Hoteles, restaurantes y alimentos suben la inflación de la Eurozona al 2%, por debajo de la española


         Hoteles, restaurantes y alimentos suben la inflación de la Eurozona al 2%, por debajo de la española

Eurostat ha confirmado este jueves que la tasa anual de IPC se situó el mes pasado en el 2% en el conjunto de la región, dentro del objetivo que el BCE se has marcado a medio plazo, mientras que en España se situó en el 2,3%

El verano ya está aquí y con él las subidas de precios en los servicios relacionados con el turismo y en los alimentos. Estos dos grupos elevaron una décima la inflación anual de la Eurozona hasta el 2% en junio. Ese incremento medio en el conjunto de la región fue inferior al registrado en España, con un incremento del 2,3%. El país ha visto elevarse el diferencial de precios con sus principales socios comerciales, lo que en la práctica resta competitividad a la economía nacional.

Los datos que ha publicado este jueves Eurostat, la oficina de estadísticas europea, tienen varias lecturas positivas. Primero, porque el IPC se ha moderado cinco décimas en el área del euro con respecto a los niveles en los que se situaba hace justo un año. En segundo lugar, porque esa tasa del 2% se encuentra en línea con el objetivo de estabilidad de precios que el Banco Central Europeo (BCE) tiene fijado a medio plazo.

En tercer lugar, que este aumento contenido de la inflación se produce en un entorno muy complejo, con parte de los aranceles anunciados por Estados Unidos ya en marcha y en plena escalada de las tensiones en Oriente Medio por la guerra entre Israel e Irán.

En el mes de junio el precio de la energía registró una caída interanual del 2,6%, tras el descenso del 3,6% observado un mes antes, mientras que el coste de los alimentos frescos aumentó un 4,6% anual, tres décimas más que en mayo. Los bienes industriales no energéticos se encarecieron un 0,5% interanual, una décima menos que en mayo, pero el coste de los servicios subió una décima más, al 3,3%, coincidiendo con el arranque de la temporada estival.

En lo que respecta a la inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y los alimentos frescos por ser más volátiles, repitió en junio en el nivel del 2,3%. Esta referencia es la que toma en cuenta el Banco Central Europeo (BCE) a la hora de decidir sus movimientos en política monetaria.

Previsiones sobre los tipos

Desde la gestora Edmond de Rothschild recuerdan que los principales consensos de mercado prevén que la entidad capitaneada por Christine Lagarde baje sus intereses hasta que el tipo de referencia se sitúe en torno al 1,5% en el segundo trimestre del año que viene. La evolución de la inflación ha permitido al BCE mantener su política monetaria sin cambios, aunque "se espera una nueva bajada de tipos en el último trimestre del año", sostienen desde Portocolom.

En la firma apuntan a que estos niveles de inflación otorgan a la entidad mayor margen de maniobra para seguir flexibilizando su postura. Eso sí, inciden en que la incertidumbre geopolítica, la fortaleza del euro (que podría erosionar la competitividad de las empresas del continente), y la posible reactivación de los aranceles tras la moratoria (más posible aún tras las nuevas amenazas de Trump de este fin de semana), "siguen pesando sobre las decisiones de inversión en Europa".

Nuevas bajadas de tipos traerían un alivio adicional para los hogares hipotecados y permitirían a los hogares y a las empresas financiarse a intereses más bajos, lo que podría seguir siendo un estímulo para el consumo y para la inversión, las dos variables que, según organismos como la Comisión Europea o el Banco de España, permitirán a la economía nacional seguir tirando del carro en Europa.

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