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El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha defendido en el Congreso de los Diputados que el reconocimiento del Estado palestino es la solución más beneficiosa para Israel. En su comparecencia para explicar la posición del Gobierno sobre el conflicto en Oriente Próximo, Albares ha profundizado en las ideas lanzadas en las últimas semanas por el Ejecutivo que se concentran en esa defensa de la vía de los dos estados, Israel y Palestina, y la solidaridad con las víctimas "inocentes" de ambas nacionalidades.
El Pleno que ha servido para la vuelta de la actividad ordinaria en la Cámara baja se ha visto interrumpido durante los primeros minutos de la intervención de Albares por una protesta. Dos activistas propalestinos han comenzado a proferir gritos desde la tribuna, por lo que han sido desalojados por los servicios de seguridad. "Libertad para Palestina, abajo el sionismo", se ha escuchado en el hemiciclo, donde ha caído la bandera palestina que portaba mientras el hombre era reducido por los servicios de seguridad.
"Es dolorosamente evidente que la paz no llegará con violencia, solo con la seguridad de Israel y Palestina", ha dicho Albares desde la tribuna, donde ha reconocido que Israel es un pueblo "marcado por el antisemitismo y el genocidio". Al mismo tiempo, ha defendido que Palestina necesita un estado "viable y conectado" entre la franja de Gaza y Cisjordania y con la capital en Jerusalén Este. "Ese debe ser el horizonte al que dediquemos nuestro compromiso", ha zanjado el titular de Exteriores.
El PP y Junts han coincidido en este debate al afear el "incendio diplomático" que, en palabras de la portavoz de neoconvergentes, provocó Sánchezz con sus declaraciones en la frontera entre Egipto y la franja de Gaza. Allí Sánchez abrió la puerta al reconocimiento del Estado palestino sin el aval del resto de la UE, aunque Bruselas, como la ONU, están a favor de la solución de los dos estados. Unos minutos antes, Esteban González Pons hizo lo propio cuando afeó al presidente la elección del lugar en el que hizo estas declaraciones, que provocaron que Benjamin Netanyahu llamara a consultas a la embajadora israelí en Madrid.
Mucho más dura ha sido Pepa Millán, portavoz de Vox, que ha mezclado la situación en Oriente Próximo con la política doméstica. "Si mañana necesitaran los votos de Hamás para una hipotética investidura, amnistiaría a los que entraron a masacrar las vidas de tantos inocentes", ha dicho la dirigente de la formación ultra. El ministro de Exteriores ha criticado su intervención por "atizar los discursos de odio".
"Vuelvan a la centralidad, a la política de Estado", ha reclamado Albares en su turno de réplica al PP, al que ha recordado que la postura que ha defendido Pedro Sánchez es ya muy parecida a la que ha tomado Washington, con declaraciones recientes en ese sentido de la vicepresidenta Kamala Harris.
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