar de aforamiento como diputado en el Congreso, los fiscales del alto tribunal son los encargados de abrir una investigación por las recientes declaraciones en las que el líder de Vox aseguró que llegará un momento en el que "el pueblo querrá colgar a Sánchez por los pies".
Según explican desde la Fiscalía, la denuncia del PSOE se "ha recibido y registrado" este mismo miércoles, tras lo que se abren dos posibilidades: practicar "las diligencias que se estimen oportunas" para después "formular denuncia o querella ante el Tribunal Supremo" o llegar a la conclusión de que "no hay indicios de delito" y, por tanto, dar carpetazo a la polémica.
El portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, anunció este martes que en la denuncia no solo preveían incluir las últimas declaraciones de Abascal, sino también distintos actos de "acoso" por parte de su partido. Según aseguró, su intención es que "caiga sobre Abascal y sobre Vox todo el peso de la ley".
El PSOE sostiene que los hechos encajan con el artículo 510 del Código Penal, que castiga con entre uno y cuatro años de prisión a "quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada". El artículo apunta a "motivos racistas, antisemitas, antigitanos u otros referentes a la ideología, religión o creencias", entre otros.
Los socialistas defienden para ello que las palabras de Abascal "suponen una grave quiebra de la convivencia y del orden constitucional, pues buscan un ataque al pensamiento político socialista, y las decisiones que desde este se puedan adoptar, dando lugar, a lo que precisamente trata de evitar con los llamados delitos de odio, un señalamiento público de un colectivo". Para el PSOE, estas declaraciones "van mucho más allá del derecho al honor del presidente".
Las declaraciones de Abascal
La polémica parte de la entrevista que Abascal concedió al periódico argentino Clarín y que se publicó el pasado domingo: "Yo tengo unos límites morales. Yo tengo unos principios. No puedo venderlos. Sánchez no tiene ninguno. Puede pisar las leyes, puede hacer cualquier cosa, puede poner en riesgo la unidad nacional. Eso le da una ventaja competitiva. Habrá un momento dado en que el pueblo querrá colgarlo de los pies", sostuvo ante una de las preguntas de la periodista sobre la situación política en España.
Un día después, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, defendió en rueda de prensa que Abascal se había limitado a recordar "la suerte de muchos dictadores", refiriéndose así a muertes como la de Benito Mussolini, quien fue colgado por los pies tras ser fusilado. "Eso no es odio, eso es historia", aseguró Garriga.
Esta justificación no tardó en provocar una nueva oleada de críticas, por lo que la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, volvió a salir en defensa de Abascal este martes: "Se trata de unas palabras que la prensa afín al PSOE se ha afanado mucho en descontextualizar. Si uno ve el vídeo se da cuenta de que estas palabras están formuladas desde la metáfora y el sentido figurado para expresar el rechazo masivo que suscita este Gobierno en la sociedad española", aseguró ante los periodistas.
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