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Nunca las vías de la Alta Velocidad habían sido un lugar tan acogedor. Miles de conejos a lo largo y ancho de Castilla-La Mancha han excavado sus galerías en la bora de esta infraestructura. Descansan allí durante todo el día, invisibles para los miles de usuarios que circulan subidos a los convoyes. Pero por las noches el escenario vive un cambio de guion radical. Los animales salen de sus hogares para alcanzar la huerta y darse un homenaje. El menú del día incluye trigo, cebada, uva, maíz o colza. Con el estómago lleno y antes de que salga el sol los conejos regresan bajo tierra. La cuenta de la cena corre a cargo de los agricultores.
“Llevamos 17 años con este problema, pero se ha intensificado de una manera muy directa desde hace unos meses. Hay gente con daños en el 70% de sus cultivos”, señala Manolo Torrero, vicepresidente de Asaja Castilla-La Mancha. Los conejos arrasan con los cultivos sin menospreciar ningún alimento. Todo les vale. El origen del problema llegó con la construcción de las vías para la alta velocidad, pero también con el levantamiento de carreteras como la AP-36. Los animales aprovechan el estado de los márgenes de estas infraestructuras para cavar con más facilidad sus hogares. Según las estimaciones de los trabajadores del campo al año se cazan 1,5 millones de conejos en la zona afectada y en algunos cotos concretos se han detectado más de 15.000.
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Según los agricultores, en las zonas afectadas se han llegado a cazar 1,5 millones de conejos en un año (Imagen: Consejería Desarrollo Sostenible) Durante todos estos años las asociaciones de agricultores como Asaja o la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) han solicitado en numerosas ocasiones una solución a la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Castilla-La Mancha. Sin embargo, señalan que las medidas tomadas hasta el momento "no han funcionado" y amenazan ahora con emplear la vía judicial por primera vez. “Se ha convertido en un problema social y la gente está muy radicalizada. Llevamos ya mucho tiempo detrás de esto y parece que hasta que no pase algo gordo vamos a seguir igual”, explica Torrero.
La zona más afectada es la huerta de Toledo, seguida de la de Albacete. Pero cada año se suman más municipios perjudicados en las demás provincias. "Aquí se trata de un área muy acotada. Esencialmente la zona del Cordón, en el entorno del Henares. Pero este año hemos visto como el problema se ha agravado", señala a El Confidencial Juan José Laso, el presidente de Asaja Guadalajara. El pasado 14 de febrero, la Consejería de Desarrollo Sostenible decidió declarar la "emergencia cinegética" en 308 municipios de la comarca. Es decir, desde la Junta se reconoció el problema de la sobrepoblación de conejos y el desequilibrio que se habría producido en esta especie y que podría afectar al ecosistema de la región.
La principal medida que se tomó a partir de esta declaración fue permitir la caza deportiva de los conejos mientras dure la declaración de zona cinegética, es decir, por un tiempo limitado. Además, también se autorizó la comercialización de los animales capturados como alimento, siempre que se sacrificaran inmediatamente y se entregaran a los establecimientos competentes para garantizar la seguridad alimentaria. Pero los grandes colectivos de agricultores niegan que esta medida haya servido para algo.
Ante la situación, la semana pasada decenas de cultivadores tomaron las calles de Toledo para exigir nuevas soluciones bajo el lema Conejos felices comiéndose lo que los agricultores producen. Además, ese mismo día, representantes de tres organizaciones agrarias se reunieron con el viceconsejero de Medio ambiente, José Almodóvar. Sin embargo, las sensaciones después del encuentro fueron negativas. “No ha servido de nada. Tienen mucho compromiso de pensar, pero no de solucionar”, señala Manolo Torrero. Por su parte, desde la Consejería que dirige la socialista María Mercedes Gómez explican a este medio que “nuestro papel como administración es dar todo tipo de facilidades para que se capturen los conejos y paliar los daños que ejercen” y que "continuarán escuchando las necesidades y propuestas del sector".
Los cultivadores sostienen que la caza deportiva limitada en el tiempo no es suficiente y piden que se extienda a todo el año así como que se tengan en cuenta otras medidas: la instalación de vallas en las autopistas, las cajas trampas o la caza nocturna. “No estamos pidiendo que se haga esto en toda Castilla-La Mancha, son zonas concretas”, reitera Laso. Además, los profesionales del campo señalan que técnicas como las cajas trampa permitirían trasladar a los animales a otras comarcas de la región en las que este mismo animal está en peligro de extinción. “Las partes cercanas a las vías del tren se han convertido en un hotel para ellos, es su lugar ideal”, señala Torrero. Además, el vicepresidente de Asaja señala que al haber tanta sobrepoblación, la especie “está superando todo tipo de enfermedades” y convirtiéndose en “superindividuos”.
Aunque el campo castellano-manchego sea uno de los más afectados por esta "plaga", no es la única región donde los conejos están causando agravios para los trabajadores del campo. En 2023 se declararon afectadas más de 10 comunidades autónomas y las pérdidas económicas derivadas de esta sobrepoblación se estimaron superiores a los 800 millones de euros, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos. Ese mismo año, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca se comprometió a liderar una estrategia nacional para hacer frente al problema. Sin embargo, más de dos años después, los problemas acechan con más fuerza a los cultivadores que ven en los conejos un agravio más añadido a la sequía y la falta de relevo generacional.
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