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Montada en un boogie como los que surcan los campos de golf, Kylie Minogue se abanica mientras recorre la enorme explanada que diseñó Aníbal González como pabellón de España en la Exposición Iberoamericana de 1929. "El camino más bonito hacia el escenario", asegura la diva australiana en un vídeo publicado en su Tiktok. Un rato después cerró con uno de sus clásicos —Love at first sight— la quinta edición del Icónica Fest, el festival que desde hace un lustro ha convertido a la Plaza de España en uno de los principales recintos de conciertos del país que ha devuelto la vida a un edificio que es símbolo de la capital andaluza, pero que lleva varios años en el ojo del huracán.
La propuesta del actual alcalde, José Luis Sanz, de vallar la mole regionalista de ladrillo y azulejo para cobrar entrada a los foráneos generó una polvareda formidable, aunque la idea parece que de momento se ha quedado en el cajón. El rechazo del Gobierno central, propietario del edificio, complica la idea del Ayuntamiento, que gestiona la explanada en la que se levanta el escenario por el que este año han pasado Justin Timberlake, Miguel Bosé o Pet Shop Boys. Y ahí no hay confrontación política.
El Icónica Santalucía Fest nació en 2021 de la mano de Green Cow Music y contó con todos los parabienes del entonces alcalde socialista, Juan Espadas. Su sucesor, Antonio Muñoz, abrazó la idea y el cambio de color en el Ayuntamiento hispalense no se notó a pesar de que Sanz sugirió a poco de llegar a la alcaldía que "revisaría" la ubicación del festival. Después explicó que se trató de un malentendido y tanto es así que a finales de mayo el consistorio anunció un acuerdo con la productora de Javier Esteban para prolongar la celebración, al menos, hasta 2031.
El festival está más que asentado, como demuestran la cifras de público e impacto económico conocidas esta semana. 277.000 personas han pasado por los conciertos, la mayoría sevillanos, pero también casi 50.000 visitantes. Y han generado un impacto de 230 millones de euros, 150 de ellos en la propia ciudad. Al mismo tiempo que se han presentado esas cifras y con la preparación de la edición de 2026 ya en marcha, han surgido algunos contratiempos. La asociación Sevilla se Muere ha instado a la Consejería de Cultura para que revise los permisos de uso del edificio de Aníbal González y, casi al mismo tiempo, otra promotora musical ha registrado en el Consistorio sevillano un escrito para exigir transparencia en el acuerdo entre el gobierno local y Green Cow Music.
Lo llamativo es que este último movimiento se anunció en un comunicado remitido a los medios respaldado por "17 productoras" que abogan por abrir la celebración de los conciertos en la Plaza de España al resto del sector. Una de las empresas que figura en el listado, consultada por esta redacción, niega estar detrás del escrito. "Nosotros no estamos en eso", expresan fuentes de esa compañía, que señala a Concert Tour Gestiones como el principal impulsor de esta petición al Ayuntamiento de Sevilla. Esta promotora se encarga de organizar otro de los grandes ciclos estivales de Andalucía, el Concert Music Festival de Chiclana, pero también impulsa en la capital andaluza los conciertos de Noches en la Maestranza, que se desarrollan en la plaza de toros de la ciudad.
El escrito presentado en el Ayuntamiento de Sevilla que reclama la revisión del modelo de conciertos en la Plaza de España lleva únicamente la firma del empresario responsable de Concert Tour Gestiones, empresa que no aclaró, a preguntas de esta redacción, si tenía implicación en la petición al gobierno local. La respuesta de Green Cow Music al comunicado se centró en recordar que Icónica Santalucía Fest son un producto y marca "exclusivos" de la compañía de Javier Esteban. "El festival se celebra en el marco de un acuerdo con Contursa", en alusión a la empresa municipal de turismo del Consistorio hispalense, que es la que cerró el acuerdo para la cesión del edificio regionalista.
La entidad impulsora de Icónica explicó también que el uso de la Plaza de España se rige por la ordenanza municipal reguladora de la ocupación de espacios públicos del conjunto histórico declarado de la ciudad, ya que el enorme inmueble está declarado como Bien de Interés Cultural y tiene la máxima protección patrimonial, además de estar enclavado en un jardín histórico, como es el Parque de Maria Luisa. "En virtud a dicho acuerdo, se solicitan anualmente las licencias preceptivas a la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente", insisten en Green Cow, que asegura que cuentan con informes técnicos favorables, "incluyendo los de Cultura".
El debate patrimonialEse matiz responde directamente a la instancia planteada por Sevilla se Muere, que asegura que la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, dependiente de la Junta de Andalucía, no emite informes sobre la celebración de Icónica desde 2022. Según explica Pablo Távora, responsable de patrimonio de Green Cow, esa solicitud se realiza por medio del permiso que el festival solicita al Ayuntamiento, que es el que debe requerir al organismo autonómico el aval en términos patrimoniales.
"No hay ningún evento en Sevilla que trabaje con protocolos como los nuestros", defiende este historiador, experto en gestión del patrimonio. El año pasado, las administraciones exigieron a la promotora un informe a posteriori para auditar los efectos del festival, un examen que este año se ha extendido al montaje, el desarrollo y el cierre. Esta auditoría la realiza un experto en patrimonio externo y luego es remitida a las Administraciones y comienza con un trabajo de documentación y un reportaje fotográfico para reflejar el estado en el que se encuentra la plaza.
"Icónica no tendría sentido sin la Plaza de España, sería otra cosa", defienden los promotores
La protección que realiza Green Cow va desde la flora y fauna del parque de María Luisa, una labor que incluye el traslado de nidos de aves en caso de que sea necesario. Pero la principal precaución se centra en los pavimentos del espacio público y los elementos cerámicos, como la balaustrada que circunda la ría de la Plaza de España. Sobre esos elementos se instalan protecciones de neopreno y plataformas de madera sobre las que se montan los módulos de hostelería, las gradas o el escenario.
"Icónica no podría celebrarse sin la Plaza de España, sería otra cosa", admite Távora en una afirmación que da cuenta del origen de este debate sobre el uso público de un edificio que está en el ADN de la capital andaluza, que también ha acogido otros eventos como el desfile de la colección crucero de Dior hace ahora tres años. "La plaza estaba diseñada para eso", abunda el experto en patrimonio, que afirma que tienen documentados usos que incluían la presencia de público multitudinario incluso en los años de la Exposición Iberoamericana para la que se diseñó un edificio que luego ha sido escenario de películas como la primera película de las precuelas de Star Wars.
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