En una entrevista, la actriz ha confesado sentirse orgullosa de sus arrugas.
Cada vez son más las actrices que alzan la voz contra los cánones de belleza impuestos a las mujeres, especialmente en una industria como la de Hollywood, que siempre se ha mostrado implacable con el envejecimiento femenino, como ya puso de manifiesto la película La Sustancia protagonizada por Demi Moore.
Meryl Streep también se ha unido a este movimiento y reivindica el envejecimiento como algo bello y un símbolo de vida. "Debes aceptar que envejecerás. La vida es valiosa, y cuando has perdido a mucha gente, te das cuenta de que cada día es un regalo", ha explicado la actriz de El Diablo Viste de Prada en una entrevista concedida a la revista Good Housekeeping.
Considera que las arrugas no solo reflejan el paso del tiempo, sino el testimonio de todo lo vivido y sentido a nivel personal. "Que nadie me arrebate las arrugas de mi frente, conseguidas a través del asombro ante la belleza de la vida. O las de mi boca, que demuestran cuánto he reído y cuánto he besado. Y tampoco las bolsas de mis ojos, en ellas está el recuerdo de cuánto he llorado. Son mías y son bellas", proclama a los cuatro vientos.
Icono de Hollywood y más activa que nunca
A sus 76 años, Meryl Streep sigue estando muy presente en el mundo del cine. Sin ir más lejos, el pasado mes de junio, la actriz comenzó el rodaje de la película El Diablo Viste de Prada 2, en la que volverá a encarnar a la implacable Miranda Priestly, junto a Anne Hathaway, Emily Blunt y Stanley Tucci.
También se ha rumoreado que Streep podría estar en conversaciones con Netflix y la directora Greta Gerwig para interpretar una versión femenina de Aslan en El Sobrino del Mago, la primera novela de Las Crónicas de Narnia.
Comprometida con las mujeres de más de 40 años
Aparte de ser una actriz aún muy activa a nivel profesional, también lo es en su lucha por dar visibilidad a las mujeres de 40 años no se queda solo en las declaraciones. En 2015, puso en marcha The Writers Lab, una iniciativa creada para apoyar y fomentar el trabajo de guionistas mujeres mayores de 40 años, un grupo bastante ‘castigado’ en la industria del cine y la televisión.
La organización también cuenta con el apoyo de Nicole Kidman y otras figuras de Hollywood que han querido unirse a esta causa que fomenta la diversidad de las voces femeninas en el cine, impulsando los proyectos de las mujeres de 40 a través de mentorías.
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